|𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 38|

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NOTAS DEL CAPITULO:

Holi? D:


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Capítulo 38

- ¿Qué quieres decir con "¿dónde está Uruha?"? ¿No está contigo? – lo que acababa de decir el líder hizo que olvidara quien estaba frente a su puerta.

- ¿Qué pasó con Uruha? – Aoi había entrado detrás de él a su casa y el rubio lo miró de arriba abajo, ofendido antes de seguir ignorándolo.

- ¡Se fue! – respondió Kai, – desapareció, no sé, dejó una nota... – el bajista sintió su sangre helarse al escuchar.

- ¡¿Qué clase de nota?! – exclamó. Aoi lo seguía mientras caminaba por todo su apartamento y hablaba, lo cual solo lo estaba poniéndolo más nervioso.

- Sólo dice "Por favor, no te preocupes" ¿No crees que sea...? – su voz se había quebrado. Estaba demasiado asustado. Si a Uruha le pasaba algo, Kai no se lo perdonaría nunca – n-no sé qué hacer. No sé si esperar a que vuelva o salir a buscarlo – Reita finalmente tuvo que sentarse un momento para asimilar lo que estaba escuchando. Tenía mucho miedo. Tampoco sabía qué hacer. ¿Por qué Uruha tendría que haber salido? Estaba tan aturdido que no reaccionó cuando Aoi, ya harto, arrancó el teléfono de sus manos.

- ¿Kai? ¿Qué fue lo que pasó?

- ¡Uruha desapareció! ¡No está por ningún lado! Aoi discúlpame. Discúlpame por dudar de ti pero, ¿qué le dijiste? N-no entiendo porque se fue así – musitó. Estaba al borde de las lágrimas. Aoi se esperaba algo así por lo poco que había escuchado de la conversación, pero igual, la confirmación lo había dejado en shock. Ni siquiera podía ofenderse, él mismo comenzó a preguntarse si no habría sido algo de lo que había dicho o hecho en su encuentro lo que causara esa reacción en Uruha. Volteó a ver al bajista. Este tenía la cabeza entre sus manos y movía una de sus piernas nerviosamente. Había ido esperando aclarar ciertas cosas con Reita, pero todo se había desenvuelto de una forma inesperada haciendo imposible su cometido.

- Yo... – comenzó a responderle a Kai, pero tuvo que detenerse. Reita se había levantado de golpe y agarrando una chaqueta había salido del apartamento – ¡hey! ¡Demonios! Kai, lo siento, tengo que colgar – exclamó apresuradamente antes de lanzar el teléfono a donde cayera y correr detrás del rubio. Lo alcanzó casi llegando a las escaleras y lo agarró de un brazo – ¿a dónde vas?

- A buscar a Kouyou, idiota. ¿A dónde más? – hizo un gesto de fastidio, soltándose bruscamente del agarre del mayor.

- ¿Qué pasa si viene para acá? – el rubio rodó los ojos y siguió bajando. Aoi consideró quedarse, en caso de que tuviera razón. Pero lo pensó mejor. Cuando bajó, Reita hablaba con el portero, describiéndole a Uruha.

- ...y si lo ve. Por favor, le ruego, que me llame – no había notado la desesperación en la voz del bajista hasta ese momento, y al hacerlo sólo logró ponerse más nervioso. Siguió detrás del rubio hasta que este llegó a la puerta de entrada y al sentirlo detrás de él volteó a mirarlo con rabia – ¿pretendes seguirme toda la noche? – Aoi entrecerró los ojos y miró hacia otro lado. Reita entonces salió del edificio y comenzó a caminar por la acera. Aoi iba a ignorarlo y pensó en irse por su lado pero el rubio se detuvo.

- Tú estuviste con él hoy – murmuró. Aoi alzó una ceja, al parecer acababa de llegar a la misma conclusión que Kai. Bastante le había tomado. El bajista dio media vuelta y lo miró frunciendo el ceño – ¿qué le dijiste? ¿qué hiciste? – Aoi imitó el gesto en su ceño.

Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora