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Otra vez en la iglesia escuchando como un tipo habla y lee la biblia, obligados a responder con la multitud a las palabras de este hombre.

Esta vez Sigma no estaba casi dormido, en la mañana tuvo que prestarle ropa para ir formal al parecer había metido un montón de cosas que no le servirían incluyendo ropa de verano.
Tenía que admitir que el coro sonaba bonito, no le gustaban las canciones pero sonaban bonito, mientras miraba la estatua que tenía al frente suyo pudo sentir la mirada de alguien, un desconocido lo estaba observando.
No podía desesperarse, quizás sería alguien que les haría daño o un extraño esperando para pedir dinero.

No podía simular que no se daba cuenta, ya había empezado a incomodarlo así que volteó en busca de la persona y no encontró a nadie, volvió a mirar a la estatua y la sensación no se iba, ya estaban empezando a creer que era Dios que lo estaba observando, pero eso le daba demasiada risa como para creerlo de verdad así que volvió a voltear y entre las personas se encontró con unos ojos verdes aunque eran distintos tonos pero a esa distancia no lo pudo notar bien, estaban haciendo contacto visual y este lindo desconocido le sonrió.

—¿Estás bien? —Preguntó Sigma al ver a su amigo mirando hacia atrás.

—Si... No pasa nada.

Ninguno dejaba de mirarse pero Fyodor no sabía si sonreír de vuelta o no aunque no lo hizo, cuando miró a su amigo sintió la necesidad de saber más sobre este desconocido.

—Quiero ir al baño —Mintió —Avisale a la señora que iré.

—Claro, no te preocupes.

Fyodor asintió con la cabeza y se levantó en silencio tratando de no tapar a los que querían ver atrás de el, salir fue más fácil de lo que pensaba y encontrar el baño fue difícil pero en realidad solo quería encontrarse con esos ojos nuevamente.
Terminó en un rincón en silencio esperando que esa persona fuera hacia el, se preguntaba si la iglesia tenía o no baño porque no lo encontró, de todos modos no le importó. 

Ahora estaba ahí atrás de una estatua y cuando miró a las personas sintió como alguien le acariciaba el pelo, rápidamente giró y se encontró con un chico que le tapó la boca antes de que gritara o hiciera ruido.

—Buenos días —Dijo amable soltandolo para volver a acariciar su cabello.

—¿Quién eres? —Preguntó directamente con una expresión de enojo —¿Qué quieres? A lo mejor te equivocaste de persona. 

—Oumm no creo haberme equivocado...Oh claro, me llamo Nikolai Gogol y tú eres... ¿Fyodor?

—Vaya...conoces mi nombre, de seguro lo escuchaste por ahí es imposible que me conozcas.

—Exacto, no te conozco pero sé tu nombre, no es tan común y es muy lindo, realmente te queda bien, digo, no es como que el nombre te haga menos atractivo aunque hay personas que si piensan eso.

—¿Qué mierda dices?

—Ja! Grosero —Dijo acercándose quedando incomodamente cerca—¿Y tú sabes quién soy yo?

—Claro que no, nunca te había visto en mi vida.

—Pues adivina, tenemos tiempo aún antes de que la vieja pesada se de cuenta de que te demoras cada vez más.

—¿Conoces a Madre? —Dijo sorprendido y Nikolai le pidió que bajara el volumen de la voz —Vamos, dime rápido no quiero que me regañen después por estar hablando contigo.

—Amm a ver diré cosas que, estoy seguro, que te dejaran perplejo, sorprendido, en shock.

Fyodor lo miró de brazos cruzados sin decir nada.

|| 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒚 𝒖𝒏𝒂 𝒄𝒐𝒑𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 || Fyolai/Fyogol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora