La sonrisa del hombre se amplió.
—No estás loca ¿Nunca viste a un
cambiaformas antes?—Los cambiaformas no son reales
—¿Es así? ¿Entonces soy solo un producto de tu imaginación? —Él tocó su brazo.
Ella chilló.
—Relájate. No te haré daño.
—¿Qué... qué es lo que vas a hacer conmigo?
—Bañarte, por supuesto. Estás sucia.
—Yo… —Su protesta murió cuando vio sus ojos. El hombre tenía los ojos más lindos que alguna vez había visto. Eran grandes y almendrados.
Sus iris parecían doradas y luminosas, como las de un gato. Sus ojos se abanicaban con gruesas y oscuras pestañas, contrastando con su largo cabello dorado. Era un hombre hermoso.
Un tipo como para comérselo, como los que a menudo veía en las revistas. Pero a diferencia de esos modelos, este hombre lucía peligroso. El poder duro y puro que rezumbaba de cada poro obstruía cualquier impulso de rebelión. Jen decidió no hacer nada estúpido.
Este hombre no era completamente humano. ¿Quién sabía lo que un hombre-león haría si se enfadaba? Le gustaría mantener su cuello intacto, en una sola pieza, muchas gracias.
Jen con cautela se bajó de la cama, temblando. El hombre la agarró por la muñeca y tiró de ella hasta la habitación contigua, la cual resultó ser el baño.
Para su sorpresa, el lugar parecía bastante limpio. Una gran bañera con tina adornaba el centro del cuarto. Todas las pertenencias personales del hombre se disponían de manera ordenada.
Incluso ella misma no podía mantener su baño con este orden. Se preguntaba si este desconocido era un obsesivo de la limpieza.
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𝗟𝗮𝘀𝗰𝗶𝘃𝗶𝗮 | JJK
JugendliteraturJeon Jungkook es el alfa de la ancestral manada de cambiaformas. Hay algo intrigante acerca de la dulce Jen, con su sedosa piel, sus pechos prominentes y generosas caderas. Su lujuria comienza a arder al instante en que la ve y reclamarla como suya...