Quisiera Saber Tu Nombre, Tu Lugar, Tu Dirección...

5 0 0
                                    

Vamos a salir un poco del marco narrativo en primera persona y vayamos a lo siguiente: imagínense una especie de dron paseandose por la ciudad de Buenos Aires de 1977, podemos ver autos, colectivos (autobuses), gente caminando yendo al trabajo, policías reprimiendo a adolescentes (como se acostumbra a hacer en una dictadura), y por allá, a lo lejos, lo vemos a Juan. Está yendo al cine a ver un reestreno de una película de Stanley Kubrick- raro que los militares no hayan prohibído sus películas acá- no se decide si ver 2001: Odisea En El Espacio u Ojos Bien Cerrados, se decide por la primera opción...

Una calle paralela a dicho cine en el que se metió Juan, se encuentra Luna

Ella está con sus amigas, comprando discos, deciden ir a merendar algo por ahì y pasar la tarde riendo, hablando de chicos, música, cine y anécdotas de sus infancias. Luego de un rato se despiden y ella se va a su casa. En el camino se cruza con un pibe el cual su cara le resulta familiar

L- ¿Juan?
X- No, me parece que te confundiste de persona
L- Si si, perdón

Ella sigue su camino pensando en ese chico que le voló la cabeza en ese recital de su banda favorita de rock

Por otro lado, cuando Juan salió del cine, le pasó exactamente lo mismo que le pasó a Luna, obviamente, no era quien esperaba cruzarse de forma sorpresiva por la calle.

Cada uno llega a su casa y se van a dormir

Al día siguiente

Juan

J- ¿Cómo puede ser que no la encuentre?, Igual, Buenos Aires es enorma como para encontrarse a alguien, tenés que tener una suerte tremenda para que te suceda una cosa de tal magnitud. Dice tomando su café

Sigue pensando y en eso dice
J- la guía telefónica, claro. Se levanta desesperado de la mesa, busca la guía y se sienta nuevamente, empieza a buscar...

Él vuelve sobre sus recuerdos para buscar como era el apellido de ella

-Flashback-

J- Me llamo Juan García, ¿Vos cómo te llamás?

L- Luna Rodriguez, mucho gusto señor Juan

Émpieza a buscarla, hasta que da con el nombre de un tal Mario Rodríguez, entonces decide llamar

M- ¿Hola?

J- Hola, buen día señor Rodriguez, una pregunta...

M- Si, digame

J- ¿Por casualidad no vive allí una chica llamada Luna

M- ¿Apellido?

J- Rodriguez

M- Es mi hija, pero está durmiendo en este momento

J- Está bien, no hay problema, si no es mucha molestia, ¿Puedo dejarle mi número?

M- Claro que si, no hay problema. Busca un papel y una lapicera para anotar

Juan empieza a decirle el número

M- Listo

J- Cuando ella se despierte, dígale que llamó Juan García

M- Está bien, le digo

J- Muchas gracias, y disculpe la molestia. Cuelga el teléfono y al instante empieza a saltar de alegría por toda la casa.

Adonde Quiera Que VoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora