Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.

Especial. :)

Bebimos como animales y ahora estamos aquí, en una fiesta de 15 años de una desconocida donde nadie nos invitó. Gaz sacó a bailar a la quinceañera pero ella nomás lo miró raro y escondió su celular...

Después llegó Price a invitarla, ella accedió al instante. Luego llegó la mamá de la niña para separarlos.

– ¡Viejo rabo verde! ¡Es una chamaca! – dijo la doña, dándole una cachetada.

Price se alejó, subiendo ahora al escenario con los cantantes. Bien se nota que estamos bien pedos.

– ¡Invítwmeh otrrra chela, Rodolfo! – Alejandro.

– ¡Y qe chwille! – Rudy.

Abrí una cerveza, vaciándola en mi boca. Miré a Ghost de reojo, viendo nada más una coca de a litro ahí en su lugar.
Luego volteé a Soap, nomás descubriéndolo robarse un centro de mesa de florecitas. Le jalé el centro, quiero quedármelo yo, que no diga mamadas.

– ¡Yo smpre soy la qwe seh llewva los cwnetros de msa! –

– Pwes no zeas envidiozah, es mwi fiestwota de 15 añws. – Soap.

– ¡Twnes como 60 añws, no digws mamadeces! –

Soap y yo nos forcejeamos el centro de mesa hasta que caímos en el suelo. Ghost aprovechó pa' agarrar el centro él e irse corriendo a la camioneta para que no se lo quitáramos.
El gringo pendejo y yo nos despertamos en chinga, buscando nuestra querida decoración. Pero solamente nos topamos con Price bailando en la mesa sin camisa.

Me comencé a marear, caminando chueco con una cerveza en la mano hacia una mesa en donde Gaz está peleándose con unas doñas.

– ¡Les juro que yo no me robé nada del Oxxo, ni soy de aquí! – Gaz.

– ¡Pinche pendejo! ¡Le robaste a mi amiga la Claudia y ella es re'te buena gente! – doña.

Volteé a Gaz para echarle yo misma el vaso de cerveza en la boca. Él se bebió otros 3 luego de eso para después empezar a vomitar como señora embarazada.

Perdí la consciencia un rato y luego desperté, viendo a Soap con el vestido de quinceañera puesto.

– quítate eso, no es tu fiesta. – Ghost.

– ¡Japi birtay tu yú! – Alejandro.

– ¡Grítwle mi rwey! – Rudy.

Soap subió al escenario, tomando el micrófono y dando unas alentadoras palabras.

– Hwoy stwmos aqwui rewnidos pwra festejwr mis 15 añnosss – Soap.

Aplaudimos... ¡qué conmovedoras palabras!

– ¡Ustedes a chingar a su padre! ¡Sepa quien los invitó! — por fin dijo la mamá de la quinceañera.

Despertamos en media calle con un dolor de cabeza insoportable... claro, excepto Ghost. Él solamente está sentado, recargándose en el poste de luz y con una coca de tres litros abrazada. No lo critico, yo también amo la coca cola.

– ¿¡Qué es esto!? – Gritó Price mientras señala su celular.

Todos corrimos asustados a su dirección, viendo la foto tan... increíble.
Se trata de él besándose con doña Chela, la de los tacos.

– ¡Nombre! Qué pinche suerte. –

– ¡No digas mierdas, ___! – Price.

Soap fue el último en despertar, parándose del suelo con un hermoso vestido color azul brillante que en la parte de atrás dice "¡Felices 15, María!"

– Órale, María. Está de poca madre tu vestido. – Alejandro.

– ¿Por qué tengo esto puesto? – Soap.

– Se lo robaste a la festejada y te negaste a entregarlo de vuelta. – Ghost.

– Que poco profesional, mi jabones. – Rudy.

– Oigan... ¿y Gaz? – Price.

Observamos los alrededores, buscando con la mirada a Gaz. Lo vimos en el techo de una casa de 2 pisos, gritando por ayuda.

– ¿Y a ti qué te pasó? –

– ¡Una señora que dice llamarse Claudia me encerró aquí que porque yo la asalté en el Oxxo! – Gaz.

– No mames, y luego dicen que aquí no discriminan por las apariencias. – Alejandro.

– Tírate. – Ghost.

– ¡Me vaya a pegar! – Gaz.

– No andes llorique- – Price.

Gaz se lanzó encima de Price, amortiguando su caída.

Fuimos a la casa de Rodolfo, tirándonos en el suelo, cama y sillón. Aún con un sueño y dolor de cabeza insoportables.

– Nunca volvemos a tomar. – dije.

Todos asintieron.
Luego Rodolfo regresó con 3 cartones de cerveza en sus manos.

– Vida nomás hay una... –