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WEDS POV.

A lo lejos escuchaba golpes, pero
estaba tan dormida que lo ignoro y
me aferro más al cuerpo de Enid.
Todo queda en silencio haciéndome
suspirar casi en agradecimiento por
el agradable silencio. Pero como
siempre no podía ser, vuelvo a
escuchar los golpes, ahora causando que me despierten del todo y espanten mi agradable sueño. Bufo frustrada. Todos mis sentidos se despiertan al escuchar el grito de la persona detrás de la puerta de entrada.

-¡Idiota! ¡Abre la puerta!

Mis ojos se abren identificando la
voz de mi mejor amigo.

-¡Oh, mierda! – exclamó en un susurro.

Siento como de repente Enid se
remueve un poco casi restregando
su bello rostro en mi cuello. Paso mi mano dulcemente por su espalda, olvidándome por un momento de Xavier.

-Hmmm- murmura sacando
su cabeza de su escondite para
levantar su cabeza y abrir un ojo.

Se veía malditamente tierna y
preciosa, quería comérmela a besos
en ese mismo momento; y como
siempre en mi rostro estaba una
estúpida sonrisa de perdidamente
enamorada. Salí de mi ensueño al volver a escuchar la voz de su hijo,
causando que la rubia se quedara
inmóvil.

-¡Deja de masturbarte y déjame
entrar! - Enid me mira con los
ojos bien abiertos. Y no sabía si era
por las palabras o por la presencia
del mismo Xavier afuera de mi
casa. -¡Se que estás ahí!

-Te juro que Xavier nunca me
ha interrumpido en un momento
así.- aclare, por si acaso.

-Ignorare el dato- me miro con
el ceño fruncido, susurrando-
Dime que tienes puerta trasera.-
asiento.

Se levantó de encima de mí,
quedando de rodillas en el sillón.
Era una estupenda vista de su torso.
Movió su rodilla para apoyarla
cerca de la orilla para poder poner su pie en el piso, pero terminó
resbalándose, causando que yo la
sostuviera de su brazo derecho y
que su mano izquierda terminara
en mi entrepierna como soporte.

-Cielo santo...- susurré, viendo
como su mano estaba apoyada en
mi pene. Su mirada se volvió a su
mano causando que mi amiguito se
empezara a despertar más rápido.
Ella me miro y una sonrisa malvada
surgió de sus labios; para después
simplemente apretármelo un par
de veces lento, pero deliciosamente
-¡Mierda!- hable más fuerte
de lo que quería, maldiciéndome
internamente ante la mirada de
la mujer queriéndose entre reír y
callarme al mismo tiempo- Lobita...
ne-cesito que me sueltes- suspiró
-porque sino no respondo a mis
acciones.- casi gruño mirándola
fijamente. Me guiña un ojo
apretando una útima vez para después levantarse rápidamente,
agarrando sus tacones de a lado del
sillón para salir corriendo por la
puerta trasera.

Miro hacia abajo con una mueca.
Creerá que realmente lo estaba
haciendo. Me levanto rápidamente
y me dirijo a la puerta para abrirla,
viendo a mi mejor amigo mirarme
con una ceja alzada.

-Entonces no me equivocaba por
lo que veo- carcajeó mirando de
mis shorts a mi cara.

Si supiera por quién estoy así...

Abrí mas la puerta dejándolo
pasar, viendo como Enid salía
por a lado de mi casa, me mira por
unos segundos antes de caminar
rápidamente hacia su casa. Suelto
el aire que no sabia que estaba
sosteniendo, cerrando la puerta con el deseo de seguirla a su casa
para que terminara lo que había
empezado por accidente.

-Vi a tu enamorada hoy.-
escucho que habla alto desde la
sala poniendo Call of duty en Xbox.
Frunzo el ceño. Lógico que la ha
visto, es su madre. Me voltea a ver
al no escuchar respuesta de mi
parte- Nancy.

No recordaba que mi Lobita me
había dicho que Xavier le había
dicho que estaba enamorada de
Nancy. Pero yo sonreí como idiota
al recordar lo celosa que estaba
por eso. Y lo que hicimos antes de
decirme.

-Ahí está la sonrisa que esperaba
ver.

Frunzo el ceño. Realmente pensaba
que estaba enamorada de Nancy... Tan siquiera así no sospecharía
que es su madre por la que estoy
muerta.

Horas después de escuchar y de
jugar con Xavier, haciéndome
burla con Nancy, nos dió hambre.
Así que decidió por los dos a ir a
comer a su casa, sabía que su madre le haría algo de cenar. Era su hijo.

-Me iré a cambiar, vete yendo si
quieres.- digo antes de subir las
escaleras a mi habitación.

-¡Ok!- gritó.

Me cambio rápidamente
poniéndome algo de perfume antes
de bajar; quería oler bien para mi
amor.

¡Madre mía! Podía ser tan cursi sin
darme cuenta. Me volverá loca esa
mujer. Mi mujer...

Xavier ya se había ido, así que
sólo le serví más agua y comida a
Max antes de salir, comprobando
que la casa estuviera bien cerrada.
Camino unas casas más adelante
para llegar a la casa de mi amada
y su hijo. Toco la puerta, para
segundos después escuchar como
gritan "Esta abierto". Abro la puerta
y paso, viendo a Xavier sentado
como siempre en el sillón de la sala
jugando, ya con un short y una
camiseta listo para dormir. Sabía
que Enid estaba en la cocina,
podía oler algo que se estaba
cocinando.

-Voy por un vaso de agua,
Xavier.

Levanta su mano con el pulgar
levantado con los ojos todavía
pegados a la televisión. Sonrió antes
de entrar a la cocina, viendo el hermoso y suculento cuerpo de
Enid de espaldas revolviendo algo
en la estufa. ¿Quien iba a decir que
hace poco la miraba a escondidas,
contemplándola mientras estaba en
la cocina? Eran las pocas veces que
podía admirarla sin que nadie lo
notara.

-¿Te quedarás solo mirándome?-
sabía que ahora pondría más
atención a mi presencia desde
que se enteró que siempre la veia
mientras cocinaba.

-Parezco acosadora, ¿no?-
susurro ya más cerca de ella,
haciéndola reír un poco.

–Yo también te estaba viendo así
en tu casa más temprano, cielo.-
sonrió. Me pegó a su cuerpo
pasando mis manos por su cintura,
bajando mi cabeza para oler el
delicioso aroma a fresas de su cabello.

-Creo que ese es mi título, Sra.
Sinclair. Desde hace años que lo tengo.- me rio mientras le dejo un beso en su cabeza antes de alejarme de ella para sentarme en el mismo
banco que me siento cada vez que
como en esta casa.

Me mira con una sonrisa, sabía que
se quería reír. Le había confesado
las cosas locas que había hecho con
mi enamoramiento por ella.

-¿Gusta que le ayude en algo?

-Sigue con tu especialidad, cariño.-
me guiña un ojo y rio bajito.

Me encantaba mirarla de todas
formas.

My Woman, My Love. |Wenclair G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora