Capitulo 2: Nuevo portador

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La lluvia se había intensificado, provocando que las gotas de agua cayeran con más frecuencia y velocidad, el lodo ya se había formado y había múltiples charcos de agua por las calles. Izuku corría lo más rápido que podía, intentando ir por los lugares que lo refugiaban de la lluvia. Aún así, el peliverde ya estaba completamente empapado, tanto su ropa como su mochila, lo más seguro es que sus libretas también lo estaban.

Después de haber corrido como si estuviera en un maratón, Izuku por fin había llegado a su hogar, entrando rápidamente para evitar empaparse más de lo que ya estaba. Lo primero que hizo fue dejar su mochila en el suelo y quitarse sus zapatos en la entrada de su hogar, para acto seguido ir a buscar una toalla y secarse.

Luego de hacerlo, Izuku ya se encontraba seco, se había cambiado de ropa para estar más cálido y metió su uniforme mojado a la secadora para luego guardarlo. Ahora mismo se encontraban revisando su mochila, notando que la mayoría de sus cosas también se mojaron. Izuku sacó casi todo de la mochila y colocó todas sus cosas en un lugar donde se pudieran secar.

Mientras que Izuku hacia eso, su estómago gruñó, haber corrido tanto le había dado hambre, así que se dirigió a la cocina para buscar algo de comer. Afortunadamente, Izuku tenia una madre amorosa que siempre le dejaba algo de cenar, pues ella llegaba hasta altas horas de la noche, lo mejor era que su madre le dejó su platillo favorito, el katsudon.

Metió el katsudon al microondas, poniéndole el tiempo suficiente para que se calentara la comida. Izuku aprovechó para continuar con lo que hacia, volvió a donde dejó su mochila y la tomó del piso para dejar que se secara en algún lugar.

Extrañamente, Izuku sintió que la mochila aún cargaba con algo, abrió el cierre y notó que al fondo de la mochila, se hallaba la máscara tan rara que había encontrado antes. Izuku se le quedó observando, ahora podía ver minuciosamente la máscara, notando cada detalle de ella, los colores tan llamativos que poseía, aquellos pinchos que la rodeaban dandole un aspecto algo intimidante y sobre todo, sus ojos, esos ojos que parecían mirar en lo más profundo de su ser.

La máscara era aterradora sin duda, parecía perfecta para llevarla junto a un disfraz e ir a un fiesta de disfraces con sus amigos, claro, si tan solo los tuviera.

El peliverde sintió curiosidad, mucha curiosidad, le dió vuelta a la máscara, de manera que pudiera ver su interior, y poco a poco la acercaba a su rostro lentamente, pudo sentir como su vista se nublaba poco a poco, como si estuviera a punto de perder la conciencia, creyó que era porque los orificios de la máscara eran pequeños, así que continuo acercandola a él.

Cuando estaba a escasos centímetros de colocarsela por completo, un sonido lo detuvo, su comida estaba lista.

Izuku dejó la máscara en una pequeña mesita frente al sofa, dirigiéndose a la cocina para degustar de su katsudon, abriendo el microondas, saco su comida del interior, estaba caliente, así que lo hizo con cuidado. Sin esperar más, tomó un tenedor y comenzó a comer, solo en la mesa.

Mientras comía, Izuku no pudo evitar recordar lo que sucedió esa tarde, fueron demasiadas cosas, y muchos sentimientos encontrados, recordó como estaba al borde en lo más alto de un rascacielos, a punto de lanzarse y terminar con lo que él pensaba, su patética vida.

También, recordó las palabras de su ídolo, por un momento creyó que él lo apoyaría en su sueño, tal vez incluso lo entrenaria, pero fue muy iluso, siempre lo ha sido. Desde que tiene memoria, se había aferrado a su sueño de ser héroe, tenia esperanza de que podria convertirse en un heroe aun si no tenia un quirk, pero ahora, ahora que había abierto los ojos graciad a las duras pero sinceras palabras de All Might, puede decir con seguridad, que fue un idiota.

Te has encontrado con un terrible destino, ¿no es así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora