No Merezco Tu Piedad || Dip

04. Satanista amable

Ya era de mañana, aproximadamente las 8:20, Phillip se encontraba despierto; En la cocina preparando un poco de té en una tetera con estampado floral monocromático, aquella ceramica era preciosa.

Tarareaba de vez en cuando y cortaba frutas sosteniendo aquellas sin fuerza algunas cosas, cómo postres.

Escuchó un objeto que se calló detrás de él, eso lo hizo estremecerse ligeramente pero sus manos no se detuvieron en el momento preciso y...

Se cortó.

No fue algo grave, soltó un pequeño pujido mientras tomaba un paño húmedo y detenía ese líquido carmesí que brotaba de la cortada mediana en su dedo índice.

-¿Necesita algo, amo?- Levantó la mirada con una sonrisa servicial, evitando el hecho de sostener su mano entre el paño.

El cenizo no correspondio sus palabras pero su usual ceño fruncido se desvaneció un poco al acercarse, tomó la mano del rubio quién tenía una mirada incómoda pero se dejó sostener, el cenizo cerró los ojos y después de algunos segundos retiró el paño húmedo, mostrando el dedo índice cómo si nunca hubiera tenido esa cortada.

-Usted...- Phillip tocó aquel dedo índice, la sangre no brotaba y todo estaba cómo nuevo -Cómo... ¿Cómo lo hizo?

-Tengo unas ayuditas. No olvides llevar un poco de té a mi oficina, te estaré esperando.

-Sí, amo.

Damien soltó una sonrisa que se desvaneció cuándo se dió la vuelta y comenzó a caminar, el rubiecito suspiró, tomó una pequeña charola en la cuál colocó dos tazas y la tetera con aquella bebida caliente, té negro.

Dejó las frutas ya rebanadas en un tazón que dejó refrigerando para después, se dispuso a agarrar la charola y salir de la cocina en camino a la oficina del cenizo con extremo cuidado y miedo de romper la cerámica delicada.

Ya estaba cara a cara con la puerta de aquella oficina, tragó en seco y golpeó.

Fue un silencio que se sintió infinito, hasta que el cenizo abrió la puerta, tenía una expresión calmada y esta vez no usaba su abrigo oscuro, solamente su camiseta simple clara con su colgante de cruz invertida.

-Tardaste un poco, Pip.

-Je... Lo lamento.

Ambos se compartieron una sonrisa mientras el rubio dejaba la charola aún con la tetera de líquido caliente.

-¿Cómo te fue ayer con Kenny?- Preguntó mientras se servía algo de té, miró con el ceño fruncido cuando notó que el rubio intentó levantarse.

-¡Bien! Tomé una especie de bebida con hielo, ¡además me invitó un helado!- Decidió responder cómo si aquello nunca hubiera ocurrido, tomó nuevamente asiento con su sonrisa ligera

-¿Y ese traje? ¿Por qué te lo compró, dónde lo compró?

-Entramos a una tienda del mercadito... Una dama vestida de carmesí con rizos rubios nos acogió en su boutique, me llevó al interior de una habitación y me entregó algunas prendas, arregló mi cabello en una coleta también... Al principio me sentí incómodo con estas prendas tan ajustadas pero supongo que me acostumbré rápidamente a utilizar cosas ajustadas. -Hizo una pequeña pausa antes de continuar- Realmente no sé por qué Kenny me compró este traje, pero es muy amable conmigo, si no fuera por él... Supongo que estaría sufriendo en este instante.

-¿Dama vestida de carmesí con rizos rubios? Ugh... Bebe.

-¡Sí, ella!

-No deberías hablar con ella, ni siquiera mirarla... Ella me da mala espina, parece que descubrió algo que yo le oculto a este maldito pueblo...