Capítulo 15. Una nueva amiga

16 0 0
                                    

El sonido de unas aves me despertó, abrí los ojos, me moví un poco y me di cuenta que Asth estaba a mi lado dormido, me quité a toda prisa al darme cuenta que toda la noche había utilizado su brazo como mi almohada. Traté de no hacer mucho ruido y salí de la cueva muy cuidadosamente, de día el bosque se veía menos terrorífico, tomé una de las frutas que habíamos recolectado y comencé a comerla, estaba muy rica. Mientras más mordía la fruta iba recordando las diferentes sensaciones que había sentido por la noche, recordé el ungüento y lo que restaba de la fruta se cayó al suelo, nuevamente sentí todo mi rostro caliente. Sin embargo, no había pasado nada, después de que Asth terminó de ponerme el ungüento ambos nos acostamos dándole la espalda al otro, incluso Asth se acostó más lejos de mí para darme mi espacio. No estaba segura, pero este bosque tenía algo, quería marcharme ya.

Después de unos cuantos minutos Asth se había despertado, comió un par de frutas y después volvió a ponerse su chaleco, miré su brazo cuando estaba alistándose y me sorprendió ver que la herida había cicatrizado totalmente. Cuando terminó Asth me tomó de la muñeca y me dijo que era momento de irnos, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en la sala de la casa, Damian quien se encontraba en el sofá corrió hacia nosotros y nos ayudó a levantarnos.

- ¿Qué les pasó? Estábamos preocupados

- Una larga historia, siendo sincero estoy muy cansado para contarla ahora – Asth se dejó caer en el sofá y en ese momento bajaron Aylin y Ban

- Gracias a los dioses, creímos que habían muerto

- Solo fueron unas horas Aylin – replicó Asth

- ¿Horas? Querido estuvieron perdidos casi tres días – En ese momento Asth y yo cruzamos miradas, solo había sido una noche ¿cómo era posible?

Aylin nos dijo que nos ducháramos y descansáramos, que después de la cena hablaríamos de lo ocurrido, no repliqué a pesar de que yo quería contarles lo que había pasado, necesitaba respuestas, pero me sentía agotada. Esta vez Aylin me dijo que de ahora en adelante compartiríamos cuarto, que lo había arreglado y me había hecho un espacio, subí a su habitación y entré en el baño, a diferencia del cuarto de Asth y Damian, ella tenía una bañera, la llené y me metí, el agua estaba tibia, al instante me relajó.

- Mili, linda – Sentí como unas manos me tomaban de los hombros y me traían a flote nuevamente, tosí y me desperté. Me había quedado dormida en la bañera y casi me ahogaba, por suerte Aylin me salvó, cuando me froté los ojos para quitarme el jabón vi los brazos de Aylin, eran totalmente diferentes, ahora estaban llenas de escamas azuladas, supongo que reaccionaba al contacto con el agua. Me pasó una toalla y me ayudó a enredarme mientras me ayudaba a salir, me dejó sentada en la cama y se salió para que pudiera cambiarme. Una vez que terminé salí y bajé a la sala, donde se encontraban todos, al parecer también Asth no quería esperar a la cena.

Me senté al lado de Damian, mientras que Ban nos pasaba unos bocadillos. Aylin nos pidió que explicáramos lo que nos había pasado, inicié contando que después de que nos separamos en la facción Asth y yo nos habíamos perdido y dimos con un gran ópalo, todos se sorprendieron al escuchar sobre él, pues la facción nunca les había hablado de algo parecido, ni siquiera había alguna clase de registro a los cuales Aylin tiene acceso, también les conté la sensación que tuve al acercarme al ópalo incluso lo que sentí cuando solo la punta de mi dedo lo rozó, de ahí Asth me interrumpió. Me dijo que entre más avanzaba el ópalo parecía iluminarse, que me gritó varias veces pero parecía no escucharlo, por lo que me jaló para que reaccionara y que cuando lo miré mis ojos estaban completamente blancos, como si estuviera en un trance. Cuando contó esto los demás me miraron, y les dije que yo no sentí nada en ese momento, yo podía ver perfectamente a Asth y estaba conciente de todo. Después Asth contó lo del bosque y cuando terminó de hablar les conté de mi viaje astral por llamarlo así.

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora