Capítulo #14

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Perdón por errores ortográficos.

Aaron Hochnner

Salgo de la casa, pero aún siento esa sensación de que conozco a la segunda mujer que estaba en la casa. Se siente tan familiar.

Sentados en el patio seguimos entrevistando a Doyle, bueno JJ y yo lo hacemos, Easter solo tira comentarios sarcásticos y venenosos. Si este hombre nos mata aquí, en este momento, será de nadie más que él.

¡Dios me dé paciencia!

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Lauren Reynolds/Emily Prentiss.

Joder, joder y mil veces joder.

La policía junto con el FBI y mi antiguo equipo están aquí. En mi casa. Los nervios los tengo de punta. Trato de tranquilizarme y ponerme alerta mientras Ian sale a conversar con ellos, cuanto más tiempo pasa Ian con ellos, más nerviosa me pongo.  Mi corazón late con fuerza, aun si no los hubiera visto por las cámaras, reconocería esas tres voces qué acompañan a Ian en cualquier lugar. Hotch, JJ y Clyde.

A través de mi celular miro lo que hacen, y su tranquilidad me preocupa. ¿Y si tienen una orden y entran aquí y me ven? Ian tendría que matarlos. No me creo capaz de matar a ninguno. Pero debo si llegan a descubrir la verdad.

Mi bucle de pensamientos pesimistas e intrusivos se ve interrumpido cuando, en mi gran descuido, Emily sale gateando de la sala, gatea directo a donde mis ex colegas y su padre están. Maldita sea la vida.

Golpeo el hombro de Mariana, quien también estaba perdida en sus pensamientos. Me ve desconcertada, pero capta muy bien lo que pasó ya qué Emily no está aquí. Se levanta de golpe y corre en su búsqueda

—Mariana, ven por tu hija —escuchamos a Ian gritar.

Mariana planta la sonrisa más falsa qué puede y va en busca de mi bebé. Respiro con tranquilidad cuando me la regresa.

Emily pone su pequeña mano en mi cara, en la cual dejo un beso. Ella se ríe. Y toda angustia desaparece.

—Me has sacado una cana más con tu acción, mi pequeña princesa. —le dijo y ella solo me da otra sonrisa dulce con los únicos dos dientes qué tiene.

Mi paz se va cuando escucho.
—¡¡Papá, ¿Quiénes son estas personas?, ¿Dónde está mi mamá?!!—¿Dios todopoderoso tanto mal he hecho para que me castigues así?

Escucho a su padre hablar con él—Tu mamá salió de compras, y estas personas son la policía.

Rezo en silencio para que cuando me responda no diga “mamá”.

—Ours viens ici tout de suite. S’il vous plaît. —le grito y espero ansiosa a que responda.

—Je pensais que je ne l’étais pas. Maman à la maison. —Mi corazón se hela cuando escucho la mamá, solo espero que JJ y Hotch no hablen nada el idioma. Y que Clyde entre en razón y no diga nada.

Segundos después empiezo a escuchar pequeños pasos, acercarse, pongo atento el oído por si alguien viene con él.

Entra a la sala. —¿Por qué papá me dijo que te habías ido? ¿Sabías que la policía está a fuera? —me mira expectante a que responda.

—Papá no quiere que los policías me vean. Y si sé que están ahí.

—¿Hiciste algo malo, mami?—pregunta. Si fingir mi muerte, casarme con un terrorista, tener dos hijos con él, ayudarlo con el tráfico y con la fachada de dinero legal no es malo, pues sí, no he hecho nada malo. Pienso.

—No, no lo hice, pero estas personas no aceptarían que yo sea tu madre, así que debo ocultar que estoy aquí.—Le digo lo más parecido a la verdad, pero sin decirle lo traumático.

Asiente dando a entender qué comprende —No me agrada el policía rubio, es burlón. Me agrada la policía rubia y el otro policía es muy serio, me da miedo.—Me dice mi hijo. Contengo una sonrisa «El efecto Hotch»

No espera una respuesta y se acuesta en el mueble, enciende la televisión y sigue en su mundo. De no haberlo tenido yo, juraría que esta criatura no tiene casi cuatro años, a veces actúa como un adulto.

