¿Que Soy Para Ti?

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Hoy el día en el hospital fue bastante agitado, aunque cuando termine mi turno pasaré por Ken y Aki para ir a comer algo al restaurante de Takemitchy, iba a salir gratis así que de puta madre. Para mi suerte la cosa esquizofrénica que tengo como hijo sale de clases más o menos a las 3 y media, es decir, a la misma hora que salgo del hospital, así que voy a pasar por el y por hijo de puta de su novio. Sinceramente Aki no me cae mal, pero me gusta hacer drama, no se, es divertido molestarlos a los dos.

Iba en coche a buscar a esos dos animales al instituto, como de costumbre iba con música de Taylor Swift, Taylor tiene razón, putos hombres, todos som iguales. Cuando llegué ya habían salido, pero no estaban lejos, estaban detrás de uno de los árboles que hay en la acera del edificio, al parecer había alguien delante de ellos, pero decidí pasar de esa persona. Me bajé del coche y me dirigí hacia ellos, aprovechando que se habían quedado parados.

—Ustedes dos, fetos mal abortados, ya vamonos que me da miedo dejar a Ed solo en casa sin sus gatos, lo más probable es que este a punto de darle un paro cardia-...

Me quedé pálido al ver con quién estaban hablando. ¿De verdad era al? ¿Porque estaba aquí? ¿Que hacía aquí? ¿Por qué no me buscó...? Tenía muchas preguntas, pero muy poca posibilidad de tener respuestas. Había un nudo enorme en mi garganta, ya no tenía esperanzas de volver a verlo ¿Y aparece así, de la nada? Sinceramente quería abrazarlo, decirle cuanto mi omega y yo lo extrañamos pero a la vez quería matarlo y decirle lo mucho que lo odiaba en estos momentos.

—Mikey...

—Kenchin... —lo miré con ganas de llorar, pero a la vez sentía un enorme rencor. Mi omega lo llamaba a gritos, el estaba llorando de felicidad por reencontrarse con su alfa, pero mi persona solo quieria alejarse, no es justo. Nos abandonó a Kenma y a mi, y ahora aparece de la nada. Nunca imaginé que regresaría, y menos que conociera a Kenma como es actualmente.

—Má... ¿lo conoces..?

—Ojalá no conocerlo... —dije entre un suspiro para luego mirar a mirar a Kenma y a Aki— chicos, vámonos, tengo prisa..

—No, Mikey, espera, y-yo... —tartamudeó— dejame explicarte... yo no quis-...

—Ken, callate, no quiero volver a verte en mi vida, tantos años para que aparezcas de la nada y nisiquiera te hallas molestado en saber de mi o de tu hijo, me das asco.

—¡Mamá explicame quien es este!

—Estas mejor sin saber, créeme, este tipo es un hijo de puta.

—¡MIKEY DEJAME EXPLICARTE POR FAVOR!

—No quiero ninguna explicación. Lo que hiciste no la tiene. Irte así de la nada, con tu destinado acabado de dar a luz a tu cachorro, me das asco, pensé que me amabas, que darías todo por mi. Prometiste que nos ibamos a casar... que siempre estarías contigo... que nunca, por nada en mundo me dejarías... ¿Y que hiciste...? Te fuiste como un cobarde.

—Mikey, cariño yo-... —intentó tomar mi mano pero instantáneamente me solté de si agarre.

—Ken, no me toques ni me digas así, terminaré vomitando por tu culpa.

—Mikey, te lo ruego... te lo suplico... dame la oportunidad de explicar-

—Lo hecho, hecho está, es imposible que me devuelvas todos esos años que te esperé, tenía esperanza de que volvieras, pero me decepcionaste.

—Mikey, yo no quería hacerlo, lo jur-..

—Dijiste algo estúpido otra vez... estas con ella, o al menos es lo que la gente me dijo..

—Mikey-..

—Ya te dije que quiero que te vallas, no quiero saber de ti, ve con tu querida Emma, seguro una beta es tu destinada.

Dicho esto, miré a Aki y a Kenma, indicando que ha entraran al coche. Al estar dentro escuche a Kenchin rogar porque me quesdara, para explicarme. Pero no tenía explicación lo que hizo. Me dejó y se fue, probablemente con Emma. Mentiroso, era un completo mentiroso.

—Mikey, perdón por ser un metido, pero ¿de que lo conoces?

—Es una larga historia... cuando lleguemos si quieren les cuento...

Miré por el retrovisor y ambos asistieron. El camino a casa fue silencioso, aún estaba procesando lo que había pasado. Al llegar dejé mis cosas donde siempre y me senté con ambos chicos en el sofá.

—Bien... como saben, desde hace mucho estaba metido en rollos de pandillas, peleas y de más. Ahí lo conocí. Unos tíos de secundaria con los que el se juntaba querían pelear conmigo, fueron más faciles de vencer que matar un mosquito. Le dije que por qué alguien tan genial como el se juntaba con gente como ellos, a partir de ahí nos volvimos mejores amigos, luego, con PaChin, Mitsuya, Kazutora y Baji fundamos ToMan. El era el sub-capitan, siempre estaba conmigo, éramos como la mesa de crafteo y el horno en minecraft, éramos inseparables. Pero, mi hermana se enamoró de él. Nunca conocieron a Emma porque se fue hace mucho y nadie más ha sabido de ella. Ellos 2 eran pareja, pero desde que tengo uso de razón, estaba enamorado de Kenchin profundamente, pero elegí la felicidad de mi hermana sobre la mía. Ella se fue por un año a Irlanda a estudiar, y mi abuelo se había mudado a Tokyo con una señora que había conocido, y yo me quedé solo en casa, aunque, no del todo, porque el se la pasaba conmigo. Unos meses después hicimos una fiesta por mi cumpleaños, pero, mi omega y su alfa tomaron el control de nosotros y... nos acostamos. Lo habíamos olvidado todo al día siguiente, pero no le dimos importancia a lo que pasó esa noche. Poco a poco nos acercamos más, y poco a poco nos hicimos pareja. Habíamos acordado en que el terminaría con Emma apenas ella llegaba de Irlanda, ya que estaría mal terminale por teléfono. Pasarón unos meses, y noté cambios raros en mi cuerpo, al inicio no le di importancia, pero mi celo no llegó, y mi estómago estaba creciendo.. —sentí como ambos me miraban asombrados— ahí me di cuenta que me había embarazado... el no se lo tomó mal, al contrario, estaba súper feliz, estaba muy ilusionado. Pasó el tiempo y cada vez éramos más cercanos. Recuerdo como si fuera ayer el día que Kenma nació... —miré a mi bendi sonriendo— naciste el mismo día de su cumpleaños... ese día no lo habíamos festejado ablo grande, habíamos pasado el día tranquilo en casa, cenamos algo especial y ya, pero naciste de noche, de hecho, rompí la fuente más o menos a las 9. Para mi suerte el parto fue rápido y naciste sin ningún problema... ambos estamos muy felices... nos mudamos a un departamento que me habían dejado mis padres antes de morir y bueno, aquí sigo viviendo. A los pocos meses de que Kenma nació regresó Emma, Kenchin la fue a buscar al aeropuerto pero... nunca regresó. Le dije a Sanzu y el se quedó a cuidarnos, ya que no podía solo, Mitsuya también me ayudó bastante. Mi omega y yo nos deprimimos mucho.. ya que el.. es mi destinado... pero por suerte lo superé y pude continuar con mi vida.

—Mamá... —salto a donde estaba para abrazarme— perdón... si no fuera por mi ustedes-

—No digas nada enano, prefiero perderlo a él mil veces antes que perderte a ti.