Soy Feliz

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Feliz de estar a tu lado, de verme reflejado en tus ojos, saber que tu sonrisa solo es provocada por mí, que te sonrojas cuando tomo tu mano o cuando te beso. Soy feliz al saber que te pone nervioso conocer a mis padres, de que quieres pedirles mi mano, de que seas tan malo para las sorpresas, porque si cariño vi la pequeña cajita en tu gaveta, soy feliz de que a pesar de los años nunca te rindieras de mantener lo nuestro en secreto, soy feliz porque tú me haces feliz y soy feliz porque hoy después de verte, iré a enfrentar a mis padres para poder estar a tu lado como siempre quisimos.

Estaba frente a la gran puerta de madera, sentía mi respiración acelerada y mi cuerpo sudar, el ambiente de la casa era pesado, silencioso, no ayudaba para nada a mi estado anímico, pero allí estaba, dispuesto a todo porque te lo prometí. Levanto mi mano haciéndola puño para tocar, en mi cabeza pasaban las palabras que repase toda la noche en mi habitación, debía mostrarme seguro, firme, así como mi padre señalaba desde mi corta edad. Arregle mi ropa y peine mi largo cabello rubio, tome una honda respiración y entre.

Joder.

Pensé al ver a dos personas sentadas frente a mi padre, salude como corresponde para luego dar media vuelta e irme, pero ya era tarde, extrañado tome asiento en unos de los cojines en la espaciosa oficina, sin disimular lo confundido que estaba cuando mi progenitor sonrío explicando la situación. Siendo sincero, al entrar no preste atención a los invitados y no cambio hasta que los sujetos se levantaron junto a mí, y allí con sus pequeños ojos tímidos, lo conocí. Según recuerdo el hombre pálido lo presentó como su hijo, Min Yoongi, sonreí saludándolo recibiendo una mínima elevación de comisura, le consulte a mi mayor que me urgía hablar algo pero este me señaló que después de la cena con los invitados tendría tiempo de sobra.

Acepte y tome mi celular al sentir un mensaje, mis mejillas se sonrojaron al ver lo que me escribiste, siempre fuiste muy cursi, amaba eso de ti, nunca te lo dije y es ilógico que lo haga ahora pero aquí estoy. No pude contestarte cuando la voz del hombre ajeno a mi le pidió a Yoongi que saliera conmigo, que habláramos mientras ellos llevaban su conversación, no me negué, guarde mi celular y salí tras él. Lo lleve al patio trasero, sentándonos en el Quiosco de mi madre, Yoongi era muy callado todo lo contrario a mí, solo que no encontraba de que entablar conversación por lo que nos quedamos unos largos segundos mirando a la nada, envueltos en un incómodo silencio.

No aguante mucho y coloque una de mis canciones favoritas, esa que utilizaste para conseguir mi número la primera vez. Note como Yoongi giraba a verme regalándome una linda sonrisa al expresar lo buena que era la canción y lo mucho que le gustaba, yo también sonreí expresando abiertamente mi encanto con ella, y ya sabes lo que siguió después. Las horas pasaron rápido por nuestra conversación, para esa altura ya sabía sus gustos, la edad y todo lo banal en cuanto a información personal se refiere.

Es una persona interesante y con la cual podría llevarme bien en el futuro, tú también aunque conociéndote ya hubieras dicho que era tu amigo.

Lo demás fue aburrido, fuimos a cenar y mantuvimos una amena conversación en la mesa, le mostré una de nuestras fotos y su sonrisa decayó, no tuve tiempo de preguntar cuando mi padre se levantó tomando la mano de mi madre. ¿Por qué hacen eso de repente? No tuve ni que preguntar y si me hubiera imaginado la situación, créeme cariño, no hubiera ido a la casa ese día y ni siquiera me hubiera preocupado por la reacción de Min.

-Estamos felices de que nuestros hijos se hayan llevado tan bien, eso haría el proceso más fácil.-¿Proceso? ¿Qué proceso? - Jimin, te casaras con el heredero de la familia Min, Yoongi.-

Silencio, fue todo lo que quedo en la mesa después de esa absurda noticia, mis ojos rápidamente se dirigieron a Yoongi buscando desesperadamente su enojo, sorpresa o frustración pero al parecer el también se había burlado de mí. Quise vomitar en el momento en que este se levantó haciendo una reverencia y respondiendo una afirmativa, mire a mi madre suplicándole ayuda, ella sabía que yo te tenia, sabia de lo nuestro y tus planes conmigo ¿Por qué ahora me daba la espalda? ¿Por qué no decía nada como todas las veces que me prometió su ayuda? Bebé quería salir de allí, de esas cuatro paredes, quería llamarte para que me calmaras e idear un plan para escaparnos juntos como en las películas clichés.

Pero no amor, esto no es una película, aparte la silla para largarme pero su voz autoritaria me obligó a quedarme, lo hice. No articule palabra, ignore todo a mi alrededor y le desee el mal al joven que se encontraba al lado mío terminando su cena sin mirarme. Cuando todo acabo, subí a mi habitación cerrando la puerta con seguro, me tire en la cama y lloré, llore como la vez en que te enfermaste y pensé que te irías de mi lado, llore de impotencia, lloré de frustración. Después de minutos intentando calmarme te llamé, no necesite explicaciones viniste al instante y solo con tu presencia encontré la paz.

Los días solían ser un infierno donde podías sentir la irritación en mí. Mi padre se encargó de impedir que saliera a verte, sí cariño él se enteró por mí, no puede aguantarlo se lo grite, le explique entre miles de lágrimas que amaba a alguien más, que mi futuro estaba contigo mas no le importó como a mí tampoco. Todas las veces que pude me escapaba, pasábamos tiempo juntos, tranquilizabas mi corazón, me amabas. Sé cuánto lo hacías, la noche en que nuestros cuerpos se abrazaron en nuestro lugar, lo supe y allí sentí la felicidad misma que te impulso a idear un plan para perseguirla, olvidándonos de todo y de todos. Era tiempo, nuestro tiempo.

Es gracioso como recuerdo con claridad esa noche, había salido de casa en la madrugada y para mi suerte nadie se percató de mi ausencia por lo que con mi mochila al hombro me dirigí al lugar indicado donde espere en el césped tu llamada, no llegó. Te mande un mensaje de texto, no llegó. Espere, espere y...espere. ¿Debí hacer más verdad? Debí ir a tu casa, preguntar por ti, llamarte, buscarte. Lo siento cielo, perdón por ser tan conformista, sin saber lo que pasaste me idee cientos de escenarios en mi camino a casa, y nunca voy a entender como mi padre supo dónde encontrarme, pero tal vez eso nunca lo sabré al menos no de tu parte. Fue un desastre, recibí golpes, amenazas y burlas, pregunte mil veces por ti obteniendo la misma respuesta.

-Se fue con otro para siempre, olvídate de él.-

Claramente no lo creí, era una excusa barata para terminar lo nuestro y me quede firme a ese pensar hasta que a mis manos llegó una carta, era tu letra, tus palabras, tus... ¿sentires? No lo creí a pesar de las evidencias, yo confiaba en ti, te conocía y por sobre todo te amaba. Las siguientes semanas te busque por todos lados, nadie sabía nada de ti, te espere en nuestro lugar hasta el amanecer incontable veces, aquello no pareció agradarle a mi padre puesto que al encontrarme y harto de la frustración me confesó lo que realmente pasó...Y Dios amor, lo siento tanto.

Nunca volví a ser el mismo, no sonreía, no comía, no dormía, sentía un enorme vacío en mi interior. Para mí los días pasaban lentos, pero ya habían pasado meses, meses en lo que a pesar de mi estado fui forzado a ir a cenas, paseos, almuerzos, eventos con mi prometido. Sí para ese punto se había anunciado nuestro compromiso y posible fecha de bodas, si me vieras...parecía un pequeño muñeco que solo sonreía cuando se lo pedían haciendo feliz a otros pero nadie a mí. Cada cuanto salíamos Yoongi intentaba sostener mi mano pero yo nunca le dejaba, no quería saber nada relacionado a él, lo odiaba a un más de lo que llegue hacer después de la noticia.

Yoongi se notaba agotado, triste y desilusionado, pero no me interesaba, en cuanto veía la posibilidad me alejaba encerrándome en mi habitación a llorar. Esta situación se repetía y repetía al culminar cada actividad, veía los intentos de Min por acercarse para hablar, sí es cierto que quería escuchar que sentía, pero no estaba listo, su presencia me molestaba y tu ausencia me dolía. Las cosas siguieron de la misma manera hasta que anunciaron la fecha de bodas, en una gran cena con los amigos de mi padre, yo baje la cabeza incomodo al sentir la mano de Yoongi, podía percibir lo incomodo que también estaba pero ambos teníamos que permanecer actuando como "enamorados" hasta que todo terminara.

En un momento donde nos encontrábamos solos lo escuche.- Jimin, lamento lo que pasó...he querido decírtelo desde que lo escuché de mi padre, fui a tu casa pero no me dejabas verte...lo siento y quiero que sepas que...estoy para ti.- No sé porque lo hice, quiero culpar a mi dolor, pero siendo sincero solo quería compañía, por lo que recosté mi cabeza en el espacio del hombro y cuello susurrándole que me abrazara, lo sentí tensarse pero de todos modos lo hizo y...se sintió reconfortante.

‹Lazo›  {Yoonmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora