Qi Xi

La cruda verdad

- ¿Como se supone que debo seguir adelante? .- Jinyoung permanecia inmovil en el marco de la puerta, manos temblorosas mientras que finas lagrimas sabor a sal se deslisaban a lo largo de su rostro. Una mirada llena de dolor pero aún con mucho amor en ella.- Te entregue cada parte de mi vida, mi libertad, mi ocio, mi esencia y simplemente la tirast...

- Tu tuviste la culpa.- Frío, calculador y con arrogancia; ese era el tono con el que se dirigía. Un hombre mas alto y con aspecto de mayor edad. Un pantalon ceñido a su cuerpo en conjunto a una camisa blanca le hacían ver atractivo y apesar de inmutarse ante las lagrimas de su esposo, este aún veía todo lo bueno en el porque cuando alguien se enamora es incapaz de darse cuenta del peligro.- ... te he dicho que no te metas con mi trabajo, no me interesaba festejar otro absurdo aniversario pero aún así llegaste sin siquiera anunciarte. Esta situación no es mi culpa y es mejor que te limpies, tus padres estan por llegar y no voy a tolerar que nos hagas pasar un mal rato todo por tus tonterias.- paso a su lado evitando tocarlo, se acomodo la camisa mientras tomaba su saco a juego con su pantalón y salió de la habitación.

...

- ¡Oh mi Jinyounie! - una cariñosa mujer le tomo las mejillas mientras le sonreia de tal manera que toda la maldad del mundo desaparecia.- Cada que visitamos tu casa esta radiante... ¡tu estas radiante! y eso solo habla de lo bueno que ha sido Soohyun como esposo.- para este punto, la mirada de Jinyoung se había tornado gris mirando la blancura del marmol.

En ese momento, solo pudo recordar la sensación de miedo y como rompia su corazón con cada palabra que salian de esos labios que seguía muriendo por besar pero no lo haría, porque ahora solo puede imaginar una mujer alta y peliroja besandolo.- Para mi es el mayor privilegio del mundo, llenar de alegrias el mundo de mi amado esposo...- esas palabras lo regresaron a la realidad mientras un beso se posaba sobre el dorso de su mano, una caricia sobre el anillo color oro colocado sobre su dedo anular izquierdo y una sonrisa por parte de sus padres lo hicieron tener nauseas, odio, coraje, rabia.- ¡¡¡YA BASTA!!! - un grito, un golpe y lagrimas amargas fue lo que le siguieron.- Eres un descarado y no me interesa todo lo que pase a partir de este momento pero no seguire contigo, eres un desgraciado que solo me tomo porque quieres heredar la empresa de mi padre y solo te puedo decir ¡QUEDATELA! no me interesa estar con un hombre que tiene un amorío con una mujer.- estaba incontrolable, al momento de arrebatar su mano golpeo la mandibula de Soohyun, su madre lo jalaba del brazo para hacerlo calmar mientras su padre revisaba el estado de su yerno.- ...es mas, mi padre parece mas el tuyo, quedatelo, no me interesa pero solo dejame en paz, no me vuelvas a tocar porque me das as...- ardor, dolor, vista nublada y al parpadear pudo captar lo que había pasado; un golpe, fugaz y doloroso, certero y cegador.- ¡¿Como te atreves PARK JINYOUNG?! - su padre permanecía rojo del coraje y sus canosos cabellos se alborotaban al compas de sus movimientos.- Si no fuera por Soohyun tu estarias solo y tratado como apestoso porque aún no lo entiendes ¿eh? ¡No eres normal! y el nos hizo el favor de desposaste y cumplir con todos los deberes que conlleva ser tu esposo, no eres nadie para juzgarlo... - la mano de Soohyun lo detuvo de volver a darle un golpe mientras el llanto y el cuerpo de su madre se interponia de los dos hombres parados frente a ellos.

No podía creer lo que escuchaba, no de nuevo; habían pasado cinco años desde su padre lo miraba con asco y decepción. La ultima vez estuvo a punto de terminar con su vida y ahora se encontraba ahí, en el derrumbe de sus sueños que ya meses atrás había comenzado pero como haría enojar a su padre después de que le dijera el primer "estoy orgulloso de ti, hijo" ... claro que no podía y calló, calló los gritos y golpes por parte de ese hombre que aún amaba, calló las veces que lo vio y el no se dio cuenta, calló porque prefería guardar silencio a ver el caos; su madre sufriendo y preocupada por el, su padre enojado y decepcionado mientras que el, a sus 23 años está en el centro de la habitación con miedo en cada centímetro de su cuerpo, las lágrimas rodaban a lo largo de su rostro hasta llegar a su camisa blanca con detalles negros.