Tenía que ser ella

Prólogo

20 de agosto de 2012

A veces me aburría terrible en nuestro pequeño pueblo, ser adulto me estaba agobiando y aún no estaba ni cerca de los 30 años. Mis primas; las gemelas se encargaban de muchas cosas en la empresa familiar, pero yo siempre daba la cara ante las grandes crisis. Mi padre, ya se estaba retirando un poco del asunto a pesar de que todavía podía trabajar... Algunas tradiciones para ellos simplemente no cambian.

Mi mamá cada vez se perdía o a lo mejor yo era quien me estaba perdiendo, desde hace algunos años, justamente para un triste febrero dónde la lluvia fue cómplice de aquel adiós, de aquellas palabras contundentes dónde me di cuenta y demasiado tarde de todo lo que perdí siendo adolescente y estúpido. Cambiaron tantas cosas después de eso, así como cambiamos de estación a estación, pero yo, simplemente me sentía vacío. ¿Será por eso que me aburría? ¿Quién sabe? Me he centrado, también hay quienes llegan a decir que me he castigado por todas las cosas que pasaron en aquel tiempo, no solo yo. Las gemelas también se han castigado por ello.

London es el amor de mi vida, ese es mi mantra cada mañana para encontrar la cordura.

—Un día vas a quedar completamente loco.-espetó mi padre con furia al encontrarme en esa situación.

En eso, en eso sí que la vida no ha cambiado en absoluto. Tuve muchas oportunidades de seguir a London, sé que vive en Manchester y que ha hecho un par de proyectos en Canadá, eso último he de imaginar que es por estar más cerca de sus enemigos, aunque no le guste... Si, siempre estoy al pendiente de ella, es como si le siguiera cada paso. Hay temporadas que es tan sencillo y otras que no. Nunca viajo hasta donde está ella porque prefiero respetar su espacio y sus decisiones.

Aquellos besos amargos me dejaron en claro que mi amor por ella seguiría, pero que London tenía derecho a otra vida.

Ahora... ¿Llamarla? Es diferente.

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¡Holaaaaaaa! Es de lo más corto que he podido escribir, pero no quiero que se vaya la idea.

Es la segunda parte de Y de un millón... Tenías que ser tú. Ahora con una narrativa al 70% narrada por mi querido Chistopher. No, no prometo hacer estás actualizaciones de forma puntual, al menos no de momento porque han pasado dos o tres años desde que terminé la primer parte y bueno... Muchos ya saben qué onda.

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¡Chau!