Aviso: Contenido sensible, leer con discreción
*Separador: Krista*
—Solo cállate y observa.
Rodeé los ojos ante las palabras del demonio y asentí no muy convencida de lo que quería hacer frente a mí.
Quiero que quede claro que cualquier cosa que le pase es completamente su culpa.
Avisados quedaron.
Si se muere, lo demandan por daños y traumas a mi persona.
Ví como tomaba una botella llena de sangre humana y comenzaba a tomarla como si de un vampiro se tratase.
—No creo que vaya a-
Dejé de hablar cuando el demonio sacó la botella de sus labios y comenzó a vomitar la sangre que había ingerido segundos atrás, manchando todo el lugar mientras tosía sin parar.
Suspiré cansada por los incontables e inútiles intentos que Blaze hacía cada vez que una idea le llenaba la cabeza.
Fui hacia él y palmeé su espalda un par de veces, intentando ayudarlo para que sacara lo que quedaba en su sistema.
—¡Ahh! —Gritó dejando salir todo el coraje que sentía al experimentar un fallo tras otro.
—Tranquilo, pronto encontraremos la forma...
Lo cierto era que llevaban décadas intentando escapar del inframundo, tratando de permanecer arriba durante al menos un día completo, pero no dejaban de fracasar en su búsqueda por descubrir qué tenían las sombras que les permitía permanecer en el plano terrenal sin ser obligados a regresar aquí abajo.
Blaze, el menor de los hermanos Willow, pasaba sus días metido en la sala de experimentos, intentando encontrar la forma de sacarlos a todos de aquí, pero el éxito aún se veía lejano.
—Déjame solo, Fera...
Asentí, ya acostumbrada a no ser necesaria para consolar a nadie.
No soy buena en eso, jamás lo he sido.
Salí de la habitación un poco desanimada por lo ocurrido con Blaze y por Evanna, la loba dorada, quien no había logrado resolver los problemas que surgieron con su esposa al confesarle que trabajaba con los hijos de las sombras.
Todo parecía estar yendo de mal en peor: primero me descubre la reina, luego Evanna se ve obligada a decirle la verdad a su esposa, Blaze se vuelve más inestable cada vez que una de sus ideas falla y, por último, Ónix cada día se encuentra en un estado más deteriorado.
Toqué la puerta de la habitación del demonio un par de veces, pero nadie respondió.
—Ónix...
Esperé su respuesta, que finalmente llegó luego de que insistí unas cuantas veces más.
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Infierno Escarlata (C.E 2)
Fantasía-Segunda parte de Castigo Escarlata- Después de miles y miles de años, la vampiresa Gally Dimmock al fin ha logrado obtener lo que tanto anheló en el pasado: libertad. Lamentablemente, al cumplirse su deseo, todo lo que alguna vez amó le fue arrebat...