A pesar de llevar ya varios meses trabajando en el hospital, Jungkook no podía recordar un turno de trabajo tan duro y demoledor como el que acababa de tener. No sabía si alguno de sus compañeros había convocado a la mala suerte diciendo que tendrían un día tranquilo, porque la espiral de desastres y destrucción que se desencadenó fue realmente una pesadilla, no solo para él, sino para todos.
Hoseok terminó escondido en un armario de material llorando, en el rostro de su jefa se podía observar la frustración, y hasta él mismo, que había estado actuando en piloto automático para protegerse a sí mismo y proteger su trabajo, ahora estaba reviviendo los peores momentos vividos, sentado en el autobús nocturno de camino a casa.
El chirriante sonido de la alarma que les avisaba de un código azul, sonando una y otra vez. A veces, varios a la vez. A veces, para el mismo paciente que habían revivido pocos minutos antes. La sangre ajena, empapando su uniforme y llenando sus zapatos de residuos que sabía que serían muy difíciles de limpiar. Su corazón latiendo a toda velocidad en su pecho tras 5 rondas de reanimación cardiopulmonar, sabiendo que tendría que hacer 5 más como mínimo antes de recibir un relevo.
Pero no podía llorar, no quería hacerlo ahí en el autobús, delante de unos desconocidos a los que ya les debía de parecer bastante inquietante su aspecto, ojeroso y con los ojos enrojecidos.
Siendo las 2 de la madrugada, no sabía si Taehyung estaría en casa, todavía trabajando, o durmiendo. Con cuidado, giró la llave en la cerradura con cuidado y entró en el apartamento. Pero la luz del salón encendida y la suave voz de Taehyung le sorprendieron. Al entrar, el hombre le sonrió desde el sofá, quitándose las gafas de leer y dejando el libro que estaba leyendo sobre el sofá.
— Mi amor, ¿estás bien? —preguntó Tahyung según entró por la puerta al verle la cara.
— No—respondió Jungkook, dejando caer su bolsa de trabajo al suelo y empezando a llorar desconsoladamente.
— Ven aquí, mi amor... —respondió el hombre, haciéndole un gesto con la mano para que se aproximase a él.
Sintiendo cómo todas sus barreras caían, Jungkook se sentó a horcajadas sobre Taehyung, escondiendo su cara en su hombro mientras sollozaba descontroladamente.
El hombre, sintiendo el alma del chico romperseentre sus brazos, no dijo nada más, y simplemente se limitó a acompañarle en susufrimiento abrazando su cuerpo con uno de sus brazos, recorrido por sacudidasdel llanto, mientras su otra mano acariciaba con mimo su espalda. De forma instintiva, comenzó a sisear con suavidad para calmarle, igual que haría con un niño al que una pesadilla le ha despertado entre la noche.
Tras un rato, el llanto del chico cambió de cadencia, y solo entonces Taehyung se atrevió a preguntar.
— ¿Puedo saber qué ha pasado? —susurró Taehyung con voz suave.
— Ha sido el día más frustrante y desolador desde que empecé a trabajar—respondió el chico con la voz ronca— Era una familia, dos padres y su bebé de unos 2 años. Un accidente de tráfico por culpa de un borracho.
— Eso es terrible, mi vida—respondió el hombre, empatizando con su dolor.
— Primero ha muerto uno de los padres y luego el otro... pero el bebé... el bebé debería haber sobrevivido —respondió Jungkook, volviendo a sollozar con los ojos secos— Y en lugar de eso, he tenido que certificar su muerte después de veinte minutos haciéndole reanimación cardiopulmonar. Quería intentar revivirle con las placas, pero no me han dejado. Me han dicho que era inútil. Aunque lograse reanimarle, quedaría para siempre con graves secuelas.
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La mazmorra de las 3 AM [TERMINADA]
FanficJungkook es un estudiante universitario que debido a problemas económicos se ve obligado a trabajar como repartidor con su bicicleta y una mochila. Pero una mañana, un pedido de productos de una tienda erótica le lleva a entrar en La Mazmorra de las...