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Un día nublado en el mundo de Karmaland, esta vez nos concentramos en el castillo de Vegetta, ambos se encontraban en una habitación, Rubius estaba tirado en la cama mientras que Vegetta lo atendía pues ambos esperaban a un bebé.

Vegetta tenía una gran alusión de tener un pequeño él o un pequeño hibrido de osito, sabía lo que era de Rubius, sabía en las problemáticas que este chico se metía, sabía el porqué de la fortuna de este chico, sin embargo, esta vez lo había dejado pasar, pues el imaginaba que al tener un bebé, Rubius posiblemente se calmaría en este aspecto.

Mientras que Rubius pues, se sentía bien, realmente también quería y deseaba a esa criatura, podra ser un chico algo desastroso y caótico pero no tuvo el valor de haber abortado al bebé, igual, este niño/niña iba a tener la suerte de ser alguien con fortuna junto con una familia "estable".

Ambos se sentían seguros que le darían una buena vida al pequeño/a, suponían que no iba a ser tan complicado mantenerlo.

En menos de 1 semana esté pequeño hibrido nacería en este mundo de tantos.

Y bueno, los héroes ya también estaban enterados de esta situación y claro, los felicitaron ante esto y ya también se encontraban en espera del nacimiento del pequeño.


( ☆ )

- Cómo está mi pequeño osito?

- Esta en su cuna dándose una pequeña fiesta..

- Por qué no estas con él?

- Yo también quise descansar en este rato, estoy que me mato de cansancio..

- ... - mantenia la mirada fija en Rubius - No me gusta que dejes a mi nene solo..

- Perdón, perdón, solo quería descansar..

- Bueno..

Vegetta había llegado de una misión, se encontraba cansado y fastidiado de todo, solo quería llegar a casa para poder tomar un baño y dormir.. y solo se encuentra con su "novio" que deja a su bebé solo.. ¿Y si le llegaba a suceder algo?.

Sí Rubius estaba ahí era porque tenía que cuidar a su bebé, pues por el ya no quería a Rubius en su casa, se volvió tedioso en este tiempo que lleva viviendo con el en su castillo.

Ya habían pasado 2 años desde aquel entonces.
En un principio Rubius y Vegetta conectaban muy bien gracias a su pequeño "Spreen" un hibrido de osito.

Pero volvemos a lo mismo, aquí las cosas con el tiempo están empeorando para mal y no para bien.

Vegetta fue hacía la habitación del pequeño hibrido para poder verificar que todo estuviera bien, y en efecto, el pequeño osito estaba plenamente dormido, ese niño le traía una gran felicidad..
Y Vegetta aprovecho ese tiempo para darse una ducha para ya poder descansar.

- Doblas!! , ven aquí con Spreen en lo que yo me doy una ducha, no quiero que este aquí solo.

- ... - este no quería ni levantarse - Ya voy!!.. -

Y al final, éste no tuvo de otra más que levantarse e irse ahora mismo con el pequeño Spreen.

Al llegar casi a la habitación del pequeño hibrido este comenzó a llorar.

Rubius no tenía ningun problema con su niño, al contrario tenía una bonita relación con él..

- Cómo descanso mi niño? - mencionaba mientras lo cargaba para poder tranquilizarlo.. Le tarareaba una bella melodía ya teniendolo en brazos..

Spreen se calmó. No se escucharon mas llantos en esa habitación.

Una mamá cariñosa y paciente a su pequeño.
Y un pequeño que amaba a su mamá que se mantenia tranquilo al sentirse en brazos de el.

Para Rubius será algo cansado cuidar de este pequeño híbrido, pues casi siempre se encontraba solo en ese castillo, Vegetta tenía varios pendientes con lo que eran las misiones, entonces el casi nunca se encontraba ya en casa.. pero no se quejaba de quedarse sólo, al contrario, podia cuidar a su manera al pequeño Spreen sin estar escuchando reclamos por parte del de ojos amatista.

Quería lo mejor para su pequeño.

- Papi ya.. llego..? - lo decía adormilado en los brazos de Rubius

- Sí, mi niño, solo se esta duchando, en un rato viene aquí con nosotros.. - Bueno ahora tendría que mantener despierto a Spreen para que pudiese ver a su papá - Te apetece un cuento por el momento?-

- Sí!! - mencionaba con una voz dulce y emocionada..

...

Rubius se encontraba en un sillón que había en la habitación del niño, mientras tenía a Spreen sentado en una de sus piernas contandole un corto cuento.

Se escuchaban los pasos de Vegetta que ya iba hacia la habitación.

- Ya me siento mejor.. - mencionaba mientras se secaba su pelo con una toalla. - Que tal le va a mi niño!! -

- Papá!! - se bajo a una gran velocidad de las piernas de Rubius corriendo a Vegetta, el cual se encontraba agachado a brazos abiertos para poder abrazar a su pequeño.

Rubius simplemente se quedo sentado en el sillon mirando esa escena tan satisfactoria para el.

- Papii, te extrañe mucho!! - el hibrido estaba abrazando a su papá con sus pequeños brazos.

- Igualmente, mi niño.. - decía mientras lo empezaba a cargar - Qué te parece si ayudas a mami a hacer la cena? -

- Sii! -

Rubius se levanto con algo de dificultad, pues ya no se aguantaba el mismo de tanto cansancio, se dirigió a Vegetta para poder cargar a Spreen e irse a la cocina.

- Venga, Spreen, que se te antoja cenar hoy? -

Rubius y Spreen se alejaban de la habitación, Vegetta simplemente se quedo ahí parado, mirando la habitación, simplemente quieto, el también se sentía cansado.

( ◇ )

- Ven, sientate acá mientras preparo la cena, si quieres puedo prender la televisión.. -

- Sii!!, quiero ver Cars!! -

Simplemente Rubius lo sento en un sillon para el tamaño de Spreen, ya dirigiéndose a encender la televisión, de paso le servía que Spreen estuviera tranquilo mientras el se concentraba en preparar la cena.

( ... )

Hasta aquí la dejo:)

960 palabras.

¿En qué momento..?  |     RubckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora