Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-

|𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 24|

NOTA DEL EDITOR:

A PARTIR DE ESTOS CAPITULOS LA HISTORIA SE VUELVE CADA VEZ MÁS VIOLENTA. LOS TEMAS SE VUELVEN MÁS SENSIBLES Y DIFÍCILES DE DIGERIR. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN DEL ESPECTADOR.

Se les pide por favor no repetir estos patrones de conducta, asímismo, les mandamos todo el apoyo del mundo si se encuentran en una situación de esta índole. Salir del ahí es dificil, pero no imposible.

Oku

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NOTAS DEL CAPITULO:

Aoiha querida!

Borre tu review sin querer! el trackpad del telefono a veces se vuelve loco y así D:

Oh! El primer médico del capítulo anterior era una mezcla bizarra, odiosa, y sin tacto de Cristina y Bailey de Grey's anatomy... la han visto? a mi me encanta -random-

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Capítulo 24

Uruha llevaba una semana en el hospital. Una semana donde Reita iba todos los días a visitarlo, para que le dijeran una y otra vez, que las visitas estaban suspendidas, aun así seguía volviendo.

Ya todos habían vuelto a Tokyo menos el.

O al menos eso era lo que todos creían.

Aoi se había devuelto a Tokyo, pero a los tres días no pudo más, casi por medio de un impulso agarró lo estrictamente necesario y salió hacia Kyoto.

Cuando estuvo en la ciudad fue que comenzó a pensar en las consecuencias de su idea. Si a Reita no lo dejaban entrar, no habría manera en el mundo de que lo dejaran entrar a el. Además que no se atrevía llegar al hospital en horas de la tarde para probablemente encontrarse al bajista. Eso sería demostrar demasiada importancia hacia Uruha y para seguir con la realidad que todos conocían, el pelinegro no debía hacer más que preguntar por el castaño cuando fuera estrictamente necesario.

Pero ya no podía devolverse a Tokyo, decidió alquilar una noche en un hotel y regresar a la capital al día siguiente, como si nada hubiera pasado.

Y así hizo... o al menos, así trató de hacer, porque una vez fue de noche y estuvo instalado en su habitación, no podía evitar pensar en lo que había pasado la última vez que había estado en una habitación como esa y todo lo que había desencadenado. Aprovechando un impulso, de esos tan frecuentes últimamente cuando se trataba de Uruha, salió del hotel y agarró un taxi, dispuesto a ir al hospital.

Luego de pasar a los hombres de seguridad que estaban mas entretenidos viendo la televisión que vigilando, pudo entrar, los pasillos del hospital estaban prácticamente silenciosos y vacios, las pocas personas que se encontraban en el lugar lo miraban de reojo y las enfermeras murmuraba entre ellas.

Subió al piso donde recordaba que estaba Uruha y caminó un poco hasta encontrar la puerta, sonrió al ver que el pasillo estaba desierto y caminó rápidamente hasta alcanzar la puerta, moviendo la manilla... y descubriendo que estaba con llave.

Sus ojos se abrieron exageradamente. ¿¡Cómo podían mantener a Uruha encerrado?!

- ¿Necesita algo? – una voz delicada justo atrás de el lo sobresaltó, se volteó encontrando una enfermera realmente bonita, y Aoi hizo lo primero que vino a su mente... sonrió seductoramente.