Habían pasado un par de días desde aquella discusión que me alejó de Sophie.
Preferí tomar distancia, a mi lado impulsivo e irracional lo odiaba, un lado que no sabía que tenía y que solo salía cuando se trataba de ella, pero la verdad que seguía cabreado pero mi necesidad por ella era más fuerte, mis demonios me torturaban para que volviera a hacerla mía, porque supiera que me pertenecía.
La necesidad me quemaba por dentro.
Maldita sea.
Mis piernas se movieron solas hacia la puerta de su casa, y con mis puños golpee su puerta.
Tenía que pensar con la cabeza que tenía pegada a mi cuello, no con la otra. No quería entrar en guerra con ella, una guerra que solo ella perdería.
Espere por unos segundos que se me hicieron eternos pero luego escuche sus pasos.
- ¿Quién es?.-preguntó su dulce voz al otro lado de la puerta.
- Anton.- solo eso dije, tenía ganas de patear esa puerta hasta tirarla abajo, pero me mantuve calmado.
- no tengo ganas de verte aún Anton.- me dijo molesta, gruñi.
- ¿ Porqué no me dejas entrar preciosa?.- calmé mi voz.- solo quiero que hablemos, no quiero que estemos peleados.- no dijo nada, mi poca paciencia se agotaba.- por favor nena.- última oportunidad Sophie. El ruido se la cerradura me trajo de nuevo a mi. La puerta se abrió lentamente para luego mostrarme ese hermoso rostro, mis manos quemaron por tocarla
Su mirada molesta me recibió.
- Hola preciosa.- dije en cuanto sus ojos chocaron con los míos.
- Hola...Anton.- dijo despacio, me miró unos segundos y se corrió para que pudiera entrar. Al pasar por su lado tomé su cintura y la pegué a mi, enterré mi cara en su cuello inundandome con ese exquisito olor corporal y con su perfume.
- Por todos los demonios nena, no sabes lo mucho que extrañe tu olor.- Gemí inconscientemente.
- Anton...todavía sigo molesta con vos.- dijo tratando de resistirse a mi, sonreí ante lucha.
- y yo solo vine a disculparme.- mentí.- sé que me comporte como un idiota posesivo y realmente lo lamento.- finjí vergüenza, sus hermosos ojos se entrecerraron tratando de analizar mis mentiras.
- tus palabras...tu...lo que me dijiste Anton...encendió alarmas en mi..yo..yo no quiero esa clase de relación.- apreté mi mandíbula.
- ¿A donde estás queriendo llegar con eso?.- esperaba que no fuera lo que estuviera pensando, no le convenía.
- quiero decir que...-no la dejé terminar e impacte sus labios con los míos, no reaccionó ante la sorpresa, mis manos acariciaron su cuerpo y llegaron hasta su punto débil.- Anton...no...pará.- trató de detenerme pero su cuerpo reaccionó rápidamente ante mis dedos, era muy sensible y débil ante mí y eso era lo que más me gustaba de ella, su cuerpo sabía perfectamente de quién era.
- Sé muy bien que no queres que pare mi amor.- besé su cuello y aumenté mis movimientos, mi cuerpo la necesitaba pero ahora me encargaría de ella.- quiero que me digas que pare y parare.- le susurré mintiendole mientras su cuerpo de retorcia de placer, la llevé al sillón para luego sin mucho cuidado bajar sus shorts junto con su tanga, esa que yo mismo le regalé.
- Ann..ton...pa..ra.- me dijo tratando de sacar mis dedos pero no lo permití, su vagina me suplicaba que la atendiera y eso iba a hacer, no demore más y deboré cada parte de ella.
- Eso Sophie...tu cuerpo sabe perfectamente de quién sos.- no aguanté más y comencé a sacar cada prenda mía y suya.- quiero que lo digas Sophie.- dije a punto de hacerla mía.- quiero que digas mi nombre, quiero que recuerdes a quién le pertenece tu cuerpo y vos.- me detuve y la miré.
- No...no...no podemos..seguir...basta...- dijo tratando de alejarme pero sin mucha fuerza, su cuerpo me pedía a gritos que la tomara.
- no quiero tomarte sin que me dejes Sophie pero me estás obligando.- gruño perdiendo el control de mi mismo.
- Si lo haces no te lo voy a perdonar nunca...no importa cuando placer me des y que mi cuerpo te lo suplique....- gimió tratando de mantener la razón. Me reí de su vago intento.
-Sophie..mi hermosa Sophie...siempre vas a ser mía, no importa cuanto luches.- me alejé de ella con toda la fuerza de voluntad que mi cuerpo permitía.
Sophie suspiró frustada y aliviada al mismo tiempo, reí.
-Bien, ya que no podemos hacer el amor, hablemos.- me puse el bóxer y me senté en su sillón, Sophie con apuro se puso su ropa y con la carita roja, se sentó lejos mio, reí.
-yo...yo...con respecto a lo que te quería decir.- negué con la cabeza y la corté.
- ni lo pienses, vengo acá a disculparme por mi comportamiento y de verdad no lo volveré a hacer.- mentí.- pero no voy a permitir que te alejes de mi sin ni siquiera darme una segunda oportunidad Sophie, me equivoqué, perdón.- dije serio, ella me miró con desconfianza, pero sabía que su corazón de pollo me la daría.
- Anton....- dijo despacio.-¿ Cómo puedo confiar en vos?.- nego con su cabeza.
- Porque Te amo Sophie.- su rostro sorprendido me miró tratando de ver si mentía.- No voy a rogarte nena, jamás lo haré pero eso si jamás te dejaré dejarme.- la miré con intensidad, tenía mucha hambre, mucha hambre de ella.
-Estoy tan estúpidamente enamorada de vos Anton y tengo tanto miedo de que me falles.- me dijo sin mirarme, sonreí victorioso.
- Jamás lo voy a hacer Sophie eso te lo juro.
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💀Tu rey del infierno💀⚫
Teen FictionEscucho el sonido del timbre, una vez que lo presione con mi dedo, para luego escuchar, el sonido de una melodiosa voz. - Voy.- me dijo del otro lado de la puerta, fue demasiado grande la tentación el querer escuchar otra vez esa vos, así que toqué...