Isabel disfruta de su riqueza muy poco porque trabaja muchísimo y sus compromisos laborales y sociales le impiden hacerlo como ella quisiera.
Tiene una hermosa residencia para ella sola, como la que tantas veces vio en sus sueños, un chofer particular, y una cuenta en su banco que crece día con día, pero está sola y es feliz.
Un día tuvo una cita con su hermana Lourdes y su amigo y ex compañero de la escuela de idiomas llamado José, el mismo que seguía enamorado de ella y por quien ella jamás ha sentido nada ni correspondido a su amor, del cual le habla a la primera oportunidad que tiene al verla. Al parecer ambos se confabulaban para que hubiera un encuentro entre ellos y poder tener la oportunidad de conversar con Isa, conversaciones que no fluían del todo porque ella era muy cortante para no ilusionarlo o confundirlo.
Al siguiente día regresaba de trabajar a casa muy agotada, solo pensaba en llegar e irse a duchar y acostarse a dormir, pero cual fue su sorpresa al llegar a su casa y ver a su hermana con José de nuevo, esperándola con el pretexto de cenar juntos, Isabel siempre es muy educada y le parecía una grosería de su parte pedirles que se marcharan y terminó aceptando cenar con ellos, pero pidiéndoles ir a un restaurante nuevo por la zona y que ella los invitaría, le pidió a su chofer los llevara pero José se ofreció a manejar, ella le dijo que no porque si se le antoja beber vino no podría manejar de regreso, y así podría beber sin preocupación por manejar de regreso a casa.
Cenaron los tres en un hermoso ambiente cálido, con música de piano de fondo, a Isabel le encanta el piano y es uno de sus sueños aprender a tocarlo, pero no ha tenido el tiempo suficiente para buscar a un maestro que le de clases.
Regresaron a casa y se fueron a una estancia de TV. Se sentaron en un hermoso sillón redondo demasiado grande y muy cómodo, sobre todo para Isabel que ya estaba agotada y allí mismo se quedó dormida entre pláticas y risas, en alguna hora de la madrugada se despertó y giró su cabeza para ver dónde se encontraba y para su asombro vio a su lado recostado a José que la abrazaba, por un momento su mente le jugó un mal pensamiento, pero su hermana estaba del otro lado del sillón. Uff solo atinó a suspirar que no había sucedido nada íntimo entre él y ella y respiró tranquila, levantó lentamente el brazo de José a un costado, pero él despertó con el movimiento y le habló bajito.
- ¿A dónde vas? Quiero hablar contigo un momento.
-No José, no sigas con lo mismo, cuántas veces debo repetirte que no siento amor por ti y siempre lo has sabido, como también sabes que en mi vida existe solo un hombre que amo profundamente, tú solo eres mi amigo.
Ella se fue a su habitación y cerró la puerta con seguro, se durmió porque aún faltaban unas horas para amanecer y sonara su alarma. Al salir de su habitación para ir a su negocio a trabajar como todos los días, la esperaban su hermana y José, que le pedían si era posible que los dejara en sus respectivas casas, les respondió que sin problema y con gusto lo haría.
En todo el trayecto solo hubo silencio, solo el eco de sus respiraciones y el ruido del tráfico exterior. José miraba por el rabillo del ojo con cierto recelo al chofer, imaginando que era un hombre muy afortunado al pasar tanto tiempo al lado de esa mujer que él quería.
Dejaron primero a Lourdes y después a José, muy cerca de su casa vive su otra hermana María, la mayor. Decidió llegar a visitarla porque tenía mucho tiempo sin ver a sus sobrinas. Al llegar, su cuñado Armando salió a recibirla muy contento por la visita, la abrazó y le dio un beso en su mejilla. Al entrar a su negocio vio una cabeza de un hombre que colgaba de un gancho y se movía verticalmente por todo el negocio a través de un riel de metal.
-Hola, tú eres la famosa tía Isabel, no te asustes por favor, sólo es mi cabeza, mi cuerpo esta allá, mira detrás de ti. Isabel volteó atrás de ella y vio el cuerpo vestido de negro, con una chamarra de piel y pantalón de cuero tal como visten algunos motociclistas.
- Pero... ¿Cómo es esto posible? se lo repetía una y otra vez en sus pensamientos.
¿Acaso será magia?
¿Es un truco visual?
Simplemente no puede ser posible.
Isabel continuaba de pie, pensando, cuestionándose lo que veía y no podía creer.
-No busques una explicación, nadie la ha encontrado, pero si te digo que estoy vivo y separado de mi cuerpo, ve a saludar a tu familia, no quiero perjudicar tu mente o que tengas pesadillas conmigo por la noche.
Vio la cabeza alejarse hasta el final del negocio de su cuñado. Se acercó a su hermana María que se encontraba en una esquina con su pequeña hija en brazos mientras la arrullaba para dormirla.
-Que gusto me da verte Isabel, te ves súper bien.
-Gracias, tú también estás muy bien. Creo que debo irme porque no resisto ver a esa cabeza colgando moverse y encima hablarme.
Se despidió de todos y se subió a su carro donde su chofer la esperaba, ella le pidió la llevara a casa de sus padres.
Al llegar corrió a abrazar a su pequeña hija de 6 años, y su ropa ya no era opulenta, vestía ropa humilde como si fuese otra vida, o en otra época de su vida. Saludó a sus padres y se fueron las dos muy felices a platicar a su habitación de la escuela y de sus amiguitos, de pronto se escucharon los perros ladrar y le dijo a su hija que saldría a darles de comer y que volvería en una hora porque eran 20 perritos, al salir de la habitación vio a su madre platicando con una mujer que ordenaba algo a su madre de mala gana, se quedó escondida escuchando y le decía que debía pagar su membresía para tener derecho a consumir cierto alcohol, su mamá le decía que ya se lo había pagado a un hombre que siempre la acompañaba y que ya no tenía dinero, pero su madre le dijo que podía tomar ropa de su hija Isabel, o de su nieta en pago, Isabel se sentía explotar del coraje y vio a esa mujer que ya traía en sus manos ropa de ella y buscaba en un closet más, decidió entrar y azotó la puerta, le decía que no se llevaría nada de lo que tenía en sus asquerosas manos, que no sabía quién era ni porque tocaba su ropa, pero que no se atreviera a tocar la ropa de su hija porque la mataría en ese momento que lo hiciera, la mujer se asustó pero le respondió que le importaba un carajo y jalaba de un gancho un trajecito morado de su hija, Isabel se abalanzó contra ella y con el puño cerrado le dio en la cara, tantos golpes como podía, hasta que llegó su padre y ayudó a su madre a separarlas, le reclamó a su madre porque llevaba a casa a ese tipo de personas, porque las ponía en riesgo a su hija y a su nieta. Ella le respondía que era una exagerada.
Veía a su hija jugar en el jardín del patio y ya tenía como 14 años le pedía permiso para ir a recoger unas bolsas de comida para sus perros que alguien estaba regalando y ella le decía que no, porque no podría cargarlas ella sola y que la esperara para ir en el carro juntas, ella le decía que no, que quería ir caminando, Isa le preguntaba cómo se sentía y le respondía que bien, pero Isa la veía algo pálida.
Corrió por las llaves de su carro y tenía que dar una vuelta a un cerro para poder alcanzarla, al llegar caminó con ella unas cuadras y en el trayecto varios hombres le decían piropos a su hija y ella se enojaba y los ponía en su lugar, su hija se encontraba a dos amigos y se quedaba a platicar, Isa los dejó solos y se adelantaba por la comida de los perros.
En un negocio estaban regalando la comida para perritos rescatados y estaba una señora antes que ella y le decía a un hombre que le daba dos bolsas de comida de perros que a ella por ser de la familia y hacer un acto de caridad como era ayudar a perros de la calle debían darle más costales, en eso llegaba la esposa de ese hombre y lo hizo a un lado para responderle a la mujer, que sí no hacia un verdadero acto de caridad y le pesaba que dejara de hacerlo y que solo eso le darían porque debían ayudar a más personas. La mujer se fue refunfuñando e Isa le dijo a la señora que ella no tenía ningún problema con lo que le quisieran ayudar, que sus 19 perros estarían muy felices de probar otra comida y el esposo sonriendo le dijo siiii, le voy a dar este polvo que se los revolverás en su comida y les va a encantar, son proteínas con muchos nutrientes. Se los ponía arriba del costal de comida y se iba a subirlo a su carro y después llegó por su hija.
Este sueño fue el 23 de mayo del 2023
ESTÁS LEYENDO
Somnium
Non-FictionInexplicable... Misterioso... Amor súbito... Así de locos son mis sueños y todos los días los recuerdo detalladamente y se los comparto.