Comienza después de la batalla de los guerreros contra Cell Max. Nuestro protagonista sufre un cambio, haciendo que su actitud y manera de comportarse sea diferente, además de que habrá alguien que cambiará por completo la vida del guerrero Saiyajin...
En un lugar más alejado de la capital en donde solo era un terreno rocoso, se encontraban la Princesa y la Reina de Sadala, además de Vegeta.
Diana tenía el objetivo de convertirse en un Super Saiyajin, y para ello fue su madre Dara y también Vegeta, ya que no tenía otra cosa que hacer en el palacio.
Vegeta: ¡Escucha! ¡Tienes que concentrar toda tu energía en la espalda y luego expulsarla a todo pulmón!
Dara: <Seria>. Hija, no vine aquí para perder el tiempo... ¡No me decepciones! Eres familia de la realeza, así que tienes que aspirar a lo más alto. Tienes la fuerza suficiente para conseguirla de una buena vez.
La Princesa intentaba concentrar toda su energía en la espalda, pero por más que lo hacía, de alguna manera todavía no se transformaba.
Fue entonces que Vegeta comenzó a alentarla.
Vegeta: ¡No quiero que seas una debilucha como Kyabe! Dime una cosa, Diana... ¿Qué harías si alguien destruyera tu hogar y tu familia?
Ella abrió los ojos por la sorpresa y Vegeta siguió hablando...
Vegeta: ¡No defenderás a nadie con ese insignificante poder! ¿Y dices ser de la familia real? Qué vergüenza... <Entrecerrando sus ojos>. Sabes que yo no destruiría este lugar, pero hay alguien que sí podría hacerlo si así lo desea.
Diana: <Muy sorprendida>. ¿Q-Qué?
Vegeta: Hablo de Kakaroto... ¿Ya viste lo que pasó ayer? Pues, ¿Qué pasaría si ese insecto piensa en destruir todo tu hogar?
Diana: Él no haría e...
Vegeta: <Sonriendo>. ¡Por supuesto que sería capaz de hacerlo! Y lo has visto en un par de ocasiones... <Elevando su tono>. Responde, ¿¡Te gustaría que tu querida madre o tu querido padre acabasen de la misma forma que aquel sujeto que murió en las manos de Kakaroto!? Todo eso, mientras él disfruta de su agonía y sufrimiento, y tú te quedes temblando como un simple gusano en vez de pelear como lo haría un Saiyajin, para así salvar a tus seres queridos.
Diana: <Cerrando los ojos y apretando sus puños>. N-No... No lo permitiré...
Ésta empezó a enojarse y se pudo ver que de ella comenzaba a emitir un resplandor dorado, cosa que Vegeta y Dara notaron rápidamente.
Diana estaba recordando los momentos que pasó cuando los dos Saiyajins del Séptimo Universo llegaron a Sadala, especialmente aquellos momentos donde Goku mostró su sed de sangre, pues a ella le desagradaba totalmente ver escenas donde predominaban principalmente violencia y muerte.
Flashback
Goku: <Sin poder verse>. Creí haber sido lo suficientemente claro... Pero ignoraste mis advertencias sobre tus compañeros y yo no me haría responsable de lo que les podía pasar.
Hiro: <Exaltado>. ¿¡Quién anda ahí!?
Vegeta: <Serio>. Kakaroto.
Desde el lugar donde sonó la voz, aquel sujeto arrojaría el cuerpo sin vida del Capitán Gombo enfrente de todos, sorprendiendo al Rey Hiro y a la Princesa Diana ya que tenía el pecho totalmente atravesado.
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