Espero un momento antes de subir, Ian acaba de decir que salgan. Espero unos segundos más tomo a Emily y subo, dejando a Mariana con Daniel. «Ellos se agradan»
Cuando llego a la escalera miro en el espejo que Hotch no ha salido aún, camino de prisa rezando para que no descubra la verdad.

«No dice nada» así que supongo que no me vio.

Una vez arriba, desde el cuarto de Emily puedo verlos conversar en el patio. Me asomo a la ventana, es ahí cuando vuelvo a ver a mi vieja amiga. Se ve diferente físicamente, ya no usa el cerrillo ni tiene el mismo tono de rubio, qué tenía la última vez que la vi, se ve cansada, estresada. Su aura ya no se ve dulce ni pura, parece que los años le han caído mal.

Hay momentos en los que pienso que no debí hacerles los que les hice. Pero sé con certeza qué, aunque les haya dolido y me haya dolido dejarlos, lo volvería hacer una y otra vez, porque ni mi amistad con ellos están sobre la felicidad qué he tenido los últimos años al lado de Ian y nuestros hijos.

Mi mirada debió ser tan intensa sobre JJ, ya que ella mira fijamente hacia donde yo estoy parada observando. Me hago hacia atrás para que no me vea, espero un momento y vuelvo a ver. «No, no» me maldigo internamente, puesto que nuestras miradas chocan.

Me hago hacia atrás, con la esperanza de que no intente nada.

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Jenifer Jareuo

Cada palabra que sale de la boca de este hombre me genera la necesidad de partirle la cara. Tengo al malnacido qué mató a mi amiga frente a mí y no puedo arrestarlo. Me enfurece qué en los últimos años el haya hecho de todo. En cinco años se escapó de la prisión, asesino a mi amiga, aún no sabemos por qué, mató a más personas, conoció a su esposa, se casó y tuvo dos hijos más, mientras que Emily se ha estado descomponiendo a tres metros bajo tierra por culpa de él. Lo odio, lo odio, lo odio tanto.

—¿Dónde estuvo en marzo de 2018, señor Doyle? —Me analiza, antes de responder. Sé que él sabe a qué quiero llegar.

—2018 fue hace demasiado tiempo agente. —Dice tomado un sorbo del trago qué la sirvienta le trajo.

—Pero si no mal recuerdo estuve en los Estados Unidos en marzo del 2018. —Dice recostándose en la silla, fingiendo pensar.

—Sí, agente, ya recuerdo, en marzo del 2018 fui a EE. UU. a visitar a una vieja amiga de mi esposa. Su nombre era Emily Sitnerp. Gran mujer, encantadora, valiente, dedicada y muy apasionada. Lamentablemente, ella murió de cáncer días después de nuestra llegada a Estados Unidos. —Dice con falso Dolor. «Sangre no corre por mis venas, por mis venas corre irá, este animal está burlándose de la muerte de mi amiga.»

—Lamento su perdida, señor Doyle —miento y veo a Hotch qué está igual de enojado, qué yo.

Guardo silencio y veo para cualquier otro lado de la casa, pero mi vista se dirige hacia donde siento que alguien me observa.

Miró hacia la ventana y no hay nadie, miro a Doyle otra vez y dirijo mi mirada otra vez a la ventana y es ahí cuando veo a una mujer de cabello azabache qué me observa, detallo su rostro desde la distancia y es ahí donde el miedo me carcome.

Juro por mi vida que la mujer parada en esa ventana es Emily Prentiss. Pero hay un problema. Emily Prentiss fue asesinada hace cinco años.

¿Cómo?

Los muertos no anda observando desde la ventana del tercer piso de la casa de la persona que los mató.

Mantengo la vista en ella, pero tan rápido como apareció la figura desaparece. Dejándome más confundida qué nunca.

¿Emily Prentiss está viva o estoy viendo cosas?

Holaaaa ¿Cómo están?

Gracias por leer.

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