Después de la muerte de su hermana mayor, Melissa debe asumir la posición de Princesa heredera y adaptarse a su nuevo rol en la Corona, lo cual no será del todo fácil.
Una visita a los jugadores de la selección española cambiaría la burbuja en la q...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
╚═*.·:·.✧ ✦ ✧.·:·.*═╝
𝐆𝐀𝐕𝐈
Los guardias me sacan con una brusquedad innecesaria.
—Puedo yo solo —me sueltan y camino fuera de la discoteca por la parte trasera del estacionamiento.
No puedo creer lo que acaba de pasar.
Melissa debe estar muy borracha para haber hecho algo así.
—¡Gavi! —Pedri sale y corre hacia mi. —¿Qué sucedió?
—Eso mismo me pregunto yo —cierro un ojo que comenzaba a dolerme por el golpe. —Ve adentro y cuida de Melissa porfa. Yo los espero aquí
—Vale —asiente no muy seguro y regresa adentro.
𝐌𝐄𝐋𝐈𝐒𝐒𝐀
Estaba sentada en un área mas apartada con Daniel y un par de amigos suyos.
—Que nadie nos moleste —le dice al guardia que estaba cerca.
Él sostiene un vaso lleno de hielos sobre su cara herida y emite quejidos de dolor de vez en cuando. Los hematomas se estaban haciendo presentes.
Tres chicos comienzan a extender papelitos por la mesa y los rellenan de tabaco o marihuana, en ese momento no supe distinguir pero era justo lo que necesitaba.
—¿Son de sabores? —señalo los papelitos.
Un chico pelinegro asiente y menciona los diferentes sabores que hay.
—Pido el de fresa —digo y otro chico rubio me señala cual es.
Lo tomo y lo sello con saliva, el chico de al lado me ayuda a encenderlo.
Doy la primera calada, inhalando el sabor intenso de la fresa y de la marihuana impregnando mi sistema.
—No sabia que te gustarán estas cosas —Daniel deja el vaso con hielos sobre la mesa.
—Apenas nos conocemos —suelto una risa floja y doy otra calada.
Uno de sus amigos se pone de pie y cae al suelo.
—Pobrecito, se mareó con su primer blunt —aplaude un chico pelinegro.
Todos estallamos en risas y una chica rubia se acerca para ayudarlo.
Era la chica de la terraza, la del top blanco, inevitablemente me fijo en que no estaba firmado por Pablo.
—Gracias Jacky —escucho decir a Daniel.
—¿La conoces? —dejo de fumar.
—Es mi prima
—¿Me compartes de tu blunt? —me pregunta el chico que me ayudó a encenderlo y se lo entrego sin pensar.
