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¿ESPOSA DE MULTIMILLIONARIO VUELA EN CLASE TURISTA?
Según nuestras fuentes, Carla rosón recién casada con el multimillonario Samuel garcia , fue vista en un vuelo comercial de Nueva York a Nashville, y por lo que dicen, lo hacía en clase turista. ¿Ya hay problemas en el paraíso? Con una flota de tres Gulfstreams, se podría pensar que el multimillonario podía haber arreglado algo de más clase para su esposa. Estaremos informando cuando tengamos más datos sobre el último incidente que ha sacudido el Music City.
El viaje en taxi al aeropuerto se llevó el resto de mi dinero, y tengo suerte de que me paguen la próxima semana, porque el vuelo de último minuto agotó el límite de mi tarjeta de crédito. Dejé mi nueva Amex negra en el mostrador de la cocina del ático de la Quinta Avenida de mi marido.
Grandes gafas de sol ocultan los círculos bajo mis ojos y espero que también, mi identidad. Me pareció que un chico que estaba al teléfono me miraba fijamente por un tiempo, pero no me preocupa. No debería ser muy reconocida. Esta ciudad está llena de maravillas con un solo éxito, y yo ni siquiera he tenido un sencillo en lo más alto. Además, sin todo mi maquillaje escénico y mi cabello en una trenza desordenada, parezco una chica promedio del medio oeste. Me estiro, tratando de aliviar mi espalda después de sentarme en el vuelo con los brazos prácticamente alrededor de mi cuerpo. Mi asiento asignado me dejó entre dos hombres muy grandes que olían fuertemente a ajo. Pensé en escribir, pero no me quería mover, y mucho menos sacar mi cuaderno y que vieran lo que estaba haciendo.
Así que me mantuve inmóvil, lo que explica los nudos en mi espalda.
Jodida mierda.
De todos modos, probablemente mis pensamientos estaban demasiado confundidos para hacer algo más que masacrar las ideas de canciones que anoté hoy mientras esperaba a Samuel. Sé que tengo algo bueno, pero todavía está fuera de alcance. Aún no encuentro las palabras correctas, que podrían ser las culpables de mi estado mental. Pero lo bueno es que estoy de regreso en Nashville y el Range Rover de Tana está estacionado en la acera cuando salgo por las puertas corredizas de cristal del aeropuerto. La ventana se desliza mientras me hace señas.
—¡Trae tu trasero aquí antes de que me lleve la grúa! Sonrío, aliviada de sentir escaparse un poco de mi humor de mierda. Al abrir la puerta, me deslizo dentro. —¿Tu equipaje se perdió? —Examina la pequeña bolsa que lanzo junto a mis pies.
—No. Esto es todo. Sus cejas se elevan.
—Oh, por favor, Dios, dime que te hizo desnudar y por eso no tienes ropa aparte de la que probablemente usaste cuando volaste a Nueva York en la víspera de Año Nuevo.
Tana era consciente de cada detalle íntimo de mi viaje, y no estaba de acuerdo con mi elección de traer nada más excepto a mí misma. Sonrío ante su expresión.
