𝓡𝓥 ━━━ La pequeña Alejandrina Victoria, al ser rechazada por su madre Victoria de Kent, es amamantada por la princesa Maeve de España.
Huyendo de su madre y el mayordomo de esta, se refugiaba en la casa de Alfred y Maeve en las afueras de Londres...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10 de junio de 1840.
Victoria.
Alberto y yo íbamos en el carruaje rumbo a la casa de mamá y papá en las afueras de Londres para verlos y pasar un buen rato.
Sabia que mamá amenazó a Alberto de que tendrían que irlos a visitar mínimo los fines de semana y este tuvo que aceptar la petición de mamá, este acepto y ahora íbamos para allá, también a ver a mis hermanos.
Estaba felizmente embarazada de ahora 4 meses, mamá y papá y los tíos sabían de la noticia, estaban felices y la tía Francis andaba como loca ya decorando la habitación de colores neutrales y no lo va a cambiar hasta que naciera.
— Tu mamá es rara — me dice Alberto.
— Si, ella es medio rara...recuerda que ella tiene muchos traumas de la guerra y hace todo por cuidarme y protegerme...soy su princesa igual que papa — comenté suspirando—. Casi asesinaban a mi hermana Anneli en 1824 en Pichincha, en Ecuador, ya estaba viviendo en América cuando ocurrió eso y yo fui la que alerte sobre de que casi asesinan a mi hermana — ese pequeño trauma vivía en mi mente y sufría pesadillas de que mi hermana si fue asesinada por los españoles, siempre por eso fui apegada a mi hermana mayor.
Me acomode y me asomo por la ventana, un joven de unos 18 años, tipo mi hermano Anthony por la edad empieza a seguirnos.
— Será que nos quiere saludar o que — digo alzando los hombros y veo que dispara dos veces.
Alberto se pone a mi lado y me tumba al piso, evitando que nos rozará las balas, aquello me dejó un deja vú, cuando la guerra allá en América.
— ¡Johan avanza más rápido a casa de mi papá! — le ordenó al que dirige el carruaje.
— Si su majestad — dice.
Al llegar a las afueras de Londres, baje con cuidado de un mozo y fui recibida por mamá, con su vestimenta de agricultora.
— Que les pasó — dice Cailin—. Porque tienes cara de asustada.
Solo tiemblo abrazando a mamá y entre en el hogar donde también creci, en el campo londiese.
— Nos dispararon, nos quería matar — susurré asustada y de la nada empiezo a llorar—. Vi un joven que nos empezó a seguir y pensaba que nos iba a saludar cuando saco una pistola y disparo dos veces, pero fallo, tuve que tirarme al piso para evitar las balas.
— ¿Acaso te trae algún recuerdo eso? — pregunta Alberto y se acerca a mi, con cuidado.
Mamá habla por mi. — Si, de pequeña nos las llevamos a América y mis hermanos y yo seguíamos en guerra de indepedencia contra nuestra madre...por eso cuando escucha balas o cañones, le vienen recuerdos de eso — suspira un poco—. En 1828 casi la matan en Bogotá cuando se metieron en mi casa pero mi hermana la saco por atrás y me enfrente cara a cara con los que la querían asesinar — murmura.
