Happy End [XiCheng] 💙💜

Capitulo 2

"Probablemente es un sueño. Algo pasó, me desmayé y sigo soñando"

Lan XiChen respiró profundo, cerró los ojos y empezó a palpar a la persona de junto. Esperaba despertar o lograr descifrar a qué se debía la extraña alucinación de estar en un cuerpo que no le pertenece.

Movió ligeramente la mano hasta capturar la mano del que era su cuerpo; tan repentinamente como toco, de pronto sintió una extraordinaria y abrumadora sacudida mental; como elevarse hacia las alturas siendo arrastrado por un vertiginoso torbellino de confusión. Un estremecimiento de miedo le recorrió el cuerpo de punta a punta, todo lo que pudo hacer es cerrar los ojos con fuerza, sin gritar o luchar.

Hasta que alguien lo empujó con fuerza y él se estrelló contra el duro colchón de la cama.

Abrió los ojos de par en par, de vuelta eran las medias lunas con orbes avellana. Cada centímetro de su piel se cubrió de sudor frío, el dolor llegó desde su torso, con una serie de calambres.

Encima se encontraba el omega WanYin, con los pantalones deportivos hasta las rodillas, arrugando las delgadas cejas como si estuviera frente a una rareza.

Ah, parece que todo volvió a la normalidad. Ya no estaba usando ese cuerpo, ahora lo tiene encima...

Más que asombrado por la experiencia tan "fantástica", Lan XiChen se sintió algo triste. Debió tener demasiados deseos de quedarse cerca del omega WanYin, como para haber creado algo tan realista con su mente; duró unos segundos, pero fue el sueño más lúcido que ha tenido en su vida.

Inmerso en los pensamientos, no logró reaccionar a las sacudidas de WanYin, el que también se encontraba confundido sobre lo que había pasado. Recordaba vagamente haberse molestado mucho de ver su propio cuerpo desmayado en el suelo y vino al primer hotel que se encontró. Usar los pocos yuanes que recogió del alfa calvo para traer a un niño beta, lo puso de terrible mal humor.

—¿Esto es lo que planeabas hacerme?— preguntó, de pronto concluyendo que el beta lo había drogado para alucinar ese cambio de cuerpos.

Lan XiChen parpadeó varias veces, apenas saliendo de sus pensamientos.

—¿Qué...?

—Hmp, ¡Ni creas que tendrás tanta suerte!— WanYin lo aplastó más contra el colchón duro y maloliente, hasta ponerle la rodilla en el pecho, presionándolo hasta casi asfixiarlo.

A pesar de que su cara pasaba del rojo al azulado, Lan XiChen no luchó por quitárselo de encima. Se le atragantaron las palabras en su boca, no sabía qué decir en esa clase de situación confusa; miró alrededor para ver si encontraba alguna pista, pero la habitación le generó más confusión.

Notó que estaba en la cama. Al menos lleva la ropa puesta, pero la cama y la furia del omega parecen una sentencia de muerte.

Cuando volteó de nuevo hacia arriba, los fieros ojos le recibieron; tocó débilmente la rodilla presionando su pecho, sin entrar en pánico.

La alucinación o el sueño sobre haber intercambiado cuerpos con este encantador omega, se repetía en su mente como una antigua película de proyector.

Se sintió demasiado real.

Resultaba imposible para él hacer algo contra la ferocidad de WanYin. No por miedo, a XiChen no le gustaba usar la fuerza y menos contra los omegas.

Además, tiene algo demasiado atrayente. En cualquier parte que mire, desde cualquier ángulo, hay algo encantador.

Su mente estaba confusa, sus sentidos atontados. Mejor colocar todos esos inesperados acontecimientos en un lejano rincón de su cerebro y salvar su vida.