Crónicas de un futbolista. (+18)

Capítulo 35.

Movió su cabeza disimuladamente y sus ojos se plasmaron en alguien que estaba a 3 filas de asientos arriba.

Ryusei se miraba molesto, su mirada llena de frialdad estaba a la vista de ella y muy en el fondo se sintió culpable.

Sabía que él no era para ella por más que adorara verlo tan alegre cuando estaba a su lado. ¿Era egoísta de su parte verlo reaccionar así cuando a ella le gustaba alguien más?

—Mírame...—Emily desvió la mirada, los ojitos brillantes de Nagi estaban sobre ella y era obvio que él sentía la tensión que esa rivalidad había creado. ¿Tenía que verse molesto por verla mirando hacia donde él se encontraba? Quería olvidarse que él estaba ahí, quería poder demostrarle que él era muchísimo mejor que Shidou y que Emily siempre lo elegiría a él por sobre todas las cosas— El sentimiento de celos me domina ahora, pero me mantengo sereno porque estás a mi lado.

—¿Estás diciéndome esas cosas porque quieres seducirme?

—No... ¿Pero está funcionando? —Emily sonrió sujetándolo de las mejillas, le regaló un suave beso esquimal y seguido de eso, sus labios besaron de su boca. Nagi suspiró en respuesta, sus ojos se cerraron y sólo se dejó llevar por lo sensual que ella tomaba de sus labios, los pequeños mordiscos de por medio lo hacían sentir duro y aunque quisiera cogersela en aquél lugar, tenía el aura de un león a 2 asientos suyos.—

—Basta, si vas a cuidar de mi hermanita, procura no pasarte de pervertido con ella —espetó entre dientes mientras lo sujetaba de la cara, Barou había extendido su brazo y éste estaba casi abrazando a un Hyoma completamente rojo. El rojosfuscias había decidido tomar asiento a lado de Emily, ya que el rey quiso tener a Lisa a su costado derecho. Bachira y Reo no se encontraban con ellos, el que estaba en el top número 7 y número 11, habían decidido comprar palomitas y chocolates pues les pareció aburrido que ninguno quisiera comer algo— Compórtate.

Lo soltó de un pequeño empujón teniendo cuidado de no golpear a Chigiri. El de cabellos largos tragó saliva mientras se encogía en su asiento, era lo más cercano que había tenido al chico que estaba haciéndolo sentir realmente extraño.

[¿Era buena idea mantenerse sentado en ese lugar?]

—No me hace nada de gracia que quieras sentarte conmigo, quería que Hyoma estuviera a mi lado —exclamó en voz baja llamando la atención de un sonrojado Chigiri. Lisa no quería escuchar a Barou parlotear, estaba realmente molesta y resentida por lo idiota que se había comportado así que a esas alturas sólo quiso la compañía de Emily y la de su dulce Chigiri— ¿Podrías sentarte aquí? Le pediré a Reo que se siente junto a Emily...

—No hace falta —respondió Barou, se puso de pié y éste llamó la atención de su hermanita. El pelinegro le hizo una invitación a que se sentara a su lado, Hyoma negó no queriendo ser ese tercero que hacía que ellos se pelearon, por más raro que se sintiera al estar con ambos... Tampoco quería verse metido en controversias dónde lo mencionaban a él como al causante de que esos 2, no quieran estar juntos— Vamos, siéntate con ella. Yo me sentaré al lado de mi hermanita.

—P,Pero...

Lisa lo tomó del brazo y sin darse cuenta, Hyoma terminó en el asiento en dónde Barou había estado sentado.

El mayor abrazó por los hombros a su melliza seguido de dejar incontables besos en su sien. Emily pestañó varias veces, ¿Qué había pasado para que esos 2 tengan tantos problemas?

—¿Sucede algo?

—No tiene importancia, mi amor...

—Claro, es obvio que los problemas entre personas que no tienen absolutamente nada, ¡No tienen importancia!