RD de Diabolik Lovers

༒Pt 10༒

Mis lecciones de modales con Reiji fueron de aproximadamente una hora, algo curioso, es que él sabía cómo mantener mi atención por una hora o incluso más, cosa que es realmente difícil.

—Bien, por hoy termina esta sesión, fue más fácil de lo que creí, parece que tienes y entiendes las bases, pero necesitas al menos un poco más de práctica.

—Gracias Reiji.

—Ahora ven, debemos hacer la cena de hoy, te enseñaré a preparar algunas cosas.

—Yo encantada de aprender.

Reiji sonrió ligeramente y fuimos hacia la cocina, era bastante grande, tenía un estilo rústico y elegante a la vez, mayoría de cosas eran de buena madera como algunas sillas, la mesa, cajones, etc. Había una luz tenue pero lo suficiente como para ver bien todo lo que había y haríamos.
Reiji me mostró dónde estaban las especias, ingredientes, y demás. Después de mostrarme la cocina, nos pusimos a cocinar entre los dos, fue agradable. Él me daba consejos sobre algunas especias, yo le daba otros acerca de cómo combinarlas y demás.
Realmente Reiji no parecía ser tan temible como aparentaba, bueno, al menos en ese momento.
La cena transcurrió de una manera más tranquila, cada uno se levantó de sus asientos en cuanto terminaron, yo también estaba a punto de hacerlo, pero antes, Reiji me dijo que descansara un poco y en unos momentos más fuera con él debido a que no le gustó para nada una respuesta que di en clase de matemáticas.

—Por cierto, vi por casualidad que diste una respuesta incorrecta en tu clase de matemáticas, así que, te espero para ayudarte con eso, es inaceptable una cosa así.

—¿Una respuesta incorrecta?

—Dijiste 16.5 como respuesta a la ecuación, cuando es 16.7, es inaceptable.

—Ah...está bien, Reiji.

—En una hora y media, recuerdalo, ni un segundo más, ni un segundo menos, ¿entendido?

—Entendido —Honestamente no me sorprendió viniendo de él, suele ser perfeccionista, no tolera ni el más mínimo error.

Me fui al patio de la mansión a tomar un poco de aire fresco.
Servía de que podría recorrer el resto de los jardines, pensé que iba a estar sola al menos unos minutos, pero parece que algo así sería casi imposible de ser.

—¿Marianne?, ¿qué haces aquí? —Era la voz de Kanato.

—Ah, hola Kanato, yo..bueno, sólo vine a tomar un poco de aire fresco —Él sólo me observaba fijamente sin decir nada, al menos durante unos cuántos segundos—. Ehh...Kanato, ¿necesitas algo?

—Flores.

—¿Flores? Bueno, hay muchas aquí por lo que veo.

—¿Podrías ayudarme a cortar algunas flores? Cuando terminemos, quiero que me sigas.

Accedí a su petición, ambos estuvimos cortando algunas rosas, él tarareaba la canción de "Scarborough Fair" mientras tanto.
Era un poco incómodo el hecho de que no hablábamos durante un largo rato, no tardamos mucho en cortar un buen ramo de rosas rojas bastante hermosas, él me iba diciendo cuales quería, elegía las que tenían más pétalos o estaban más abiertas que otras.
Después de cortar las rosas, me guió por un largo camino hasta llegar a un cementerio, el ambiente se sentía tenso, pesado, como si estuviera llevando un costal de piedras, finalmente nos detuvimos en una tumba solitaria. En aquella lápida se veía el nombre de "Cordelia Sakamaki", quería hablar, pero era como si hubiera olvidado cómo, no salían palabras de mi boca hasta que Kanato rompió el silencio abrumador.

—¿No te parece agradable esto? La oscuridad y el olor a muerte que rodean a los cementerios...a mi me fascina, tan frío y silencioso, un mundo diferente, sin temor... —Yo sólo podía escuchar a Kanato, mientras que yo no decía ni una sola palabra, sus voz y cada palabra eran inquietantes, tenía un tono sombrío en cada una de ellas—. Aquí descansa mi madre.

La tumba de Cordelia era elegante a pesar de ser sólo piedra, su lápida era diferente a cualquier otra en ese lugar, una sensación lúgubre envolvía el lugar y no era para menos al ser un cementerio, pero había algo más, aunque difícil de describir.

—Lo...lamento mucho —Fue lo único que pude decir, no iba a decirle que sabía todo sobre ello.

(A veces toca tratar de fingir sorpresa JAJA)

—Yo la maté, seguramente no me creas, aunque me da absolutamente igual, ¿no es así, Teddy? —Le preguntaba Kanato a su oso de peluche, abrazándolo con fuerza.

—En realidad te creo... —Murmuré, tratando de evitar que me escuchara.

—¿Dijiste algo?

—Ah, no, lo siento, sólo pensaba en voz alta —Kanato me miró con duda, pero no tomó importancia.

—Deja las rosas aquí, ¿Quieres?

—De acuerdo...—Me acerqué a la tumba, en cuanto me acerqué, un escalofrío recorría mi cuerpo, mi corazón golpeaba mi pecho con fuerza, sentía como si se fuera a salir en cualquier momento.

Me levanté y me quedé a lado de Kanato unos minutos, el aire se sentía cada vez más tenso, pero no podía moverme ni un sólo milímetro, ese silencio incómodo y abrumador se hacía presente nuevamente entre nosotros, hasta que finalmente mi voz salía de nuevo para hacerle una pregunta curiosa.

—¿La extraña de algún modo? —Kanato alzó de repente su mirada, aún sin verme—. Bueno, es sólo...curiosidad, no tienes que responder si no quieres, claro.

Podría ser una pregunta bastante tonta al saber que él y sus otros dos hermanos habían asesinado a su madre, pero el hecho de que siempre estuviera tan aferrado a Teddy, me intrigaba bastante.
Kanato, de repente soltó pequeñas risitas tenebrosas, para después voltear a verme unos cuántos segundos.

—Marianne es bastante ingenua, ¿no lo crees, Teddy? —Kanato tenía una sonrisa macabra en su rostro, me sentí tonta por haber preguntado algo como eso—. Es muy inocente.

—¿Por qué lo dice, Kanato?

—A veces sólo quiero... —El chico no terminó ni siquiera la frase, agarró el ramo de rosas y comenzó a quebrarlo con ira contra la tumba de Cordelia. Mientras que yo estaba helada, inmóvil, su cambio de humor era bastante repentino, sabía sobre eso, aunque verlo en persona era distinto, era impactante de alguna manera.

—Kanato, espere, por favor, no debería hacer eso —Me acerqué un poco, hasta que él se giró hacia mi, su semblante había cambiado por completo.

—¡Una simple humana no debería decirme qué hacer! —Gritó, mientras se acercaba a mi, haciéndome retroceder un poco en consecuencia, terminé cayéndome por una piedra grande que estaba detrás mio, eso le hizo reír nuevamente—. Tan linda, a veces sólo quisiera romperte y llorarás como la patética humana qué eres, tal vez te perdone después de todo al verte así.

En cuanto me volví a levantar del suelo para alejarme de ahí, fue como si Kanato leyera mis pensamientos, me empujó de nuevo contra el suelo, colocándose encima mio, mientras trataba de forcejear. Kanato es aún más fuerte y pesado de lo que parece.
Él se iba acercando poco a poco a mi, parecía que iba a atacar mi cuello con sus colmillos, pero en cambio...

—Eres linda, aunque un verdadero fastidio —Dicho eso, Kanato se inclinó para besarme, sus labios eran fríos, me erizaba la piel incluso.

—Kanato, espera... —El chico no escuchó, simplemente bajó sus labios a mi cuello, mordiendome con fuerza, era como sentir un par de agujas clavandose profundamente. Sus manos frías tocaban mi cuello y hombros, era como sentir un hielo deslizándose.

—Cierto, lo olvidé, debería hacerte sentir bien, ¿verdad? —Kanato enredaba mi cabello entre sus dedos, jugando con él mientras atacaba mi cuello con sus colmillos, hasta que terminé desmayándome por la gran cantidad de sangre que bebió.