Jeon sabía que iba a despertarse alrededor de los brazos de la pareja cuando la mañana llegó, pero cuando abrió los ojos se dio cuenta de que el mullido colchón en el que reposaba su cara no era necesariamente un colchón y de que había un brazo que lo rodeaba por la cintura.
Entre parpadeos, levantó un poco la cara para encontrarse a sí mismo medio recostado sobre el cuerpo de TaeHyung y, aunque estuvo a punto de alejarse del cuerpo a toda velocidad, también se dio cuenta de que HoSeok no estaba en la cama y prefirió removerse para buscarlo, olfateando el ambiente y girando su cabeza para encontrarlo, pero no parecía estar en la habitación y, por el sonido que lograba escuchar a lo lejos, supuso que estaba haciendo el desayuno.
Se quejó con un bufido, quitando su pierna de encima de TaeHyung y sacándose de encima el brazo del alfa que seguía dormido. Lento, JungKook se sentó en la cama y se restregó el rostro para sacarse los últimos vestigios de sueño que no le dejaba abrir bien los ojos. Bostezó, miró un par de segundos un banco que reposaba en una de las esquinas de la habitación y se deslizó fuera de la cama.
No llegó muy lejos, sin embargo.
TaeHyung lo había tomado de la cintura otra vez, jalándolo de vuelta a la cama para atraparlo en un abrazo de oso a la par que se acomodaba para seguir descansando y JungKook se quejó como un gato que acababa de ser arrastrado por su dueño para ser besado y mimado en contra de su voluntad, algo como lo que estaba haciendo TaeHyung en ese momento; restregando su cara contra el alfa de manera desordenada mientras lo mantenía preso contra su cuerpo, el propio JungKook moviéndose con fastidio.
—¿Vas a hacer esto cada vez? —habló con dificultad entre empujones y patadas sin fuerza, TaeHyung sólo lo apretaba más contra sí, su cara en el cuello de JungKook con su nariz pegada a su glándula, una zona sensible.
—¿Insinúas que dormirás más veces con nosotros? —cuestionó, y aunque JungKook no podía verlo por la posición del abrazo, sabía que estaba sonriendo; quizás porque pudo sentir el movimiento de sus labios contra su cuello—. Porque eso sería maravilloso, cachorro.
El pelinegro se quedó estático un momento, procesando no sólo la pregunta, sino la implicación de lo que sería dormir con ellos muchas más veces, quizás sintiéndose un poco abrumado, pero no en el mal sentido.
—Tsk, no lo sé —optó por responder, pero eso había sido más que suficiente—. ¿Y puedes dejar de llamarme "cachorro"?
—Es que eres un cachorro, ¿de qué otra manera podría llamarte? —contraatacó TaeHyung, su voz quejumbrosa—. Luciendo tan inocente y lindo, todo berrinchudo e impulsivo, siempre haciendo un desastre cuando algo no te gusta —decía seguro de sus palabras, su tono de voz amoroso rebotando en el cerebro de JungKook para abochornar cada vez más a su persona—. Además, se nota que te gusta, tu lobo hace que huelas más dulce cada que te lo digo. Incluso ahora, aunque sienta cómo me gruñes, hueles delicioso.
JungKook agradecía que el otro no pudiera ver su cara porque sabía que estaba sonrojado, no había manera de no estarlo cuando hasta su cuello se sentía demasiado caliente, sus orejas hirviendo y sus mejillas ni se diga.
La situación lo congeló, quería gritar.
TaeHyung rió y aprovechó el congelamiento del otro para acomodar el desordenado abrazo. JungKook se dejó hacer con labios apretados, su brazo sosteniendo uno de los brazos del rubio mientras su nariz quedaba a la altura del hombro de TaeHyung, ambos enfrentados el uno al otro, pero como Kim se acurrucaba contra su cuello ellos no se veían fijamente.
En esa posición, JungKook sólo podía ver la ventana de la habitación por donde entraban pequeños rayos de sol a través de las cortinas a medio cerrar, al otro lado se veía un muro que casi llegaba a la altura de la ventana, pero la que suponía separaba el terreno de las otras casas circundantes, mientras que el espacio entre esta y la ventana era considerable, dándose una idea de que debían tener un pequeño patio trasero.
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Un poco común triángulo amoroso ♡ vhopekook ❀ omegaverse
Romance♡ ; el amor es más complicado que cualquier otra cosa que los humanos hayan tenido la dicha de experimentar. Te hace sentir que vuelas alto en el infinito cielo, pero al mismo tiempo te empuja a tierra con una presión que te saca el aire de los pulm...