Capítulo 7

940 116 4
                                    

Severus se recostó en el pecho del alfa, había cambiado su postura debido a la incomodidad y ahora dormitaba con la cabeza escondida en el cuello de su pareja, cerca de la glándula de olor. La dulce bebida que había estado tomando, la suculenta comida y el constante calor del cuerpo de Sirius estaban adormeciéndolo poco a poco.

-Te vas a quedar dormido- le susurro Regulus- y te vas a perder lo mejor.

-¿Lo mejor?-Severus se encontraba tan relajado que no le importaba hablar con el hermano de su alfa mientras tenía la polla de este en su interior.

-Al finalizar la fiesta los omegas elegirán entre los nuevos alfas. Tranquilo- hablo con rapidez al ver el temblor del joven al recodar su elección- esta es diferente. Aquellos que quieran una pareja desprenderán feromonas- comenzó a explicar- a los alfas se les dará un afrodisiaco que los llevara a un estado de placer animal, ellos elegirán. 

-Salvaje- susurro- ¿tu participaras?

-No, ni de coña- rio- no quiero una pareja.

-Miente- interrumpió Sirius mientras bebía un gran trago- solo tiene miedo del rechazo.

Severus le miro sorprendido, ¿aquel omega tan hermoso temía el rechazo? Era imposible. El pelinegro recordó esa sensación tan incómoda, ese sentimiento de no ser suficiente. De manera autónoma acerco al omega y beso su frente dulcemente. 

-Nadie te rechazaría, nunca- afirmó con voz dulce. 

-No lo entiendes- refutó sin despegarse de la pareja, se sentía demasiado cómodo con aquella atención- Mira- el omega bajo levemente los pantalones dejando  a la vista su ombligo y una amplia cicatriz que descendía hasta su parte íntima- nací con una mal formación, no tengo pene- el joven se tomo unos segundos para recobrar la tranquilidad-  A los alfas no les gusta- suspiró.

-Los alfas son gilipollas- contesto consiguiendo que Sirius le golpeara el culo de manera juguetona- Es verdad, sino se dan cuenta de lo que vales no merecen la pena. 

Regulus se acercó todavía más a la pareja absorbiendo el olor que desprendían ambos, se sentía seguro con ellos, como no se sentía desde la muerte de sus padres.

-Regulus aléjate- le pidió Sirius- Severus no para de moverse y va a acabar con mi pene. 

El pequeño omega rio mientras obedecía, la pareja de su hermano era demasiado dulce y no quería continuar incomodándolo. Con cuidado se volvió a recostar en los cojines cerca de la pareja y observo en silencio. 

-Atento- le dijo a su cuñado- les están dando el afrodisiaco.

El omega se reacomodo en el regazo de Sirius y observo en silencio. El primero en tomar aquel líquido fue Rodolphus Lestreage que se mantenía protegiendo a su pequeño hermano, por desgracia, Rabastan, acabo ingiriendo dicho líquido segundos después. Barty sorbió el líquido poco a poco, como si de esa forma no llegara a hacer efecto, y James, el cual todavía permanecía atado, fue obligado a beberlo de forma brusca por los alfas Laut, parecía que el moreno llevaba dando problemas desde el primer momento. 

-La chica de pelo largo y negro es Chang- comenzó a explicar mientras señalaba a los omegas que se acercaban en busca de pareja- actualmente es de las más cotizadas en la tribu, es la más hermosa...

-Detrás de ti- corrigió el pelinegro ganándose una sonrisa del pequeño.

-La de pelo rizado y alborotado es mi prima Bellatrix- Severus observó a la joven que siempre se metía con él- esta obsesionada con atormentar a los nuevos, me apiado de quien la elija. Ese dulce omega rellenito es Peter, es un gran amigo de Sirius y ... se esta dando la vuelta- finalizó con tristeza- parece que él tampoco participará, una pena.

-Los alfas se están levantando- avisó Sirius mientras aumentaba en agarre en su omega- estar pendientes. 

El pelinegro observó en silencio como sus compañeros se incorporaban tambaleándose y olfateando el aire. Rodolphus fue el primero en moverse. Sus pasos eran erráticos pero firmes y no tardo mucho en atrapar a aquella que Regulus había señalado como su prima.

-¿Van a hacerlo aquí?- preguntó sorprendido

-Los omegas los guían a su cabaña antes de que ocurra- le explicó el alfa- la pérdida de virginidad es privada, después de eso no importa. 

Severus se escandalizó, esperaba que su pareja no quisiera llevar su relación a algo más público, aunque,  teniendo en cuenta su postura actual, no se confiaba mucho de las tradiciones Laut. Decidió fijarse en Regulus  para distraer su mente. El pelinegro se mantenía cerca de ellos buscando seguridad y sin despegar la mirada de la situación frente a él, un omega de nariz respingona acababa de ser seleccionado por Rabastan y, parecía, que el menor no lo estaba tomando muy bien.

-Habrá otra el año que viene-intento animar su hermano-cuando los pequeños accedan a su madurez.

-Paso, no me gustan pequeños- intento bromear- estoy bien así, en serio...

Sus palabras fueron calladas cuando el enorme cuerpo golpeo contra él. Severus sintió como, al instante del golpe, Sirius salía de su interior y se alejaba con el en brazos, su alfa estaba descontrolado intentando protegerle de aquella posible amenaza; el pelinegro, en cambio, tenía demasiado miedo, Regulus estaba en problemas, su cachorro estaba en problemas.

-Sirius, ayúdalo- pidió desesperado al ver como James atacaba con su boca los pezones rosados del menor- Sirius.

Observó con miedo a su alfa. El moreno mantenía sus caninos fuera y sus brazos fuertemente cerrados en su cintura, Sirius veía como una amenaza para su recién marcada pareja al Hutan; en cambio él, él solo quería proteger a su cachorro. 

Los alfas Laut se comenzaron a acercar a la pareja cuando un chillido demasiado agudo llamo la atención de los jóvenes, Barty también había decidido atacar a uno de los omegas que no participaban en la ceremonia. Los miembros de su tribu estaban despertando el caos. 

Severus se removió buscando a Regulus. Los alfas Laut habían decidido correr tras su compañero, que había secuestrado al regordete omega, y se internaba en el bosque junto a la playa. Regulus se había quedado solo a merced de James. 

-Mi cachorro- gritaba desesperado- mi cachorro. 

La fuerte mordida en su marca bloqueo su cuerpo, dejándolo inmóvil a merced del alfa que comenzaba a tocar su cuerpo mientras le dirigía a su hogar. Severus lloró, no quería follar con su alfa. Solo quería a su cachorro. 

Salvaje (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora