Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-

|𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 33|

NOTAS DEL EDITOR:

Van a sentir demasiada ira en este capitulo...

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

NOTAS DEL CAPITULO:

M(_ _)m

Sé que muchas deben tener unas cuantas dudas acerca del futuro de EFHK,

Trataré de aclararlas todas en las notas finales y/o respondiendo reviews. (así que por favor lean)

Siento muchísimo mi prolongada tardanza. Espero que aún sigan leyendo el fic y les guste el capítulo.

Responderé reviews tan pronto termine de actualizar.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Capítulo 33.

Aoi llegó frente al apartamento de Uruha. Después de pensarlo una ridícula cantidad de tiempo y conociendo perfectamente que con esa incertidumbre que cargaba respecto al castaño, no lograría calmarse por completo.

Respiró profundo y tocó el timbre. No esperaba que Uruha abriera a la primera por lo que no se sorprendió al esperar casi cinco minutos sin resultados. Quizás si insistía le abriera solo para que dejara el fastidio. Tomó aire profundamente, una vez más antes de limpiarse unas lágrimas rebeldes.

¿Qué decirle?

Había salido de ahí asegurándole que jamás podría amarlo, no podía llegar tranquilamente casi 3 horas después a decirle... ¿qué? ¿"Uruha, existe la posibilidad de que esté enamorado de ti"?

Obviamente creería una vez más que trataba de manipularlo. De alguna manera el castaño había adivinado que eventualmente le diría que lo amaba. Recordar esto logró que riera amargamente y volviera a tocar el timbre por... ¿Quinta? ¿Sexta vez?

Frunció el ceño.

El aun mantenía la llave del apartamento anterior del castaño, pero en ese momento no le servía para nada, y Uruha nunca le había dado una copia del nuevo... irremediablemente pensó en Michiko y la llave que obviamente la chica tenía. Aún el simple pensamiento sobre la pelinegra lo enfurecía, pero no pudo evitar preguntarse que habría hecho luego de tan impactante escena.

Volvió a tocar el timbre y sin siquiera pensar en lo que hacía, accionó el pomo de la puerta sorprendiéndose al ver como la puerta cedía fácilmente.

Le tomó varios segundos recuperarse de la sorpresa y lo extraño del asunto. El había cerrado la puerta cuando había salido... pero no perdió más el tiempo y se adentró al apartamento de Uruha gritando su nombre.

Todo estaba oscuro y en el más absoluto silencio. Sintió que algo se arrugaba en su corazón al pensar que Uruha seguía encerrado en el baño, imaginarlo acurrucado en una esquina y llorando no sirvió para calmar la sensación en su pecho y se apresuró a ir a sacarlo de allí.

- Uru... – lo llamó cuando estuvo cerca del baño. Podía ver la puerta abierta y una extraña mancha en el suelo. Entrecerrando los ojos se acercó para ver mejor y tuvo que ahogar un grito. Dio un par de pasos hacia atrás casi resbalando con el agua que empapaba el suelo.