*Separador: Gally*
—Vámonos— Dijo Gemma luego de verificar que todos nos encontráramos bien. La sonrisa en el rostro de la pelirroja me hizo enojar— Tenemos lo que queríamos.
Nadie dijo nada, la reina se quedó esperando en su forma animal a que todos cruzáramos el portal hacia el castillo que recién se había abierto para nosotros.
Dudé un poco en entrar a la enorme pared de agua, ya que mis ganas de ir tras Krista eran más grandes que la sorpresa de que ella fuera la traidora de la que hablaba Dynthea.
Al pasar por el portal, me encontré de frente con Infinity Moon y Andrómeda. Ambas sorprendidas por nuestra pronta llegada.
—¡Mamá! — Gritó Finy y se lanzó sobre la loba negra. — ¡Has vuelto! ¿Se arrepintieron y decidieron volver?
La loba dio unos pasos hacia atrás, lejos de su hija, volviendo a su cuerpo humano y un largo vestido blanco cubrió su desnudes de inmediato, gracias a la magia Andromeda.
—Gracias— Le agradeció a la bruja y se dirigió a su hija— No, mi amor. Ya tenemos lo que buscábamos.
—¿Los mataron?
Thea negó y sonrió.
—No, no iba a matar a nadie. Solo quería descubrir al traidor que hizo que todo se descontrolara ayer.
Los ojos de ambas chicas comenzaron a recorrer a todos los recién llegados, en busca de la persona que faltaba, aquel que sería el traidor y al no encontrar a mi cazadora, los ojos de ambas se abrieron en sorpresa.
Andrómeda posó sus ojos en mí y me sonrió con tristeza.
—¿Nos bajaron para ver quién de nosotros era el traidor?— Preguntó con molestia uno de los cazadores.
—Si. Necesitaba comprobar quién seguía siendo leal a Lunae. Y al ponerme en aquella posición tan vulnerable, era fácil que mandaran a llamar a sus aliados para que tomaran ventaja. Tal y como sucedió.
—¿Y yo qué mierda tenía que ver ahí? — Respondí con odio— No he estado ahí abajo desde hace siglos.
—No, pero Fera apreció junto a ti luego de todo lo que pasó en el inframundo y estabas tan asustada cuando llegué con Daniel lastimado que fue sospechoso. — La calma en su voz no me ayudaba a relajarme— Tenía que confirmar que no eras uno de ellos.
—¡Pues no lo soy!—grité, sin fuerzas para contener la ira, el miedo y la confusión que me habían embargado desde hace unos minutos, cuando Krista se marchó y me dejó atrás.
Salí corriendo a mi habitación y llegué en segundos. Tenía que procesar las cosas si no quería explotar y matar a medio castillo.
Si hubiera sido mucho más rápida... ¿Krista podría haberme llevado junto a ella?
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Infierno Escarlata (C.E 2)
Fantasía-Segunda parte de Castigo Escarlata- Después de miles y miles de años, la vampiresa Gally Dimmock al fin ha logrado obtener lo que tanto anheló en el pasado: libertad. Lamentablemente, al cumplirse su deseo, todo lo que alguna vez amó le fue arrebat...