Conociste «Baratie» en tu primer día de trabajo. La cafetería estaba estratégicamente ubicada para que cualquier empleado que saliera del edificio la viera al instante. Aunque era curioso que hubieran optado por una temática marina en lugar del minimalismo o el estilo industrial tan en boga en la zona. Pero sin duda se destacaba entre los demás locales ¿verdad? Después de todo llamó tu atención inmediatamente. A través de sus amplios ventanales, se podía observar el interior del lugar, que emanaba un ambiente veraniego como si lo hubieran arrancado de una playa paradisíaca para que se cruzara en tu camino. Quizás fue la curiosidad o simplemente el deseo de hacer algo diferente durante tu hora de almuerzo, pero sin darte cuenta, cruzaste la calle y te encontraste frente al cartel que colgaba en la entrada, invitándote a probar su limonada de café.
Aunque no estabas segura de seguir la recomendación, maniobraste con tu bolso y te adentraste en el local. Las sillas y mesas de madera clara contrastaban hermosamente con los asientos y manteles turquesas. La decoración mantenía la temática marina con múltiples adornos en las paredes en tonos blancos y naranjas. Todas las mesas estaban ocupadas y la gente parecía disfrutar más de su comida que de la compañía. Te aproximaste a la barra, donde unos altos bancos te invitaban a sentarte, permitiéndote apreciar el trabajo de los baristas. Subir a tu asiento fue todo un desafío, intentando no dejar caer tu bolso ni perder la dignidad en el proceso, sobre todo cuando te percataste de que estabas siendo observada. Al otro lado de la barra, un hombre alto con cabello rubio que cubría uno de sus ojos, te regaló una sonrisa que solo alguien que prometía problemas podía lucir. Él vestía un delantal rosado que no encajaba exactamente con el uniforme de los meseros y tampoco combinaba con su elegante traje, pero no había duda de que le sentaba bien.
— ¿Debo pagar en la caja antes de sentarme? —preguntaste tímidamente, recordando la incertidumbre que siempre acompañaba la experiencia de ir a un lugar nuevo. Nunca estabas segura del sistema o si estuvieses haciendo el ridículo al asumir cosas.
— No, solo estaba imaginando la posibilidad de saltar por encima de la barra para salvarte de una potencial caída —respondió él con una sonrisa pícara. El hombre revisó que las mangas de su camisa de vestir estuvieran dobladas por encima de sus codos y se inclinó sobre la barra, sosteniendo un menú con un gracioso pez en la portada—. Soy Sanji, y te recomiendo probar la limonada de café —rio al notar la duda en tus ojos y se apoyó en sus codos—. ¿No quieres probar algo nuevo en tu primer día?
Esa fue la primera de muchas ocasiones en las que Sanji te sorprendería. Mientras tu mirada exploraba en diferentes direcciones, intentando comprender de dónde había sacado esa idea, él simplemente se rio y señaló tu bolso, que estaba a punto de caer de tu regazo y lleno de demasiadas cosas que parecían resultar innecesarias en ese momento.
— He visto a demasiada gente en su primer día de trabajo, y la mayoría no sabe qué hacer consigo mismos. —Sanji te guiñó un ojo y se enderezó— Voy a traer tu orden antes de que se acabe tu hora de almuerzo. Tú intenta no caer ¿sí?
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Limonada de café
Fanfiction«One Piece» [Sanji x Lectora] «Coffee Shop AU» Conociste «Baratie» en tu primer día de trabajo. La cafetería estaba estratégicamente ubicada para que cualquier empleado que saliera del edificio la viera al instante. Quizás fue la curiosidad o simple...