Tierra No Conquistada

Batalla de Marte - Parte 1

5 de Febrero 2077, Flota de Marte

"¡Puestos de combate! ¡Puestos de combate! ¡Todas las manos se preparan para el combate inminente! ¡Esto no es un simulacro!"

Las alarmas se activaron en todo el buque militar cuando la tripulación salió de los anillos de habitación y flotó a través del barco hacia sus puestos asignados.

Llego el momento. Este era el momento para el que han estado entrenando desde que ingresaron a la academia como cadetes a la edad de 17 o 18 años. Durante cuatro años han estado entrenando a través de acondicionamiento, exámenes y simuladores para enfrentar lo que ahora se les presenta.

Los alienígenas estaban invadiendo una vez más. Pero esta vez la humanidad estaba mejor preparada que hace 55 años. Esperando a los extraterrestres en Marte había una gran flota de naves de guerra construidas por humanos que fueron construidas y asignadas a Marte para defenderlo.

La presencia humana en Marte se ha expandido enormemente desde que se establecieron las dos primeras bases. El planeta rojo tenía su propia ciudad construida bajo una cúpula habitacional con más de 10.000 almas viviendo dentro de ella. La base también tenía un conjunto de guarniciones de superficie con tropas y vehículos para defenderse de las fuerzas terrestres invasoras en caso de que aterrizaran en la superficie. Orbitando alrededor del planeta estaba la Estación Olympus ampliada que ahora presenta sus propios módulos de armas y drones para defenderse. Con él había siete nuevos astilleros que actualmente estaban construyendo naves, junto con tres más en desarrollo.

La flota que defendía Marte estaba compuesta por 88 fragatas de misiles clase Terran, junto con una nueva nave que se agregó recientemente a la armada de la humanidad.

Cinco de los nuevos portaaviones clase Sol.

Los barcos miden unos 800 metros desde el puente hasta los motores y presentaban dos anillos habitacionales con un diámetro de 100 metros. La nave utilizó cuatro potentes motores principales para alcanzar una velocidad de 150.000 km/h, impulsados por un reactor de fusión de teravatios de segunda generación. El armamento de armas se compone de dos módulos de misiles antibuque con 20 celdas cada uno, dos módulos de misiles nucleares con 10 celdas cada uno, cuatro cañones de riel de 254 mm orientados hacia la proa y ocho baterías de cañones de bobina de 50 mm. Sin embargo, su enfoque principal estaba en seis módulos de drones que transportaban 80 UAV de combate, 10 UAV de reparación y 10 UAV ECM cada uno. Al igual que las fragatas, también tiene su propia suite de guerra electrónica.

Los cinco portaaviones estaban protegidos por cinco fragatas cada uno en una pantalla defensiva, dejando que las naves restantes tomaran posiciones y esperaran a que llegara la flota alienígena. Las nuevas naves enemigas, denominadas Dreadnoughts, eran bastante grandes, pero no tan grandes como una Nave Nodriza extraterrestre, midiendo más de dos kilómetros de largo con un ancho y una altura de 400 metros. Parecían más adecuados como buques de guerra de pleno derecho en lugar de portatropas y portaaviones como la Nave Nodriza.

"Almirante, la flota enemiga se está acercando a 100.000 kilómetros y disminuyendo la velocidad. Están bloqueados en nuestra posición".

Sentado en el puente del buque insignia de la flota, el almirante miraba a través de las pantallas que mostraban los barcos que se acercaban. Notó el tamaño obvio y la ventaja numérica que los alienígenas tenían sobre sus naves. Pero se mantuvo confiado. Esto era algo para lo que se habían estado preparando desde que se estableció la Armada de la Tierra Unida bajo la UEDF. (Aunque las simulaciones dieron cuenta de más naves nodrizas). No flaquearían y saldrían victoriosos. Además, tenían una nueva arma secreta esperando, lista para ser desplegada.