|𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 37|

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NOTAS DEL CAPITULO:

Holi :3

Estoy viva!

Creanme que se me cae la cara de vergüenza con tanta tardanza. Pero si les cuento todo lo que me pasó ni me creen D:

Bien, no quiero aburrirlas (aun) con excusas, ya sé que han esperado bastante para leer.

Traté de que el capítulo quedara tenso, no sé si se logró xd

Espero les guste y que no hayan olvidado efhk. (Y si lo olvidaron pueden solo releer ;3)


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Kai realmente pensaba que debía haber planeado mejor las cosas. Ok, no habían comprado tantas cosas y las bolsas no pesaban prácticamente nada, pero de cualquier manera no era la mejor idea dar vueltas por las calles y avenidas cargando unas bolsas.

Uruha había dejado caer las suyas y Kai realmente debió al menos haber dejado las propias junto a las del mayor antes de decidir que el par de guitarristas necesitaban su espacio y salir sin decir nada.

Rodó los ojos y suspiró.

No estaba preocupado, confiaba en Aoi. Había hablado más que suficiente con el mayor durante el trascurso de los últimos días como para saber que este no le haría daño a Uruha.

Al menos no conscientemente.

Y no, no estaba preocupado por Aoi, ni por Uruha, pero supo que debía comenzar a preocuparse por sí mismo cuando su celular comenzó a sonar y el nombre del bajista apareció reflejado en la pantalla.

Dejó escapar una especie de jadeo, unido con un quejido y se mantuvo mirando el nombre en la pantalla por un buen rato, indeciso entre contestar o no por tanto tiempo que la llamada fue enviada al buzón de mensajes.

Suspiró y esperó casi un minuto para ver si el rubio volvía a llamar, pero no lo hizo, así que siguió caminando.

Cansado de dar vueltas por las mismas calles que conocía muy bien y sin tener nada que hacer se dirigió a una pequeña plaza cercana. No se había terminado de sentar en el primer banco que vio, cuando su teléfono volvió a sonar.

Debía contestar, pero el rubio no lo dejó ni siquiera hablar.

- ¿Por qué no contestas el teléfono de tu casa? ¿Dónde están? –

- Eh... fuera – musitó nervioso. Podía imaginar perfectamente el ceño fruncido de Reita con esa respuesta.

- Ok... – dijo el mayor condescendiente – ¿fuera en qué parte, Kai? – habló lentamente, como si el menor fuera un niño pequeño. Resopló y Reita rio al otro lado de la línea. Al parecer el rubio estaba de buen humor. No quería dañar eso.

- Comprando – respondió simplemente.

- ¡Ah! Y... ¿Está Kouyou cerca? ¿Crees... crees que quiera hablar conmigo? – el tono de voz de Reita cambió a preocupación y Kai maldijo mentalmente. De todas y cada una de las veces que el mayor había llamado no se le había ocurrido querer hablar con Uruha hasta ahora.

- No... no está cerca.

- ¿Puedes llamarlo? Es sólo un momento.

- Yo... – no sabía qué hacer. ¿Mentirle al mayor diciéndole que Uruha no quería hablar con él y herir sus sentimientos en el proceso? ¿Cuándo el castaño preguntaba después de cada llamada si el bajista no había pedido hablarle? – la verdad... Kouyou está en la casa, Aki.

Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora