PROLOGO

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El sueño me mataba en estos momentos, a quien se le ocurre olvidar sus llaves cuando sale de fiesta sabiendo que su compañera madruga, exacto, solo a mi amiga.

La puerta es tocada con mucha fuerza, no creo que Amelie toque la puerta con tal brusquedad, agarro un bate que tengo al lado de mi cama (solo por si las flais), aporrean la puerta como si fuera de metal y sostengo el bate como si mi vida dependiera de él, básicamente mi vida puede depender mi nueva adquisición sí es que hay un pedófilo o un acosador afuera.

Lentamente, me acerco a la puerta y veo por el ojillo a lo que parecen ser 2 muchachos que parece que tienen un pedo abajo de la nariz por la cara que tienen, les llamare cosa 1 y cosa 2, no creo que se ofendan, uno de ellos al parecer se desespera y empieza a discutir con el muchacho a su lado


—Te dije que era mala idea venir a las buenas, sería mejor si solo entráramos y nos la llevamos, plan resuelto, no tendríamos que estar esperando aquí a las 3 de la madrugada para que abra—cosa 1 ha hablado y al parecer tiene mucha prisa, sostengo mi bate con fuerza para abrir la puerta de golpe sobresaltando a los chicos que llevan afuera de mi departamento más de 20 minutos.

Ambos levantan las manos con inocencia y una sonrisa picarona plasmada en sus caras - te dije que era de armas tomar, me encanta - cosa 2 intenta acercarse mientras dice eso, pongo mi arma mortal sobre su pecho intentando que no se acerque más de lo deseado.

Chasqueo la lengua con molestia —¿Qué hacen aquí?, ¿quiénes son?—.

Missing loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora