Hilo Rojo

capítulo nueve

Varias semanas habia transcurrido desde la llegada de Loki y parecía que había vivido toda una vida con la familia Odinson, estaba claro que no todo era miel sobre hojuelas, estaban Jane y Darcy quienes eran un par de omegas que le ayudaban a Frigga en el mesón, hubo un rechazo inmediato de ellas hacia Loki, desde que se conocieron no hacían otra cosa más que criticar su cuerpo esbelto, esas estrechas caderas no servirán para parir ni un gato, fueron uno de los muchos comentarios que Loki escucharía, porque claro, según ellas cuchicheaban para si mismas pero lo hacían con toda la intención de ofender al pelinegro.

Pero Loki no las tomaba en cuenta, el estaba en paz consigo mismo y con la situación, aunque sentía un poco de remordimiento por estar tan agusto y quizás su amiga Frigga estaría preocupada por su ausencia, además esas chicas eran tan predecibles, el pelinegro sabía exactamente como hacerlas enfurecer sin decir una palabra, simplemente bastaria una sonrisa, un pestañeo coqueto y Thor estaría a su lado como un cachorro dispuesto a ayudarlo en lo que se le ofreciera.

"Es el pan más delicioso que he probado en toda mi vida Loki - era aun de madrugada y Thor estaba en la cocina pues habia ayudado a Loki a alimentar el fuego del horno para cocer el pan - mamá dice que se conquista a los alfas por el estómago, estoy pensando seriamente en deshacerme de todos estos panes para que nadie más los pruebe"

"No te atrevas - Loki le daba la mirada más amenazante que tenia, aunque estaba más que comprobado que no servía de nada porque Thor todavía lo miraba con anhelo en sus ojos - estamos despiertos desde hace horas como para heches a perder todo esto"

"Sabes que solo bromeo - Thor se acercó a la estufa para servirle a ambos una taza de café que él mismo había preparado, Loki se había dado cuenta que era extraño en ese "época" el que un alfa fuera considerado con los omegas, Thor era uno de esos raros casos, porque aunque Balder y Hela no eran groseros y lo tratarán con respeto no eran atentos como lo era Thor - Loki, hoy me toca ir por leña, ¿no te gustaría acompañarme?, llevaríamos algo para almorzar, podemos pasar la tarde por ahí, platicando, además te tengo una sorpresa"

Loki se quedó pensando un momento, cada minuto que pasaba al lado de Thor era como un recordario de lo mal que se podrían las cosas si daba rienda suelta a lo que estaba sintiendo, y la mejor prueba de que estaba en lo cierto había sucedido días después de su llegada, un hombre había ido al mesón ofreciéndole a Frigga una cantidad de monedas además de cajas de vinos si la pelirroja accedía a enviar a Loki con él devuelta a Villa Strange, pues su amo había quedado prendado con su belleza y quería por todos los medios tenerlo junto a él, por supuesto que el hombre se había marchado como había llegado, había sido necesarios Hela y Balder para que Thor no se le fuera encima al hombre por intentar comprar al pelinegro como un objeto para su amo.

"Hoy no puedo salir contigo - Loki normalmente rechazaba las invitaciones del rubio, no quería alimentar sus esperanzas - Vali y yo quedamos en ir al pueblo, parece increíble que no me he dado el tiempo de ir a conocerlo y hoy se llego el día "

" ¿Que dices mañana ? - pregunto esperanzado el rubio - te prometo que te divertirás, además ya te lo dije, tengo una sorpresa para ti"

"Thor, por favor - Loki se mantuvo serio frente al alfa - eres muy lindo conmigo, tengo un gran afecto hacia ti pero..."

"Pero que Loki - Thor se puso frente al pelinegro, posó sus manos en cada uno de los hombros y habló serio - ¿que te impide aceptar mi cariño?"

" Es algo que no entenderías - Loki bajo la mirada, le costaba demasiado estar junto al rubio, sobre todo cuando estaban así de cerca y Thor le hablaba firmemente de su cariño - algo me impide, tengo miedo de como terminará todo esto"

" Entonces esta será la última vez que te hable de mis sentimientos - Thor lo tomó del mentón para levantar su rostro y mirarlo directamente a los ojos - no te incomodare más, nos vemos más tarde Loki y perdóname mi insistencia, muy dentro de mi me convencí que tu también sentiste esto desde el instante en que nos conocimos, fui un tonto, adios"