Prem se despertó por un ruido molesto. Algo sonaba con insistencia y se empeñaba en arrancarle del sueño que su cuerpo reclamaba tanto desde que había comenzado a gestar un bebé.
Había dormido en la misma cama que Boun. Se sentía avergonzado y un poco intimidado y a pesar de que el calor del cuerpo del alfa le provocaba impulsos nada inocentes, se resistió a ceder. Eso hizo que se despertara frustrado. Eso y ese maldito ruido.
Boun se había ido hacía unas horas. Le había despertado antes de irse con un beso en los labios, uno de verdad, con lengua, que había aumentado su frustración. Boun ya estaba vestido y listo para ir al trabajo.
-No quería despertarte pero no podía resistirme a tí. Es nuestro primer amanecer juntos.
-No importa. A estas horas suelo tener náuseas.
-¿Me quedo?
-No, estoy bien. Por ahora, estoy bien.
-Descansa. Vendré a mediodía. Si necesitas algo, avísame.
Recordó sus últimas palabras.
-Luego vendrá Lala, la asistenta. Es un poco particular. Le dejaré una nota pero si no la lee dile quién eres sin más.
-¿Está acostumbrada a ver hombres en tu cama cuando llega?
-Ya sabes que no.
Prem había sonreído y vuelto al mundo de la inconsciencia. Ahora recordaba lo de la asistenta y que esa ruido era una aspiradora. ¿No podía usar una de esas silenciosas y que se movían solas? Estaba de mal humor, aún eran las ocho y una vez que despertó su estómago recordó súbitamente las náuseas que le había perdonado hacía un par de horas.
Se levantó de la cama y entonces la puerta se abrió. Una mujer alta y fuerte, con unos auriculares y cantando kpop, entró con ese monstruo rugidor por aspiradora.
Entonces vio a Prem. Se quitó los auriculares y se disculpó.
-Lo siento. El señor no dijo nada de que hubiera invitados.
-Eh... me dijo que te había dejado una nota.
-Me deja notas por todos los sitios. Me olvido de mirarlas. Boun es muy pesado con las notas.
Se sintió cómodo al instante con esa mujer que parecía una más de la familia. Se notaba que no solía usar formalismos con Boun.
-Soy Prem. Voy a... quedarme aquí.
-Oh... entonces llámame tía La. He trabajado con la familia de Boun desde hace veinte años y cuando se independizó vine con él. Se me hace raro llamarlo señor, cuando le conocí siendo un mocoso. ¿Puedo llamarte simplemente Prem?
-Sí. Me voy a quedar indefinidamente.
-Siento haberte despertado con este trasto. Boun compró una de esas que funcionan solas, pero una vez a la semana uso esta para llegar a todas las esquinas... ¿Estás bien?
-No. Estoy mareado. Necesito usar el baño.
Prem corrió y cerró la puerta. Lala le escuchó descargar su estómago y sus ojos se posaron sobre la foto de la ecografía. Hizo una señal de alegría. Tocó con los nudillos la puerta del aseo y abrió sin preguntar.
-¡Debiste decirme que estás embarazado! No puedo creer que al fin ese niño haya encontrado a su alma gemela. Y tan lindo eres...
Prem le miró. Estaba de rodillas con la cara pegada al inodoro.
-No me siento lindo.
-Vamos, te encontrarás mejor en unas semanas. Voy a prepararte algo para desayunar que te ayude con esto. -humedeció una toalla - toma, ponlo en la nuca. Es maravilloso. Un bebé.
Se fue y Prem miró la puerta abierta sorprendido.
Cuando salió del cuarto de baño y bajo a la cocina, había arroz con jengibre rallado y una infusión caliente que le calmaron el estómago. Lala había vuelto a ponerse los auriculares y estaba limpiando la habitación y el baño para dejarle "tranquilidad".
Boun sonrió al recibir el mensaje de Lala.
"Su omega está bien. No me dijo nada. No sé dónde está esa nota. Y ya era hora. Aunque exigiré un aumento por tener que recoger juguetes y pañales. Vuelve antes de que me vaya. Quiero verles juntos".
Boun le respondió.
"Sé que lo vas a cuidar, pero dale un poco de tiempo y espacio. Ya te explicare todo. No le interrogues. Y no digas nada a mis padres aún".
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39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||
Fiksi PenggemarCuando todo parecía indicar que su vida era un asco, Prem cometió un error. Acostarse con un desconocido cuando estaba entrando en celo. Cuando su vida era aburrida, monótona y tenía el corazón roto, Boun cometió un error. Dejarse llevar por el al...