Capítulo 9

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Freen se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano y ajustó sus lentes de sol. El termómetro marcaba treinta y tres grados pero estaba segura que la sensación térmica debía ser aún mayor. En otras circunstancias, se habría quedado todo el día en casa disfrutando de la comodidad de un lugar con sombra y aire acondicionado, pero esta vez todo era diferente.

-Vuelve aquí y ayúdame con esto -demandó la pequeña rubia que reía sin control después de que la cría de elefante que estaba ayudando a bañar, agitara sus orejas salpicándola de pies a cabeza.

La fotógrafa bebió un par de tragos de su botella de agua y rápidamente se encaminó al encuentro de su compañera. En su rostro, una sonrisa tonta de la cual no había podido desprenderse desde aquella mañana y, en su cabeza, un solo pensamiento: lo hermosa que era Rebecca.

-No puedo dejarte sola más de cinco minutos sin que te metas en problemas, ¿no? -le dijo en tono juguetón, tomando la manguera de las manos de la actriz y acomodando un rebelde mechón de cabello rubio detrás de su oreja.

Rebecca suspiró.

Los ojos de ambas se encontraron y Freen tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para alejar su mano del rostro de su compañera. Ambas sabían que algo había cambiado entre las dos la noche anterior, sin embargo, aun no parecían estar listas para poner en palabras lo que su cuerpo ya sabía y que las tenía buscando permanentemente la cercanía de la otra, como guiadas por una fuerza magnética imposible de evitar.

-Lamento desilusionarte pero me las estaba arreglando bastante bien sin ti -respondió Rebecca, -solo quiero un poco de agua.

Freen enarcó una ceja fingiendo concentración y tras pensarlo un poco, levantó la manguera tirando ligeramente del gatillo para que pequeñas gotas salieran disparadas a presión en dirección a la actriz.

-¡FREEN! -gritó apartándose del agua tan pronto como sus reflejos se lo permitieron.

La fotógrafa se echó a reír y cortó de inmediato el flujo de agua. Miró a la actriz sacudirse los brazos y, tras la sorpresa inicial, vio a Rebecca devolverle la mirada con intensidad. No queriendo averiguar si su expresión de enojo era real o fingida, Freen retrocedió soltando la manguera y echó a correr perseguida por la mujer más pequeña. Las dos no tardaron en convertirse en el centro de atención, no solo por el hecho de quien era Rebecca, sino por la forma en la que realmente parecían estar disfrutando el día, cual dos niñas que visitan por primera vez un santuario de elefantes.

-¡Basta, me rindo! -la fotógrafa levantó las manos en señal de rendición, aceptando el chorro improvisado que Rebecca lanzaba en su dirección con el aspersor.

Levantó el rostro aprovechando el agua para refrescarse y se pasó una mano por el cabello oscuro para acomodarlo. Los rayos de sol iluminando su expresión, delineaban un hermoso juego de luces y sombras que le daban un aura de sensualidad ante la cual, la actriz no pudo hacer más que tragar saliva.

-¿Y bien?, ¿vas a dejar de mojarme o debería tomar mi lugar entre los elefantes? -interrogó la fotógrafa cruzada de brazos e inmóvil aun bajo el agua.

Rebecca dio un respingo al darse cuenta que se había excedido y ahora Freen estaba con la ropa completamente empapada.

-Lo siento -dijo avergonzada, desviando el chorro de la manguera.

-Está bien, no te preocupes -respondió ella con una sonrisa restando importancia. -Puedes terminar aquí mientras voy a secarme.

La fotógrafa dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección hacia las cabañas que servían como vestidores para los turistas. Apenas había avanzado unos metros cuando escuchó a la actriz despedirse y comenzar a seguirla.

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora