01 ─ Isabella

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Katia se despertó un poco desanimada, hacia una semana que Seth no iba a buscarla. Se cruzó con Sam unas cuantas veces, le preguntó en varias ocaciones si sabía algo de él y de Leah, porque Leah tampoco había concurrido al instituto.

Se quedó acostada mirando el techo. En la sala de estar solamente se escuchaban los gritos de su madre y de su esposo. Con suma pereza se levantó de la cama y caminó hacia el baño para darse una ducha rápida. Al momento de entrar al baño le paso llave para poder ducharse. El agua caliente le cayó sobre el cuerpo templando sus músculos tensos por el frío. A los pocos minutos salió de la ducha, se secó y se vistió con una calza térmica, un pantalón deportivo y una remera de manga larga. Se apresuró a salir del baño para poder abrigarse.

Al llegar a su habitación se puso medias polares, un par de zapatillas, y un buzo abrigado. Tomó su móvil, su bolso y salió hacia la sala de estar. Vio al padre de sus hermanos sentado en el sillón de brazos cruzados y con el rostro arrugado.

─Llevate la basura ─Andrew bramó.

Katia no le dirigió la mirada ni la palabra, solo caminó hacia la cocina para agarrar la bolsa negra con basura para luego irse. Al salir dejó la basura en el tacho verde que había para luego salir caminando en dirección al bosque. Su desilusión fue plena cuando no vio a Seth por ningún lado. Caminó durante unos cuantos minutos, no había rastro de nada, no estaba por ningún lado, Seth no había ido ese día.

Katia soltó un suspiro mirando sus pies, Seth no había ido y eso significaba que no iba a ir al instituto. Ella no quería ir para estar sola, prefería ir a caminar por ahí, y era lo que iba a hacer.  Abrió camino por la espesa maleza, no tenía un rumbo fijo, solo quería caminar y despejarse un poco de todo. Estaba preocupada, Seth nunca había desaparecido de esa forma, era tan extraño, pero por eso en un principio le empezó a preguntar a Sam, siempre que alguien desaparecía de esa manera empezaba a llevarse de alguna forma u otra con Sam Uley, y algo muy en el fondo le decía que con Seth y Leah sucedía lo mismo.

Caminó sin rumbo durante un rato largo hasta llegar a La Push, le gustaba ir a la playa con Seth, a él le encantaba la arena tocando sus pies. Los pensamientos melancólicos de Katia se disiparon al ver a una chica castaña lanzarse hacia el agua, había saltado de una roca demasiado alta. La pelirroja tiró su bolso y su móvil en la arena y corrió hasta zambullirse en el agua helada. Nadó lo más rápido que el cuerpo le permitía, hasta que de alguna manera u otra llego hasta un cuerpo frío que se hundía.

Tomó a la muchacha y la arrastró hasta la orilla, dejándola en el medio de la arena. Los dientes de Katia castañaban por el frío que sentía, aún así, entrelazo sus dedos temblorosos sobre el pecho de la muchacha comenzando a darle primeros auxilios. De la nada, un par de manos morenas ocuparon su lugar.

─Vamos, Bella.

La mirada azulada de ella descanso sobre el muchacho que acababa de hablar, lo conocía, era Jacob Black. El padre de Seth era muy amigo de Billy Black, de ahí sacaba la existencia del moreno. El ruido de alguien tosiendo llamó la atención la pelirroja, alejando su mirada del moreno. Dejó caer sus ojos en la chica tendida en la arena, quien escupía agua. La castaña abrió los ojos y miró a ambas personas frente a ella, al único que pudo reconocer fue a Jacob.

─¿Jack?

─¿Qué cojones hacías? ─le recriminó el moreno.

Isabella solo negó y dejo los labios entreabiertos.

─Solo quería ver algo ─murmuró ella.

La única que no entra a en la conversación miró a la castaña, la mueca es su rostro delataba sus pensamientos, ella solamente podía pensar en cómo hablaba la chica, parecía que tenía una especie de espasmo, parpadeaba mucho y hacía muecas raras. El tensar de sus músculos le debió la atención, se dejó caer sentada en la arena, tenía las extremidades entumecidas y la espalda le dolía debido a lo tensa que estaba.

ÁMAME ─ Emmett Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora