Una vez más

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Maratón 1/4 Espero lo disfruten :)

—¿Cómo ha ido todo en la universidad? ¿Estás contenta? Tu primera semana que emoción - dice Sandra mientras sirve un poco de jugo de pomelo en un vaso

—Es la primera semana, mamá, no ha pasado nada interesante, pero sí... Estoy contenta, aunque soy el bicho raro del salón - ambos la voltean a ver 

—¿Qué decís? - dice Sandra un poco confundida

—Y bueno, no es normal ver a una embarazada en un salón de clases - se para de la silla y se agarra la panza - Mira lo que es esta panza

—Te miran por qué estás hermosa, mira lo que es esa panza hermosa - dice Sandra parándose y agarrándole la panza

—Es verdad lo que dice tu mamá estás hermosa - Mar sonríe mirando a cada uno

—Gracias, yo sé que me lo dicen para hacerme sentir mejor

—Puede ser, pero no mentimos cuando te decimos que estás hermosa - dice Sergio, Mar sonríe

—Gracias - da media vuelta - Voy por una naranja

—Yo voy - dice Sandra haciendo el amán de pararse, pero Mar la detiene

—No, voy yo gracias... Necesito ir también al baño - señala la panza - Alguien no deja de apretar mi vejiga

Sandra y Sergio ríen ante las ocurrencias de Mar, que no logra ni dar dos pasos cuando siente un tirón, se agarra la panza, intenta dar otro paso, pero vuelve a sentir el mismo tirón, Sandra y Sergio se percatan de ello

—¿Estás bien Mar? - le dice Sergio, Mar voltea con una cara de preocupación y mira de su mamá a Sergio

—Si solo me... — no termina de decir cuando siente sus piernas empaparse de "agua", mira a su mamá - ¿Me hice pipi?

Sergio y Sandra miran los pies de Mar, ambos se paran preocupados

—No, mi amor, rompiste fuente - dice Sandra agarrándola por la cintura

—¡¿Qué?! - dice Mar, ya alterada, se agarra la panza y avanza cuando su mamá la guía para que empiece a caminar

—Vayan al carro, voy por el bolso - indica Sergio, ambas hacen lo que él le dice

Suben al carro, Sandra la ayuda a colocarse el cinturón, mientras que Mar no deja de agarrarse la barriga por los dolores que recién comienzan

(Un par de horas después)

—Bien Marianella ya tienes diez de dilatación, cuando te indique tiene que pujar con todas tus fuerzas

Llevaba horas pujando, inhalando y exhalando, los dolores eran insostenibles y en lo único que no paraba de pensar era en que lo quería tener a él a su lado en ese momento, que le sostuviera la mano y le diera las fuerzas que tanto le hacían falta

—¡Vamos Mar, ahora, puja! - agarro a su mamá fuerte de la mano e hizo lo que le indicaron, lo hizo tres veces más

-No puedo, no puedo, mamá, me duele mucho - suelta Mar con la carra roja y los ojos llenos de lágrimas, Sandra la agarro de la mano fuerte y le da un beso en la cabeza

-Vamos hija, vos podes, recuerda que todo el dolor que estás sintiendo hora valdrá la pena... Vamos, que mi nieto te necesita - con lágrimas en los ojos y volviendo a seguir las indicaciones de la doctora, pujo, pujo con todas las fuerzas que tenia con la esperanza e ilusión de ya por fin conocer a su hijo