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Jungkook continuó follándola hasta que un segundo orgasmo la golpeó. Él no se detuvo hasta que la llegó a un tercero y finalmente eyaculó.

Yacieron en silencio mientras los temblores de éxtasis terminaban.
Jungkook le acarició el cabello. Su rostro lucía solemne.

—Te amo —susurró.

Su declaración la aturdió. No sabía qué decir. Era demasiado pronto. Y
además, no se había recuperado de la traición de Seth. Sí, se hallaba apegada a Jungkook. Amaba estar con él. Le entregaba placer que nunca imagino que existiera. La protegía, y le hacía sentir segura.

—Shh —Puso un dedo en su labio cuando ella iba a responderle algo—. Sin presiones, gatita. Solo cuando estés lista. Has pasado por muchas cosas.

Jen aplastó su boca en la de él, besándolo duramente. Era tan maravilloso y comprensivo. Un hombre como él no sería difícil de amar. Estaba segura de ello.

Simplemente necesitaba sacar a Seth de su sistema y hacer de Jungkook el centro de su mundo.

No sería difícil de hacer.

Jungkook tenía la mirada soñadora cuando ella abrió sus labios. Un ronroneo animal escapó de su garganta.

—¿Estás cansada?

—Mmm. ¿Por qué lo preguntas?

—Pensé que podría gustarte un baño. Pareces un tanto sucia. Y cansada. Y sudorosa. Pero luces tan sexy.

—¿Me darás un baño?

—No necesitas torcer mi brazo. Adoro acicalarte.

—¿Es una cosa de león?

—Nah. Simplemente me encanta tener mis manos sobre tu cuerpo desnudo. ¿Quién no?

Ella rió y golpeó su hombro juguetonamente.

No, no sería difícil de amar, en
cuerpo y alma.

Jeon Jungkook .

Su hombre.

Su león.

Fin.

𝗟𝗮𝘀𝗰𝗶𝘃𝗶𝗮 | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora