Hay distintas maneras de interpretar esta frase, "mi primera vez", aunque creo que a muchos se les vendría a la cabeza un acto en particular. Pero no se trata de eso. Se trata de la primera vez que experimenté lo que podría llamarse un noviazgo real. Escribo esto dirigiéndome a ti, aunque nunca podré hacerlo directamente. Quiero expresar lo que siento, quizás eso me haga sentir mejor.
Bueno, comenzamos como amigos, y la verdad es que he pasado los últimos días deseando que hubiéramos permanecido así, sin complicaciones, sin intentar ver si había algo más entre nosotros, sin chispas, conexiones, canciones absurdas, besos, pensamientos y recuerdos. Pero empecé a verte de manera diferente, a esperar tus mensajes, a desear tus buenos días e imaginarte con una sonrisa. Me parecía absurdo pensar que tal vez sentías lo mismo por mí. Soy una persona insegura, con baja autoestima, que ni siquiera se sentía merecedora de caminar de la mano contigo. Así que créeme cuando te digo que te valoré muchísimo.
Cuando te veía, quizás notabas que me tardaba un rato antes de saludarte. Era como si cada vez que te veía fuera la primera vez: los mismos nervios, la misma timidez. Pero por dentro, te abrazaba al verte. A veces me pregunto si no expresé bien mis sentimientos. Sé que no nos veíamos mucho, pero no planeaba que fuera así para siempre. Me dabas ganas de querer algo más, de sentir y estar contigo. Lamento mucho que hayas tenido que hacer tanto esfuerzo.
No teníamos muchos gustos en común, y aunque nuestras canciones eran muy diferentes, cada palabra, cada melodía me llegaba al alma.
Sí, estaba interesada en ti: en tu equipo favorito, tu color favorito, en lo que te enojaba o te estresaba, como cuando perdías en tus juegos y cómo te alegrabas al ganar. Sí, realmente me gustabas. Deseaba que pudieras conocerme completamente, que compartiéramos más. Tenía mucho más de mí para ofrecerte. Quizás por eso me resultó difícil aceptar que hayamos terminado.
Todo sucedió muy rápido para mí. No esperaba que tomaras esa decisión, ni siquiera lo había considerado. Me pregunto en qué momento dejaste de interesarte en que te dijera que te quería, en qué momento nuestros besos dejaron de significar algo para ti. Me ha sido extremadamente difícil, me has roto el corazón. Después de casi dos meses, todavía me resulta difícil asimilar que ya no estarás a mi lado. Perdón por aferrarme tanto.
Eres todo en lo que pienso. Tus palabras diciéndome que tu forma de quererme cambió resuenan en mi mente cada vez que recuerdo aquella vez en el parque, la última vez que nos vimos. Sentados uno al lado del otro, con mi cara cerca de la tuya, te observaba con cariño. Y ahí me miraste y me diste un beso en los labios. No puedes imaginar cómo me sentí en ese momento, y cómo se volvió sagrado para mí.
Hey, Ricky, creo que me enamoré de ti.
Me entristece que hayas podido estar con alguien más tan rápido, pero también debo entender que somos diferentes. Siempre seré esa persona que siente demasiado. Aunque te dije cosas diferentes, no siento ni una pizca de odio hacia ti. ¿Cómo podría hacerlo? Has sido mi primera experiencia de caminar de la mano con un chico, el primero al que le he escrito una carta, el primero con el que, después de besarnos, no salí corriendo, el primero al que le he tomado de su café. Has sido el primero en muchas cosas, y por eso te quiero.
Te quiero porque estuviste ahí para mí, porque no me juzgaste, por compartir conmigo tus gustos más o menos malos en memes, porque compartimos videos de gatos, por el amor que le tienes a tus mascotas y animales, porque te esfuerzas muchísimo, porque pagaste el metro, te quiero por el turrón. Te quiero porque mi cariño es inmenso y duradero.
Te quiero aunque me duelas.
Te quiero aunque no quiera.
Gracias por lo que fue mientras duró. Esto es lo que siento por ti.
Atte. Sabandija
Para: Carefresa
