IX

1.1K 134 1
                                    

-Katsuki, ¡Ya vámonos!, hoy es tu consulta semanal tienes que ir.

Se escuchó el gritó ya desesperado de su madre que había intentado de todo para poder sacarlo de su habitación, se había estado negándose todo la mañana, pero su madre no parecía querer escuchar sus súplicas, estaba temblando en una esquina de la habitación con las manos en la cabeza en busca de protección. Lo menos que quería en ese momento es ir al hospital, dónde aquella persona de sonreír siniestra seguramente lo estaba esperando.

La puerta de su cuarto se abrió cuando su madre introdujo la llave, esta sonrió victoriosa de por fin haber logrado sacarlo de su escondite.

Mitsuki lo tomo en brazos, Katsuki solo lloró aterrorizado en el hombro de su madre, esta apareció su espalda mientras secaba sus pequeñas lágrimas que corrían por sus mejillas. Mitsuki bajó las escaleras con Katsuki aún en brazos, este se negaba a soltar a su madre, Masaru vio a su hijo, el siendo el padre alfa sabía que algo no andaba del todo bien.

Le hizo un gesto a Mitsuki para que le pasará a Katsuki, pero cuando esta lo intentó el infante se aferró a la blusa de su madre aún más, eso le rompió tanto el corazón a Mitsuki que no soltó a Katsuki.

-¿Katsuki, te está pasando algo que nos quieras contar?

Preguntó Masaru a su hijo, Katsuki solo negó con la cabeza mientras empezaba a temblar levemente, Mitsuki miró con preocupación a Masaru.

-Katsuki, ¿No quieres ir al hospital?

-No mamá, por favor no me lleves allá... Te juro que me voy a portar bien, pero no me dejes.

La voz entrecortada de su hijo hizo que su corazón se volviera añicos nuevamente.

-Está bien, no vamos a ir, quédate tranquilo cariño.

Mitsuki pudo sentir como la respiración de su hijo se calmó nuevamente, pero aún no se quería alejar de su hombro, ese comportamiento en su hijo le parecía raro.

Katsuki se había alejado de su madre sintiéndose más tranquilo al saber que ya no tendría que ir a ese lugar que tanto odiaba, se había sentado en la sala de la casa jugando con algunos de sus juguetes, después de todo seguía siendo un niño aprendiendo a vivir, aunque de su dulce inocencia no quedará absolutamente nada.

-Masaru, algo esta mal, digo Katsuki no es así, el siempre era alegre y sonriente un niño imperativo para nada callado, pero mi hijo no es así, es callado y el brillo de sus ojos está apagado.

-Creó que estas exagerando un poco amor.

-No, mi corazón de madre sabe algo está mal.

Katsuki era un pequeño infante que aún se preguntaba porque sus padres se encargaban de llevarlo al hospital un día a la semana para que le hicieran daño.

-Mamá.

Katsuki hablo bajito haciendo que Mitsuki le prestará atención, habían pasado unos cuantas horas desde que Katsuki se había negado a ir al hospital, Masaru había salido a comprar algunas cosas así que había quedado completa sola.

-¿Pasa algo Katsuki?

El pequeño negó con la cabeza y una pequeña sonrisa en el rostro, este mirada a su madre con gran admiración, siempre le llamaba la atención ver como cocinada.

-Solo es que quería hacerte una pregunta.

Dijo el pequeño Katsuki mientras desviaba la mirada a sus pies, este pequeño gesto le provocó ternura a Mitsuki.

-Dime hijo.

-Ser un omega ¿Es malo?

Mitsuki no lo dudo, se arrodilló a la altura de Katsuki y abrazó el pequeño cuerpo de su hijo.

-No lo es, para nada, ¿Por qué dices eso mi amor?

-Es que todos dicen que soy tonto, y desde que descubrí que soy omega nadie quiere estar conmigo porqué los omegas son débiles, además no tengo mi quirk. Pero yo no creó eso, tú eres muy fuerte y eres omega, mamá ¿Tú crees que soy tonto?, soy un omega y tampoco tengo quirk, tal vez no dicen mentira.

El corazón de Mitsuki se rompía por segunda vez en el día, nunca imaginó que su hijo ha tan corta edad tenga tales problemas de racismo en la sociedad, por unos momentos se sentía como mala madre al no darse cuenta de esto antes.

-Tú no eres tonto, eres el niño más lindo y tierno que pueda existir, y que importa si no tienes un quirk, lo que importa es tu familia, yo te amo solo por que existes, solo por eso eres lo más amo en este mundo, eres mi hijo, Katsuki te amo.

Se removía en la cama con incomodidad, abrió los ojos dándose cuenta que ya era de día, el sol mañanero se adentraba por la ventana anunciado que un día nuevo había comenzado, por alguna extraña razón parecía que su resplandor era más fuerte, más que todos los días.

Se sentó en la cama con un poco de pereza, se sentía bastante adormilado, había dormido bastante bien, después de todo los recuerdos de sus padres siempre se mantenían intactos en su cabeza. La puerta se abrió dejando ver a Izuku, que llevaba un raro pijama de All Might.

-¡Kacchan!, Buenos días, te veía a despertar para que pudieras desayunar.

Izuku no sabía cocinar, eso todos lo sabían, pero hizo el intento pero salió muy mal, estuvo apuntó de llamar a los bomberos, así que decidió no darse mala vida, así que al final pidió a domicilio.

-Buenos días.

Respondió Katsuki con una sonrisa tímida, Izuku sonrío al ver que Katsuki le había respondido, por fin le respondía abiertamente.

-Mira esa puerta de ahí da a un baño, por sí lo necesitas, te espero allá bajo Kacchan.

Katsuki asistió y vio como Izuku abandonada la habitación dejando su olor a limón dónde quiera que este pasada.

Cuando sus pies tocaron el frío suelo de la habitación sintió un pequeño espasmo recorrer todo su cuerpo en un instante.

Caminó con lentitud hasta llegar a la puerta de Izuku había mencionado, al entrar encontró un espejo de cuerpo completo, viéndose así mismo. Dándose cuenta el la situación que estaba, muy pronto comenzaría el último semestre de universidad, sí, el que había pagado recientemente. Pero no tenía ni un solo material, estaba incomunicado, su computadora, teléfono móvil y hasta su ropa se habían ido.

Estaba viviendo con un alfa, sobretodo un héroe profesional, la desesperación estaba azotándolo nuevamente, aquellas cosas las había conseguido con sacrificio. Todo en su mente empezó a coordinar, todas las novelas que había terminado hasta ahora estaban en su computadora.

Sí, había forma de recuperarse, pero esto puede ser muy nula, recuperar las completamente seria una tarea imposible.

¿Por qué la vida siempre tienes que se tan cruel con él? Nunca tuvo un nivel de tranquilidad completó. Porqué mejor no moría de una sola vez.

Sueño frustrado [DekuBaku] -Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora