La Forastera y el Príncipe

El secreto del príncipe

Kendrick 

Al llegar al palacio mi padre me manda a llamar, lo más seguro era que Morris ya le hubiera entregado un informe completo sobre Jules y quisiera saber más sobre ella. Morris se había mantenido callado hasta el momento, pero sabía que era cuestión de tiempo para que me pidiera algo a cambio de seguir hablando bien de Jules. Toco la puerta de la habitación de mi padre antes de entrar.

—Adelante. — la voz de mi padre suena débil, aunque un poco menos que el día anterior lo cual es reconfortante.

—Hola, ¿cómo sigues? — le pregunto acercándome a su cama. Se veía mejor que los días anteriores, incluso tenía más color en las mejillas.

—Mejor, espero poder estar de pie nuevamente para el fin de semana. Estoy muriendo por conocer a los Strider, me han contado mucho de ellos. — dice sentándose en su cama lentamente. — Que me encuentre mejor no significa que debas abandonar tu búsqueda.

—Pensé que Morris ya te había traído los detalles. — le digo sentándome en la esquina de su cama. Sus palabras me recordaron que tenía que ir al bosque a encontrarme con Jor. 

—Lo ha hecho.

—¿Y qué opinas? — le pregunto mientras lo observo moverse para tomar un par de hojas.

—Jules Mailén. — dice leyendo en voz alta. No pude evitar preguntarme si realmente ese era su apellido o solo lo había inventado sobre la marcha. — Estatura promedio, bonita, ojos grises, 18 años de edad, simpática y con gracia. Es casi como si me estuvieran describiendo a la chica perfecta.

—El efecto Jules. — le respondo sin duda alguna. Puedo ver una gran sonrisa en los ojos de mi padre.

—¿Cuándo podré conocer a mi futura hija? — me pregunta mi padre con una sonrisa que no le había visto en mucho tiempo, tal vez desde que mamá había muerto mi padre no había sonreído de esa forma, lo cual hizo que me diera un escalofrío.

—Escoge el día. — le respondo intentando lucir emocionado.

Juliette

En la noche espero algo nerviosa la llegada de Ollie, no había logrado hacer una investigación sobre el príncipe tan buena como me hubiera gustado, pero había podido juntar algunas cosas, había logrado confirmar algunos rumores. Escucho el carruaje de Ollie estacionarse fuera de la casa e intento ordenar todos las cosas que había descubierto para poder brindarle un discurso convincente y fluido. Había repetido todos los pasos que hacia Ollie antes de tener una junta con Alex. La forma en la que ensayaba la entonación de sus palabras, la forma en la que practicaba sus movimientos y gestos faciales, todo.

—Ollie. — le digo saludandolo en cuanto abre la puerta, incluso llego antes que las chicas que insistían en recibir a Ollie todos los días incluso cuando les había dicho que no era necesario.

—¿Pasa algo, Jules? — me pregunta quitándose su abrigo y pasando una de sus manos por su cabello para sacudir algunas de las gotas de lluvia.

—Buenas noches, señor. — lo saludan las chicas y no contesto su pregunta solo le sonrió nerviosamente.

—Buenas noches. — las saluda Ollie con una sonrisa. — Toquemos el piano, Jules. — me dice señalando la habitación donde se encontraba el piano con la cabeza. —¿Es sobre tu investigación? — me pregunta Ollie sentándose en el banquillo para después mover sus muñecas en círculos, siempre lo hacia antes de tocar el piano.