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Mina se dirigía a hacer unas compras de cosas que necesitaban en la casa, pero vaya sorpresa que se encontró, al ver a su derecha sus ojos se toparon con nada más y nada menos que Chaeyoung, su esposa Momo, sus tres hijos y al parecer un nuevo integrante que viene en camino, la panza de embarazo de Momo se asomaba y le calculaba unos 4 o 5 meses. Se puso nerviosa al verlos sabiendo lo que hizo hace 5 años con Chaeyoung y cuando la mirada de ésta conectó con la suya su seriedad se hizo presente y los nervios no parecían detenerse.

Sin prestar atención a ellos, se concentró en lo que tenía que hacer, con su carrito de compras camino por los pasillos del supermercado, agarrando unas gelatinas de fresa para hacerle a su hija ya que eran sus favoritas y unas galletas oreo con leche para las mañanas antes de llevarla a su escuelita. Todo iba bien, hasta que sintió una mano agarrar su brazo de manera brusca, sabía quién era y por esa razón no la volteó a ver.

- ¡¿Que haces?!- dijo en un tono de voz un tanto alto intentando soltarse.

- Tú y yo necesitamos hablar Mina- dijo una Chaeyoung un tanto enojada.

- Sobre que? Yo no tengo nada de que hablar contigo- intentó safarse de su agarre pero este era más fuerte, llegando a doler.

- Claro que si y lo sabes perfectamente, así que te espero mañana a la salida luego de mi horario de clases en la sala de profesores, tenemos mucho de que hablar.

Sin más que decirle se fue, se quedó pensando en que su mayor secreto lo podía guardar por muchos años y no era el momento, no aún, para que la verdad saliera a la luz.

Llegó a su casa no queriendo ir donde la coreana le había dicho.

- Mami, podemos jugar- una dulce voz se escuchó cerca y al voltear a ver era su pequeña hija, de miraba tan ingenua e inocente, era tan pequeña que no le gustaría que sufriera, amaba tanto a su "padre" que le dolía si algún día él se enterara de todo y no la quisiese volver a ver.

- Mi amor, ven- la pequeña se acercó y la mayor la atrajo a sus brazos abrazando su pequeño cuerpecito, sabía que la había dejado a un lado y que no le prestaba la atención que necesitaba, pero estaba tan estresada que solo se le pasó el cuidado de su hija- sabes que yo te amo muchísimo y que si en muchos momentos no te he prestado atención es porque no sé si estoy haciendo bien en mi roll de madre, me embarace muy joven de ti y por eso no tengo experiencia, pero tenerte es lo más maravilloso que me ha pasado, siempre voy a estar para ti mi padacito de amor, perdóname por todo lo malo mi pequeña, te prometo que voy a estar más pendiente de ti.

Un abrazo le dió, fue lo más sincero que le ha dicho a alguien y ese alguien es lo más bonito que la vida le regaló.

- No llores mami, te entiendo, te perdono, yo también te quiero mucho- dijo la pequeña que con sus casi 6 añitos, entendía perfectamente lo que su madre le decía.

-A la mañana siguiente-

Mina se alistaba para despertar a su hija y ponerle su uniforme característico de su institución, la pequeña ya entro a la escuela, grado transición.

Todos los días la levantaba a las 6 de la mañana ya que entraban a las 7 y como no estaban muy lejos de la escuela, una hora era suficiente para arreglarla. La alistó y le dió su comida y mientras la pequeña comía, Mina la peinaba.

Al dejarla le dió un beso en la mejilla y le dió su bendición, le pidió que se portara bien.

Regreso a casa e hizo el desayuno para su novio y su familia mientras ésta trabajaba e hizo lo mismo con el almuerzo.

Su hija salía a la 1:40 de su escuela y era lo mismo para el colegio donde trabajaba Chaeyoung, ya que ambas pertenecían a una misma institución, por lo tanto esa era la hora en que la coreana le dijo que iban a hablar.

Como de constumbre el encargado de ir por su hija era Bambam no había problema en ella ir al colegio para encarar a la coreana.

Llegó y al verla por la ventana alistando sus cosas la hizo poner nerviosa, siempre había sido tan débil ante ella y está vez no era la excepción. Subió las escaleras hacia la sala de profesores, conocía perfectamente el camino así que no fue problema, la puerta estaba abierta y se dió cuenta que solo estaba su ex profesora de deportes.

- Pensé que no ibas a venir- dijo sin voltearse, sintiendo solo su presencia.

- Y no iba a venir sinceramente- dijo intentando enterrar esos nervios que la carcomian y más aún cuando la contraria volteó, se dió cuenta que se hizo tatuajes y se miraba mucho más sexy que antes.

- Y porque lo hizo entonces?- se iba acercando poco a poco hasta dejarla sin escapatoria.

- Por.. porque me dijo que tenía que hablar conmigo.

- No te pongas nerviosa, y sí, tenemos que hablar de algo muy importante- dijo separandose un poco.

- Puede terminar con esto de una vez y dígame lo que tiene que decirme.

- Está bien, sobre lo que tenemos que hablar es sobre tu hija, me tienes que responder unas cuantas preguntas Myoui- sabía que había llegado el momento pero haría lo posible para no arruinar nada y si ella no dice que Sofi es su hija Mina no sé lo dirá.

Engaño - Michaeng (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora