Encuentro [Parte 2]

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El asesinato de Tachihara se reprogramo para las 8:0 a.m...

Esa mañana las personas cercanas al enorme edificio principal vieron 7 autos negros transportar a múltiples hombres en traje, entre ellos iba Kouyou, quien era protegida por sus guardaespaldas. También hubo un camión, en el que se transporta a Tachihara con una docena de soldados encargados de custodiarlo. Tachihara tiene los ojos vendados, una mordaza en la boca y audífonos especiales para anular el ruido exterior. Sus manos tienen esposas, en su pie izquierdo hay una pesa encajada, dificultando su andar. Es un prisionero. Un traidor camino a su ejecución.

En el tercer auto va Hirotsu. Él mira por la ventana poralizada del auto y un nudo en la garganta se le forma al imaginar la ejecución. No quiere eso, nadie quiere asesinarlo, pero es lo correcto. Son las reglas, el jefe lo ha ordenado. Siente como una pequeña lágrima le corre la mejilla. Chasquea la lengua y se limpia con rabia. No tenía derecho a cuestionar las órdenes del jefe. La traición siempre ha sido castigada con la ejecución inmediata, en el caso de Tachihara hubo un previo interrogatorio, llevado a cabo por Kouyou: ni ella logró que hablara.



Ya se encontraban en la carretera. El camión está rodeado por los autos. 4 delante y 3 detrás. En el tercero va Kouyou, mientras que Hurotsu va en el penúltimo. Kouyou nota que los primeros dos autos se detienen. La radio se enciende y uno de los hombres habla asustado.

—Señora...hay un hombre.

Kouyou encendió la radio con fastidio.

—¿Como? Habla con claridad.

—Hay un hombre Justo enfrente de nosotros...está ensangrentado...¡pregunta por usted! ¿Qué hacemos?

Kouyou y sus guardaespaldas intercambiaron miradas.

—Voy a bajar—dijo por fin Kouyou.

—Señora...lo mejor ser que se quede adentro. Nosotros nos encargaremos.

—No—Kouyou miró la imagen de Rider por las cámaras—este no es cualquier hombre, es un monstruo.

Kouyou extendió su sombrilla ante el brillanté sol. Camino entre los autos y se posicionó delante de la docena de mafiosos que ya tenían sus armas apuntando a Rider.

—¿Como estas?, europeo revoltoso.

—El traidor...debe ser ejecutado.

—Y así lo haremos, entonces ¿por qué estás interfiriendo?

—La hora programada era a las cuatro am, son las 7 y 47. Creí que la Port-Mafia era más comprometida que las organizaciones de europea. Dime, japonesa, cuál fue el motivo de la reprogramación.

—Una niña—respondió Kouyou. Se tapó la nariz, el hedor que desprendía la sangre en Rider era espantoso—una de sus compañeras ofreció resistencia a la ejecución del traidor.

—¿qué hicieron?

—Detenerla. No mataremos a un gran miembro por un capricho.

—...es poco sensato. Si se opuso a la ejecución se está oponiendo directamente a las órdenes de su jefe. Ese tipo de rebeldía no la había escuchado desde que Dazai Osamu era uno de los 5 líderes.

Kouyou suspiró.

—Ya es suficiente. Dime que buscas, europeo. No aparecen porque sí frente a nosotros. Según tengo entendido, nuestra nación está en buenos términos con tus jefes. Por qué estás aquí, Rider.

—Son órdenes—respondió Rider—tuve que deshacerme de unos policías enviados por otro traidor del que Morí Ogari no se encargó.

—Ango Sakaguchi.

¿¡Dazai-san tiene esposa!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora