𝒱𝐼𝐼- 𝓔𝓵 𝓬í𝓻𝓬𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓮 𝓯𝓾𝓮𝓰𝓸-

1.5K 184 118
                                    

*Separador: Gally*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*Separador: Gally*

Las noticias que me había llevado el tritón me dejaron peor de lo que estaba segundos antes.

Durante mi ausencia en comunidad, habían pasado terribles tragedias que hasta el momento me eran difícil de creer. Tragedias que habían sido un duro golpe para toda la manada.

¿Cómo pudo pasar? ¿Acaso es una broma muy cruel que me están jugando por todo lo que he hecho este último año?

Diosa...

El alfa Román, Ethan y al parecer su esposa embarazada, habían muerto hace unos días, los habían matado unos demonios de la forma más cruel posible.

Me quedé estática en mi sitio sin creer del todo en las terribles palabras que el tritón me acababa de decir. La culpa de no haberme enterado unos días antes para estar allí y apoyar a Evanna me carcomía. Debí ir a por ella, debí cerciorarme de que estaba bien, no suponer que Sam podría hacerse cargo de ella; después de todo, aún seguían siendo unas niñas.

Y para empeorar todo, si la noticia de las trágicas muertes me había dado un duro golpe mental y sentimental, el enterarme de que mi niña había desaparecido hace unos días, me devastó. Al parecer, desde aquel día tan trágico, nadie había vuelto a ver a la rizada por ningún lado, y yo era la última persona con la que les quedaba buscar.

Salí apresurada junto a Matthew luego de que me explicara todo, tomé el control de mi cuerpo y no dejé que se bloqueara por el miedo o el dolor que estaba sintiendo. Tenía que encontrarla.

Estuvimos todo el día buscándola por todos los lugares que pudimos, pero no había ni una sola pista de su paradero.

—Tenemos que ir a descansar, Gally.

—Ve tú, yo seguiré...

—Vamos, te ves mal. Tienes que ir a alimentarte y descansar. No ayudará-

—Ya cierra la boca— Lo interrumpí con molestia, a pesar de que tenía razón. — Tengo que encontrarla.

Sus ojos me recorrieron con cautela, analizando mi comportamiento y a los segundos asintió.

—Bien, sigamos. Iré por algo para alimentarnos, ¿sí? La encontraremos, tranquila.

Aquellas palabras me tranquilizaron un poco.

Lo único que sabía del pelirrojo era que en el pasado estuvo pretendiendo a Evanna, y al parecer, hizo una escena frente a toda la cafetería cuando se enteró de que estaban juntas Sam y Ella.

Yo estuve ahí, pero no he logrado recordar. Lo único que sí recuerdo es el dolor profundo que inundó mi cuerpo.

Sonreí ante el pensamiento de que Evanna era capaz de hacer que las personas se preocupen por ella a pesar de haberlos dañado, porque todos sabíamos que, si ella llegaba a dañar a alguien, era completamente sin querer.

Infierno Escarlata (C.E 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora