•⏳ Bucle ⏳• ⟨ CountryHumans EcPa ⟩

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"¡Por favor! Actúan ridículo. ¿ONU siendo una villana? Literalmente es la organización de la paz."

Fue la respuesta de Francia en medio de sus carcajadas. Resaltando el estatus de aquella terrible mujer, le conté toda la versión de mi historia y Bélgica contó su parte. Aún así, no es suficiente para hacerle creer en nuestras palabras.
Me llegó otra reflexión, si Francia no nos cree ¿Qué nos asegura qué el resto de la humanidad lo hará? Trago en seco con la sangre helada, apartando de inmediato esa pregunta de mi mente. ¡Ash! todos necesitan pruebas para creer...
Ahora me encuentro sentado al frente del teletransportador, esperando señales de Panely, mientras Bélgica insiste en hacer entrar en razón al francés desde la cocina.

Una angustia rodea mi alma, preocupado por mi esposo, aún no regresa a pesar de las eternas horas. Intento calmar la agitación de mi corazón confiando en su palabra de volver, más le vale hacerlo porque... porque... ¡ASH! ¿¡Cuánto más tardará en llegar!?

Con ese pensamiento soy torturado unas horas más, dónde con cada segundo ocurrente es un aliento perdido, desvaneciendo el tiempo haciéndose infinita la espera.
No obstante, escucho unos pasos lejanos, apurados y desesperados al acercarse velozmente a la entrada. El sonido de unas llaves chocan con la cerradura de la puerta hasta abrirla de la forma más brusca posible.
A pesar de la repentina agresividad, una paz adorna mi pecho al detectar la fragancia de mi marido, aún así, no ignoro aquel invasor aroma de café que lo acompañaba. ---¿Panely? ---Lo llamo al no recibir una acción de llegada o una explicación por su demora, solo detecto una respiración estresada dirigiéndose a mí.

Soy envuelto en sus brazos de manera inmediata, apoyo bien mis brazos al suelo evitando caer por el golpe. Con calma, trato de acariciar su cabello, mas noto de inmediato unas hojas y ramas enredadas, sin mencionar el temblor preocupante de su delicado cuerpo. ---E-ec-cu... debemos irnos. O-ONU... Agh... ONU nos descubrió. ---Susurra en mi oído, una corriente fría paraliza mi piel, es como si el corazón dejara de latir sabiendo las terribles consecuencias que existe al ser descubiertos.

Sujeta mis manos incitandome a levantarme para marcharnos de una vez. Un mareo me impide reaccionar prudentemente, pues un gran malestar en mi cabeza resuena como agujas clavadas. ---No otra vez... ---Fue mi única queja, apretando el agarre de nuestras manos. Frunciendo el rostro, apego mi cara en su pecho, luchando para no derrumbarme ahora mismo. ---Aguanta, es que tu instructor está aquí. ---Le explico deteniendo sus movimientos.

---¿¡Qué!? ---

---¿¡Francia está aquí!? ---Logro oír la voz intrusa de Colombia, volteo a su dirección con dos dudas ¿Está de nuestro lado? ¿Ya recuperó la memoria?

Señalo con el pulgar en dirección a la cocina, aparentemente Bélgica salió de ahí al resonar sus pasos cerca. ---Panamá... finalmente llegas. Tenemos un problema. ---Mi esposo murmura palabras renegando nuestra mala suerte.

Siento como intenta mantenerse de pie, casi callendo al fracasar, lo sujeto con fuerza percibiendo la clara falta de aire por su respiración agitada. Le empezó a dar un ataque de pánico. ---¡Agh! Xuxa xuxa xuxa. ---Lo abrazo tratando de calmarlo, dándole un beso sobre su frente. Unas cuantas lágrimas amargas rozan mis manos.

---Colombia, ¿Ya me recuerdas? ---Un bufido desinteresado domina mis oídos, eso es un claro: no. ---Bélgica ¿Resultados con Francia? ---Un suspiro resignado es su contestación. De acuerdo, ésto no es bueno, seguramente ONU estará en mi territorio, dado a qué no se encuentra aquí todavía, por ende tenemos poco tiempo y debemos irnos ahora. ---De acuerdo, hay que escapar, dejemos a Francia estará bien sin nosotros... Bélgica, ¿Tomaste una decisión? ---

Tras unos instantes, pasa sus delgados dedos sobre mi hombro, aparentemente despidiéndose. ---Iré por mi cuenta... Suerte chicos. ---Doy un asentir algo inquieto por su bienestar, aún así no puedo obligarla a seguirnos. Uno de sus brazos pasa alrededor de Panely, susurrando una última frase. ---Fue un honor servirte como estudiante Mr. Panamá... Gracias. ---Aquello relajó el caos mental de mi esposo.