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Pero todo lo demás, le gana a lo bueno que me das...

Yoongi dió un largo tragó a su taza de café mientras observaba las manecillas del reloj clavado en la pared, las cuatro de la mañana, suspiro y decidió que lo mejor era recoger todo e irse a dormir, dentro de unas horas tendría que despertar a sus cachorros para llevarlos al colegio y lo que menos quería era verse fatal, ya después hablaría con el imbécil de su alfa.

Caminó a paso lento por el pasillo de su pequeño departamento, no se molesto en encender las luces, era más que suficiente con el brillo de la Luna que se filtraba a través de las cortinas, iluminando cinco portarretratos acomodados cuidadosamente a lo largo de esté.

Giró sobre su lugar para poder apreciarlas con mayor detenimiento, en el primer cuadro pudo admirar la foto de su boda, sonrió y lo tomó cuidando no tirarlo, nunca pensó que terminaría casado con aquel alfa gruñón y de caracter serio, rió al recordar las caras de sus amigos al verlo con la marca del alfa (en ese entonces) pelirrojo.

En el segundo lo recibió una hermosa foto de su hijo mayor, Kim Soobin, sosteniendo un trofeo de voleibol junto a sus compañeros de equipo. Un sentimiento cálido lo albergó al recordar ese día, su pequeño cachorro estaba eufórico después de haber ganado el campeonato, entró corriendo a la oficina de su padre alfa apenas llegaron a su hogar para presumir su logro, recibiendo un simple "bien hecho muchacho" por parte del alfa. Ambos adultos había terminado discutiendo ante la expresión decaída cachorro de su cachorro, discusión que había terminado con el mayor saliendo del departamento sin decir nada.

Suspiro desanimado, su recuerdo feliz se habia transformado en uno triste, queriendo olvidar el mal sabor de boca paso a observar el siguiente cuadro. Este mostraba a su segundo hijo, Kim Yeonjun, usando un traje de ballet. Ese día, el segundo mayor había obtenido el papel principal en el lago de los cisnes, Yeonjun estaba tan emocionado de que sus dos padres apreciaran su primera presentación ante el público, lastima que su padre alfa faltó debido a una junta de emergencia en el trabajo.

Yoongi en ocasiones odiaba que su alfa sobre pusiera el trabajo por sobre sus hijos.

—Justo cómo hoy... —El pálido decidió ignorar el comentario de su omega y continuó viendo las fotos de sus hijos.

En el cuarto cuadro salían sus dos hijos menores, Kim Taehyun y Kim Beomgyu, en su primer día en el jardín de niños, ambos cachorros salían con los ojos rojos y en sus mejillas se podían observar claramente las lagrimas secas, aun recordaba como ambos se habían aferrado con fuerza a sus piernas pidiendo que no los dejaran ahí, pero su esposo simplemente tomó a ambos niños y los aparto mientras hablaba con ellos de algo que él no pudo escuchar, pero misteriosamente había ayudado a qué sus cachorros dejaran de lloras.

Sonrió al recordar eso, Taehyung en ocasiones se podia comportar como si él o sus hijos no le importaran, pero en el fondo sabía que los quería.

Colocó el último marco en su lugar, para seguir su camino hasta su habitación, pero el sonido de la puerta principal ser abierta, lo detuvo. Suspiro profundo al detectar el conocido aroma a azúcar morena y café de su esposo, habría querido discutir con él al amanecer, pero al parecer su diosa Luna tenía otros planes.

—Hasta que se digna en llegar —dijo su lobo.

— ¿Yoongi? ¿Qué haces despierto tan tarde? —Expresó con sorpresa, realmente no esperaba que al llegar el pálido siguiera despierto, él imaginaba que todos dormían—. Perdón por llevar tarde, es que...

—No quiero escuchar tus excusas, ¡Le prometiste a nuestros hijos que estarías en casa temprano!

—Por la diosa, Yoongi, les dije en la mañana que había surgido algo y debía ir a la oficina —Reclamó, mientras se sujetaba el punten de la nariz, le frustraba que su omega hiciera una tormenta en un vaso de agua—, además, solo era una tonta salida al parque, no es el fin del mundo.

Limón y Sal || ᴛᴀᴇɢɪ ᵒˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora