Despertar

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____ P.O.V.

Abrí los ojos y el brillo de la habitación me cegó. Realmente me costó bastante adaptar la vista a la luz y conseguir ver algo con nitidez. Un dolor muy fuerte me cruzaba la cabeza de derecha a izquierda, haciendo que forzase aún más la vista.

Me pitaban los oídos, tenía la boca seca y a decir verdad, no notaba mi cuerpo. Pesaba demasiado, no podía moverme.
Tuve la misma sensación que se siente cuando sufres una parálisis del sueño. Cuando bajé la vista hasta mi cuerpo, fue cuando empecé a notarlo. Sin embargo, la sensación de impresión tan grande que me llevé, hizo que no me atreviese a moverme.

Estaba completamente rígida, tumbada bocarriba en una cama, "bastante grande por cierto para ser para una sola persona"- pensé.
Aunque aparentemente era cómoda, notaba mi figura perfectamente adaptada al colchón, como si hubiese pasado muchísimo tiempo en ella.

Las sábanas eran de un color crema muy clarito y de seda pura, muy suaves. Aunque seguía sin poder moverme, traté de examinar mi alrededor para ver dónde me encontraba, pero no conseguí reconocer aquella habitación.

Parecía una habitación corriente, aunque carecía de decoraciones o muebles. Las paredes eran de un color marrón parecido al de las sábanas y el suelo era de un mármol de tonos suaves también.
Recorrí la sala con mi mirada y pude distinguir una pequeña mesa a mi izquierda con algunas servilletas, una toalla y un vaso de agua. Al lado, había un gran sillón, aparentemente cómodo, negro y marrón. "Bastante elegante"- juzgué.

Continué barriendo con la mirada y a mi derecha pude ver una amplia ventana por la cual entraban los rayos del sol. Pude ver que el reloj marcaba las 11 y cuarto de la mañana, y por un momento me extrañó que hubiese tantísima claridad tan pronto. "¿Qué día es?"- me pregunté a mí misma.

Volvió a cruzarse ese pinchazo tan molesto en mi párparo izquierdo, haciendo que pusiera una mueca de dolor. "Auch..."- me quejé.
Continué analizando aquel sitio en cuanto el dolor me dejó volver a abrir el ojo, pues no reconocía dónde estaba.

Observando la ventana, pude ver a través de las finas cortinas blancas un gran edificio marrón que prácticamente ocupaba toda la vista. Tenía muchísimas plantas y habitaciones, por lo que supuse que era el mismo edifico que aquel en el que me encontraba, solo que otro número.

No supe adivinar si me encontraba en una casa de algún conocido o si era un hotel. No tenía ni la más remota idea de dónde estaba.

Seguí mirando a través de la ventana y se escuchaba un ligero murmullo de personas hablando de fondo. La temperatura era muy agradable y el ambiente era algo húmedo.
Por la pequeña abertura, entraba una ligera brisa. Cerré los ojos e inspiré profundo; identifiqué una mezcla de sal y crema solar en el aire.

"¿Sal? Un momento, esto es..."- pensé. Abrí los ojos para volver a mirar por la ventana y entonces lo ví: era el mar.

Al parecer me encontraba en casa, en Málaga. Pero, ¿dónde estaba? No conseguía reconocer aquel lugar. Era como si nunca hubiera estado allí.

Me cansé de quedarme sólo mirando y traté de moverme. Intenté mover los brazos para apoyarme en ellos e incorporarme, pero los sentí entumecidos y dormidos.

"Ay..."- volví a quejarme.

Sin embargo, no desistí e intenté moverme de nuevo. Conseguí apoyar los brazos y tirar de mí hacia arriba haciendo que pudiera sentarme.
Me costó muchísimo, por alguna razón, mis piernas no respondieron y no pude mover nada de cintura para abajo.

- Creo que he dormido demasiado. -susurré.

En ese momento, fui consciente de lo seca que tenía la boca y del horrible sabor a metálico que tenía en la lengua. Me giré a la izquierda para coger el vaso de agua y la espalda me dio un tirón.

¿CREES EN EL DESTINO? (FanFic Rubius y tú, 2° parte de "Volveré, lo prometo").Donde viven las historias. Descúbrelo ahora